Polar es la adaptación cinematográfica de la obra homónima de estilo noir escrita y dibujada por Víctor Santos, publicada primero como webcómic y luego como novela gráfica en 2012 bajo el sello Dark Horse Comics. La historia va de Duncan Vizla un sicario veterano mejor conocido como el Black Kaiser y las vicisitudes de su "oficio" y de su vida.
La película que forma parte de los estrenos de Netflix en enero está protagonizada por Mads Mikkelsen—a quien identificamos por la inolvidable Hannibal, también por sus trabajos en Roge One y Doctor Strange— y es quien da vida precisamente a Duncan Vizla. En el reparto lo acompañan Vanessa Hudgens, Katheryn Winnick y Matt Lucas. La acción y el crimen se unen en este título dirigido por Jonas Åkerlund.
Lo más destacado de Polar es su narrativa visual y auditiva, sin embargo tiene un guion débil. Podríamos resumir esta situación con que tiene mucha forma y poco fondo. Una lástima porque tiene elementos muy interesantes y podría ser una saga bastante llamativa.
Y es que la trama comienza justo cuando Duncan Vizla se prepara para su retiro. Pero si algo nos ha enseñado John Wick es que los sicarios no viven un retiro tranquilo o mejor dicho no existe tal cosa en sus vidas. Es entonces que Vizla se ve inmiscuido en un asunto de poder, dinero y violencia en carne propia con la organización que hasta entonces le había dado trabajo.
Además de este arco principal existe una historia que tiene que ver con una chica llamada Camille (Vanessa Hudgens) y que se desarrolla poco a poco a lo largo de la película. Es quizá sea lo más interesante, profundo y sorprendente que nos trae el thriller, sin embargo esto no basta para que la cinta se sienta del todo cohesionada, más que nada porque le da bastante importancia en tiempo y forma a personajes que solo tienen buena pinta pero ofrecen poco más.
Polar tiene un atractivo visual muy interesante; en este aspecto la película es fresca, amena y dinámica. Narraciones con viñetas, atrevidos encuadres y una fotografía espectacular ayudan a apuntalar la debilidad de las tramas. Y es que el principal grupo al que el Black Kaiser se enfrenta está conformado por unos jóvenes sicarios que además son extravagantes, ruidosos, inmisericordes y muy, muy violentos. Cuando presentan a este ecléctico grupo uno espera mucho más de ellos pero pronto se vuelven una fórmula muy vistosa pero sin peso narrativo.
Por otro lado, el villano de villanos, Blut, protagonizado de forma magnífica por Matt Lucas, ofrece una contraparte estrambótica y violenta en comparación con el oscuro y parsimonioso Vizla de Mads Mikkelsen. Su enfrentamiento es parte del clímax de la cinta y nos deja con un sabor de amargura y sangre, como sucede con los buenos thrillers.
Además de los puntos fuertes y débiles de Polar lo cierto es que la cinta es un placer visual y auditivo. La edición y mezcla de sonido del largometraje es espectacular. Es uno de esos casos en los que el medio audiovisual añade y enriquece con su lenguaje. Por tal motivo se echa de menos una historia más atrevida, sobre todo porque la historia de el Black Kaiser tiene bastante tela de donde cortar.
De cualquier forma Polar es una adaptación que vale la pena y que nos entrega una interpretación de Duncan Vizla excelente, atrayente y del que sí queremos ver más en pantalla. Mikkelsen hace un extraordinario papel —como es costumbre del actor danés— y funciona a la perfección con sus contrapartes, así estos no lo hagan tanto en solitario. Eso sí, acción, violencia, torturas, sangre por doquier —una pelea brutal en un pasillo— humor negro y escatológico, y mucha, mucha sangre nos esperan en esta cinta que forma parte de la ambiciosa estrategia de Netflix con la que pretende confeccionar cientos de títulos, cosechar premios, aunque sin ganancias.
Polar ya está disponible para todos los suscriptores de Netflix.