Netflix

El mundo oculto de Sabrina en América Latina o Las escalofriantes aventuras de Sabrina en España fue estrenada recientemente en la plataforma de Netflix. Se trata de la adaptación libre del personaje de Archie Comics, creada por Roberto Aguirrre-Sacasa y protagonizada por Kiernan Shipka —a quien vimos crecer como hija de Don Draper en Mad Men—, además de un interesante reparto. Se trata de una serie muy interesante, divertida, oscura y, sí, escalofriante en muchos sentidos.

(Nota: esta reseña no contiene spoilers).

Podemos empezar diciendo que para disfrutar de El mundo oculto de Sabrina debemos olvidarnos por completo de la adaptación de los años noventa creada por Nell Scovell y protagonizada por Melissa Joan Hart —sí, también dejar de lado nuestro deseo de más bromas sarcásticas del genial Salem—. Esta advertencia no sobra pues la nueva Sabrina es, si no mejor, muy diferente; además de estar realizada con las nuevas pautas de hacer televisión, es decir, elencos inclusivos, temáticas actuales y un tratamiento de la heroína como los tiempos modernos lo ameritan. Eso sí, jamás pierde de vista que su drama principal es el de una chica que pertenece a dos mundos: el de los mortales y los brujos, y cómo le hace frente a ello.

Kiernan Shipka hace una fabulosa versión de Sabrina; a decir verdad todo el reparto es fantástico —algo muy común en las series de Netflix—. Pero además de su apariencia y su calidad actoral, la construcción de los personajes es muy interesante y profunda. No deja cabos sueltos y nos hace querer, odiar y volver a querer a todos los personajes.

El ambiente de toda la serie también es muy destacada. Y es que, aunque está desarrollada en la época actual, todo luce como detenido en el tiempo en una época indefinida. La tecnología, la ropa, la ciudad, las casas no son antiguas y a la vez lo son; se trata de un diseño de producción muy atinado y rico en elementos.

Claro que esto también va para el "mundo oculto" en cuestión. El universo de los brujos también tiene sus propias peculiaridades y atributos. Su halo oscuro es difícil de encasillar en una etiqueta, aunque esto no quita que el resultado sea atractivo. Aunque aquí es donde para una gran cantidad del público la serie llegará, o bien atravesará, la frontera de lo pertinente pues hace uso de elementos satánicos, y esto no va por aquello de que la organización del Templo Satánico quiere demandar a Netflix por el uso de una imagen protegida supuestamente con derechos de autor, sino porque son muy relevantes en la historia, aparecen todo el tiempo y mucha gente puede tener sus reservas ante ellos por el significado cultural y religioso que tienen. Claro que para quien no tenga alguna resistencia religiosa o moral contra esto encontrará más allá de ellos una historia compleja, dramática y divertida a la vez.

A lo largo de los 10 episodios que conforman la primera temporada de El mundo oculto de Sabrina conoceremos la historia de Sabrina Spellman y cómo se las arreglará para sobrellevar y vivir en los dos mundos a los que pertenece. Sabrina vive con sus dos tía, Hilda y Zelda, así como con su primo Ambrose —sí, también con un Salem que no habla—; juntos forman una interesante familia con muchos dramas internos, secretos y conflictos pero, como casi todas las familias, con un amor que los une más allá de todas las complicaciones que tengan.

Sabrina tendrá que aprender y, por qué no, obligar a que ambos mundos subsistan sin que uno elimine el otro o a ella misma. En su lado mortal está unida a su amado novio Harvey Kinkle y sus intersantísimas amigas Roz y Susie. Por el otro, además de sus tías, con las Hermanas Extrañas y Faustus Blackwood, el Sumo Sacerdote de la Iglesia de la Noche y Decano de la Academia de las Artes Oscuras.

En esta primera entrega además de desarrollar la importante historia de Sabrina al cumplir los 16, de conocer el mundo de los brujos y los intrincados conflictos en ambos, encontraremos temas feministas, sobre la amistad, sobre el empoderamiento, de identidad de género, de lealtad, la sororidad, la pertenencia y muchos más. Como podemos ver se trata de una serie mucho más compleja de lo que parece —o esperábamos— que, por cierto, ya prepara su segunda temporada.

Por último podemos decir que aunque se trata de una serie en la que su protagonista es una adolescente, no necesariamente significa que las temáticas tratadas sean para un público joven, por el contrario, toca temas muy adultos, complejos y, como ya vimos, con un empaque no apto para todos los criterios y gustos.

El mundo oculto de Sabrina ya se encuentra disponible para todos los suscriptores de Netflix.