Tras ocho años de su introducción original, Apple renueva el modelo Pro del iPad con un nuevo diseño, desempeño que avergüenza a la competencia, menor peso y una pantalla que va de esquina a esquina. ¿Es este el futuro de la computación o el iPad nuevamente se ve limitado por su propio software como ha ocurrido en el pasado?La historia del iPad, incluyendo el Pro, es una de dos mundos paralelos que a veces se sincronizan y a veces no. Inicia como una propuesta revolucionaria para cambiar por completo la computación tradicional, eliminando la mayoría de los elementos que hacen un portátil y simplificarlo hasta una simple pantalla multitáctil, liviana, rápida, con autonomía que parece infinita, llena de posibilidades.

“Nunca había sentido tan cerca la tecnología”, dije años atrás cuando escribí mi análisis del primer iPad. “Es como sostener la web en mis propias manos”. Fue toda una experiencia y todo un descubrimiento, una ventana hacia el futuro de la computación imaginado por Apple.

Junto con esa propuesta de hardware estaba un sistema operativo, iOS, que fue diseñado desde cero para la generación de los dispositivos móviles. También eliminaba casi todas esos elementos extras que lo echaban para atrás y dejando todo aquello que realmente es útil. “Todo el poder de OS X pero en una nueva encarnación para una nueva era”.

Esas son las dos partes de esta historia: el hardware y el software del iPad, que a veces trabajan muy de cerca pero muchas veces parece que están enfrentados, que no terminan de entenderse, que uno va más rápido que el otro y que en muchos casos, actúan como un freno.

El iPad Pro 2018 es, sin duda, uno de los logros tecnológicos más interesantes que he visto en muchos años, no solo de Apple, sino en general. Solo hay que sostenerlo en las manos unos cuantos segundos para entenderlo. Solo hay que leer sobre sus capacidades técnicas, su velocidad, posibilidades, peso, autonomía. Pero eso es solo la mitad de este relato: una vez que profundizamos en los capítulos del software, es inevitable sentir que estamos ante una nave espacial capaz de viajar a la velocidad de la luz encerrada en una pecera de 5 metros cuadrados.

No dejes de escuchar el episodio especial de Dínamo, el podcast de Hipertextual dedicado a todo lo relacionado con Apple, donde hacemos aún más análisis y contamos más opiniones sobre el iPad Pro 2018. Disponible en Apple Podcasts y Spotify.

Hardware

El iPad Pro 2018 se acerca muchísimo a la visión original de Steve Jobs de un simple cristal que muestra información, sin ningún otro tipo de distracción o elemento físico presente, la pantalla lo es todo. Apple ha eliminado el botón de inicio estirando la pantalla, haciendo aún más pequeños los marcos y adoptando el diseño con bordes redondeados introducido en el iPhone X y que ahora está presente también en el iPhone XS, iPhone XR y Apple Watch Series 4.

A diferencia de los iPhone X o XS, no tiene una pantalla OLED sino una pantalla LCD que ellos llaman liquid retina que es la forma en que la compañía se refiere a aquellas que se despiertan al ser tocadas y que se cuentan con bordes redondeados que he mencionado antes.

Al igual que el XR, Apple encontró una forma de "estirar" la pantalla LCD que les ha funcionado muy bien. Recordemos que este tipo de pantallas, a diferencia de las OLED no pueden ser dobladas, tienen que ser totalmente planas, por lo que el logro técnico es notable.

Debido a que se han reducido los marcos han aumentado el tamaño de pantalla de 10,5 a 11 pulgadas manteniendo el tamaño total del dispositivo. Así mismo, han dejado el mismo tamaño de pantalla en el modelo de 12,9 pulgadas, pero el tamaño total del iPad es menor.

