Sundar Pichai, CEO de Google, se presentó ante el congreso de los Estados Unidos para responder a varios cuestionamientos que han rodeado a la compañía en los últimos meses. Es la primera vez que el directivo se sienta enfrente de las autoridades para hablar de temas tan delicados, tales como la privacidad de la información y el posible lanzamiento de su buscador para China, el proyecto Dragonfly.
Recolección de datos
Uno de los primeros asuntos a tratar fue el de la recolección de datos. Pichai cree que los usuarios de Android saben bien la cantidad de información que Google recopila sobre ellos, pues sus condiciones de uso son transparentes para informarlo. Además, aseguró que las personas siempre tienen el control sobre los datos que almacena la compañía. ¿Cuántas personas leen los acuerdos antes de aceptar el uso de sus productos o servicios? Parece que esa estadística no importa mucho en Google.
El ejecutivo señaló que para ellos es importante que la mayoría de personas entiendan el acuerdo de usuario de Android. Por otro lado, dijo que mensualmente envían recordatorios para que la gente revise su configuración de privacidad. Según su datos, 160 millones de usuarios han accedido al panel "Mi Cuenta", lugar donde es posible verificar toda la información que guardan. A pesar del número, aceptó que sus herramientas pueden ser complejas para muchos y es algo en lo que pueden mejorar.
Dragonfly, el buscador para China
Respecto al buscador para China, Pichai siguió la línea de otros directivos y negó que en este momento tuvieran planes para lanzarlo, sin embargo, no descarta que sus intenciones cambien en el futuro: "Tener acceso a la información es un derecho humano importante, por lo que siempre estamos obligados a esforzarnos para proporcionar esa información en todo el mundo". Kevin McCarthy, líder de la mayoría de la Cámara, fue muy certero en agregar lo siguiente: "Un mundo libre depende del internet libre. Necesitamos saber si Google es parte de un mundo libre".
Cuando le plantearon prometer que Google no creará un buscador que permita la vigilancia de autoridades chinas, el CEO no quiso salirse de sus declaraciones previas: "Es nuestro deber explorar las posibilidades, dar a las personas acceso a la información". Queda claro que Dragonfly es un proyecto importante y no sólo un experimento sin fines mayores. Aunque los directivos siguen en marcha con su plan, cada vez con más los empleados de la empresa que muestran su descontento por la forma en que están gestionando esta situación.
Secretismo e ignorar políticas de privacidad: así gestionó Google su buscador para China
A finales de noviembre, el portal The Intercept reveló que Google estaba ignorando sus propias políticas de privacidad para desarrollar el buscador. Aún más preocupante, excluyeron a equipos que habían elaborado un informe explicando las dificultades de adaptarse a las normas de China. Asimismo, los empleados de Dragonfly fueron notificados de que podían perder su empleo si hablaban del proyecto con otros compañeros. Internamente también existe mucha tensión.
Manipulación de resultados
Era inevitable que los políticos republicanos preguntaran sobre las imágenes de Donald Trump al buscar el término "idiota". Pichai aseguró que la compañía no interviene manualmente para modificar los resultados de búsquedas. De acuerdo a su explicación técnica, lo que sucedió es que Google compara las palabras clave de una búsqueda con millones de webs indexadas y su contenido, coincidiendo en que esa palabra estaba muy ligada con el presidente norteamericano.
Sobre la supuesta manipulación de YouTube para mostrar más vídeos con ideología anti-conservadora, el directivo dijo que la plataforma acepta opiniones diversas. Sin embargo, todo aquel contenido que viole las políticas es eliminado inmediatamente, y esa práctica continuará en el futuro. El objetivo, según señaló, es atacar el discurso de odio y erradicarlo. Un paso importante fue la expulsión de Alex Jones.