California, Estados Unidos. Primer estado por población y tercero por tamaño. Su historia bien merece un artículo propio: primero fue colonizada por sucesivas misiones españolas, luego pasó a formar parte de la recién independizada México y, finalmente, acabó siendo un territorio más de Estados Unidos tras la guerra entre ambos países.
De California se pueden decir muchas cosas, como que cuenta con ciudades icónicas como San Francisco o Los Ángeles, y en el tema que nos ocupa, cuenta con la mayor concentración de empresas tecnológicas del país. Si California fuera un país independiente, su Producto Interior Bruto (PIB) nominal estaría por encima de la propia Estados Unidos y de grandes como China, Japón o Alemania.
Pues bien. Entre San Francisco y San José nos encontramos con Silicon Valley, un basto territorio que engloba varias ciudades, como Palo Alto, Cupertino o Mountain View, nombres que os sonarán por albergar sedes de gigantes como Samsung (San José), Google (Mountain View), Apple (Cupertino), Adobe (San José), Facebook (Menlo Park), Tesla (Palo Alto)… La lista es prácticamente interminable.
Más o menos todos sabemos qué es Silicon Valley. Conocemos su fama y la gran cantidad de startups y empresas puntocom que cada día nacen por la zona con el objetivo de ser la próxima Facebook o la próxima Google. Incluso tiene su propia serie de televisión que con mayor o menor acierto nos habla de cómo es la Silicon Valley de hoy.
¿Pero cómo nació Silicon Valley? ¿Quién le puso el nombre? ¿Quién puso la primera piedra? ¿Quiénes fueron los pioneros que convirtieron un terreno en desuso en la sede de grandes compañías tecnológicas ampliando sus dominios por toda la bahía de San Francisco y el valle de Santa Clara?
La zona cero: Stanford
Genialidades como Silicon Valley no surgen de la nada. Es más, su nombre no se acuña hasta los años 70, veinte años después de que cobre vida un ambicioso proyecto de reunir en una misma zona geográfica empresas tecnológicas.
Dejando a un lado antecedentes que nos llevarían al siglo XIX, la zona cero, donde podemos decir que todo empezó es la Universidad de Stanford, situada en el condado de Santa Clara.
Entre sus mayores logros, destacan el proyecto ARPANET, uno de los antecesores de la internet moderna. Google surgió como proyecto de investigación de dos estudiantes de Stanford, Larry Page y Sergey Brin. Mark Zuckerberg puso en marcha Facebook. Incluso pusieron en marcha computadoras, su propio sistema operativo (Solaris), la tecnología SPARC o el sistema de archivos ZFS, todo ello comercializado a través de Sun Microsystems, empresa creada por dos antiguos estudiantes de Stanford.
Pero volvamos al principio de todo. Terminada la Segunda Guerra Mundial, Stanford ve como vuelven antiguos alumnos, igual que otras universidades del país. Para cubrir costes y dar trabajo a los recién graduados, la Universidad de Stanford se plantea crear su propio parque industrial, Stanford Industrial Park, aprovechando unos terrenos aledaños sin uso alguno.
Conocimiento aplicado
La paternidad del proyecto, que queda inaugurado en 1951, se les atribuye a Frederick Terman, profesor y rector de la School of Engineering de Stanford, y a William Shockley, descubridor del transistor y padre, a su vez, de una de las primeras empresas de Silicon Valley, el Shockley Semiconductor Laboratory.
En Stanford Industrial Park abrirán empresas como Varian Associates, dedicada a crear componentes de radares militares y que desarrollaría el tubo microondas o la archiconocida Hewlett-Packard, fundada por los ex alumnos de Stanford William Hewlett y David Packard y dedicada inicialmente al diseño y creación de osciladores de audio. Lockheed fue otra de las primeras empresas en abrir sede allí, que sería responsable de parte de los componentes de la Estación Espacial Internacional.
Pronto se interesarán empresas ya consolidadas como como Bell Telephone Laboratories o Xerox, que pondrá en marcha su famoso Xerox PARC en 1970 en lo que para entonces será conocido como Stanford Research Park. De Xerox PARC surgirán innovaciones como las tecnologías Ethernet, PostScript y el concepto de GUI o Interfaz Gráfica de Usuario. En los 90 llegarán Kodak (Eastman Kodak por entonces) o General Electric, entre otras.
Semiconductores de silicio
Una de las empresas con sede en Stanford Industrial Park, Shockley Semiconductor Laboratory, introduce el silicio como elemento semiconductor. Dejando a un lado tecnicismos, en 1957 Shockley abandona su investigación en transistores de silicio como sustitución del germanio, que se usaba en aquel entonces.
Debido a diferencias personales, ocho empleados abandonan la compañía para crear su propia empresa, Fairchild Semiconductor, responsable de los primeros circuitos integrados (1960 en adelante). Entre sus primeros clientes tendrán nada más y nada menos que a IBM. EN 1966, dos de sus principales compradores de semiconductores serán Texas Instruments y Motorola.
Como curiosidad, cabe destacar que de Fairchild Semiconductor surgieron los dos fundadores de Intel, Robert Noyce y Gordon Moore, que tendrá su sede en Mountain View y que dará vida al primer microprocesador.
Pero eso no es todo: más de 90 empresas nacieron directa o indirectamente de Fairchild entre 1959 y 1971. Sus nombres no son tan conocidos como Intel, pero tuvieron un papel relevante en la industria de semiconductores que hizo grande a Silicon Valley hasta la llegada de la industria del software.
Silicon Valley, USA
¿Cómo se convierte un parque industrial con el nombre de una universidad en Silicon Valley? El concepto de “Silicon Valley” se empleaba ocasionalmente, pero no fue realmente popular hasta la aparición en 1971 de una serie de artículos escritos por Don Hoefler y titulados Silicon Valley USA en la publicación Electronic News.
El nombre fue sugerido por Ralph Vaerst, fundador de Ion Equipment Corporation. Durante tres semanas, los artículos de Hoefler hablaron sobre la industria de semiconductores en el valle de Santa Clara bajo ese título. Dada la relevancia de Electronic News en la industria electrónica, el término “Silicon Valley” no tardó en cuajar.
Silicon Valley 2.0 en adelante
La primera Silicon Valley, antes incluso de llamarse como tal, podríamos numerarla como versión 1.0. Y aunque sus miembros se dedicaban a distintas ramas de alta tecnología, los semiconductores y aplicaciones derivadas acabaron por ser el elemento de unión de este conglomerado de empresas innovadoras.
Con el tiempo llegarán Apple, Microsoft, Adobe y similares, más enfocadas en la microcomputación y en el software, cada vez más populares gracias a los ordenadores domésticos y profesionales.
Y en la segunda mitad de los 90 llegarán las primeras puntocom, como Yahoo! o eBay, que darán pie al ecosistema actual donde conviven las empresas que dan servicios en internet con otras que combinan tecnología física y digital. Pero esa es otra historia.