La unidad de pruebas que estoy usando es la versión grande pero que se siente como la versión pequeña de la generación anterior. Además han hecho una reducción de peso —de 0,7 kg a 0,6 kg— también han reducido el grosor total del dispositivo de 0,69 a 0,59 centímetros. Sumado a eso, un diseño de superficies planas por los dos lados que me recuerda al iPhone 5 que se siente increíble en las manos. Insisto: muy cerca de la versión de Steve Jobs cuando presentó el iPad original en 2010.

Desde un punto de vista de hardware es un producto redondo, completo, parece que no le falta nada. Está una aparente cúspide de diseño industrial que solo será superada de forma significativa cuando cambien a pantalla OLED y puedan reducir aún más los marcos, como en los iPhone XS. Veremos disminución progresiva de grosor y peso, pero sospecho que este será el diseño que veremos durante los próximos 5 años, al menos.

Aún reduciendo tamaño y peso, mantiene autonomía pero aumenta significativamente desempeño. Con aumentar significativamente en realidad digo que el aumento es una brutalidad y no uso la palabra a la ligera. Esto gracias al procesador A12X Bionic.

El equipo de microprocesadores de Apple está logrando un trabajo brutal que ha hecho que la Ley de Moore muerda el polvo una y otra vez.

En nuestra reseña del **iPhone XS explicamos en detalle todo lo que hace del A12 Bionic una verdadera maravilla de la ingeniería, y por qué es tan importante desde un punto de vista de avance en la computación móvil. Es el primer procesador de 7 nanómetros que se está produciendo en masa, con un motor neural de ocho núcleos capaz de realizar 5 billones de operaciones por segundo.

El nuevo iPad Pro tiene el mismo procesador que el XS pero mejorado, lo llaman A12X Bionic y lo que es capaz de hacer impresiona tanto que parece mentira, pero no hay truco: es más rápido que el 92% de todos los portátiles que se han vendido en el último año**. Supera equipos de más de 2.000 dólares/euros con chips Intel Core i7 y se ríe en la cara de los Core i5. Además lo hace sin necesitar un ventilador para mantener temperaturas operativas, en una carcasa muchísimo más delgada y pequeña.

Técnicamente el A12X Bionic tiene algunas diferencias con el A12 Bionic:

| | A12 Bionic | A12X Bionic |
|-----|------------|-------------|
| CPU | 6 núcleos | 8 núcleos |
| GPU | 4 núcleos | 7 núcleos |

No es mi intención hacer hipérboles de lo que Apple ha logrado con sus procesadores, pero si nos quedamos con la boca abierta cuando anunciaron el iPhone XS y iPhone XR, sus capacidades computacionales y velocidad, entonces deberíamos estar arrancándonos los pelos de la cabeza con lo que el A12X Bionic es capaz de hacer.

Software

Es por eso, por la maravilla técnica que Apple ha conseguido con el iPad Pro 2018, pantalla, tamaño, forma, procesador y autonomía, que tengo el corazón rotísimo de escribir todo lo que viene a continuación.

Esta es la máquina de mis sueños, más rápida que un MacBook Pro de 13" 2018, con un sistema operativo que, cuando tengo dos apps lado a lado, es incapaz de hacerme saber en cuál estoy trabajando.

Aquí empiezan mis problemas con el iPad Pro y lo anterior es uno de los ejemplos más básicos, cotidianos, de intentar trabajar con el iPad como el dispositivo super poderoso que es, con el que se pretende reemplazar un Mac o su PC portátil.

Con el paso de los años, un porcentaje cada vez mayor de mi tiempo lo trabajo desde el iPad. Ningún otro dispositivo es capaz de competir cuando combinamos velocidad, tamaño, peso y autonomía. Pero aunque hubo un avance sumamente importante con iOS 11 eso fue en 2017 y este año no hubo cambios significativos en términos de productividad.

Cuando hice mi reseña del **iPad Air 2**, en octubre de 2014 escribía lo siguiente:

> Aquí está el mayor problema del iPad: Desde el punto de vista de hardware es capaz de ejecutar toda clase de procesos complicados, podría, sin problema alguno, ejecutar aplicaciones profesionales que nos permiten resolver problemas o ser sumamente productivos sin importar en donde estás. Pero en los términos actuales de su sistema operativo y apps disponibles, esto simplemente no es posible.

> iOS le queda muy pequeño al iPad Air 2, no da la talla, no es capaz de aprovechar el dispositivo, no es capaz de sacarle ni el 20% del provecho. No es capaz de reemplazar mi portátil

> Pero la promesa de la era post-PC la está rompiendo el software, no el hardware. Es una pena que el avance de iOS no vaya a la par con las impresionantes innovaciones en el hardware de los dispositivos que Apple está lanzando año con año.

Es increíblemente frustrante que cuatro años más tarde las cosas sigan prácticamente igual. Sí, iOS 11 fue un golpe sobre la mesa, fue una ventana a un sistema operativo móvil capaz de ser ultra productivo. Pero hay tantos pequeños detalles que siguen funcionando tan mal que volvemos al punto inicial: todo aquello que el iPad Pro sería capaz de hacer está limitado por las carencias del sistema operativo.

¡Que esto sea posible, Apple!

Uno de los argumentos promocionales de Apple con relación al dispositivo dice (cito textualmente): "El nuevo iPad Pro tiene todo lo que necesitas de una computadora, y muchas otras cosas increíbles que nunca imaginarías encontrar en una computadora.".

Bueno, aquí me tienen usando el iPad Pro como mi dispositivo portátil de trabajo —insisto, es más rápido que mi MacBook Pro 13" 2018— para escribir parte de esta reseña en **AI Writer y tengo que usar mi dedo para seleccionar texto en pantalla y poner negritas* o cursivas, cosa que sería mucho más rápido, productivo, y sobre todo menos frustrante, si tuviese un trackpad o un ratón.

No hace falta profundizar en el hecho que escribir y editar texto es de las tareas más simples y básicas que puedes hacer con, efectivamente, una computadora. Vamos, que lo podemos hacer desde 1982, literalmente. En el iPad, lamentablemente, es tan frustrante, que vuelvo al Mac desesperado.

Tampoco es novedad. La competencia lo ha resuelto bien. El *Pixel Slate** es un bueno ejemplo: una vez que conectas el teclado, que incluye un trackpad, aparece el puntero en pantalla.

Apple ya tiene soporte de trackpad en iOS, es curioso y un tanto limitado, pero lo tiene. De hecho lo promocionan en la web del iPad: "El teclado completo en pantalla te permite responder emails, escribir informes, e incluso funciona como un trackpad. Pero si prefieres usar un teclado físico de tamaño completo, sólo tienes que conectar el Smart Keyboard Folio". Funciona manteniendo presionado dos dedos sobre el teclado.

El problema es que pierdes la función si usas un teclado físico y no hay posibilidad de conectar punteros externos. Frustración a mil. ¿La sienten mientras leen estas palabras? Seguro que sí.

La lista es larga: Safari no funciona como en un Mac, está limitado para ser usado como en el iPhone (aunque con iOS 12 finalmente muestra favicons en las pestañas). No hay manera de dejar aplicaciones de productividad haciendo tareas en segundo plano mientras trabajas en otra. ¿Hacer render de ese video 4K mientras aprovechas para editar fotos o contestar un email? No va a pasar. Entiendo que iOS sea mucho más restrictivo en lo que puede y no puede ejecutarse en segundo plano, pero con ese procesador A12X y tanto RAM, debería cambiar. Lo anterior es la respuesta por la cual apps profesionales aún no existen para el iPad.

¿Instalar fuentes adicionales para aplicaciones de diseño o creativas, como Keynote, que es hecho por el propio Apple? En tus sueños. Aplicaciones para desarrollo web son escasas en el iPad porque aún no hay forma de mantener conexiones persistentes a servidores. **Coda 2*, una app popular para este tipo de cosas tiene que tirar notificaciones cada cierto tiempo pidiendo que la pongas en primer plano para no desconectarte. A simple vista no es frustrante pero quienes desarrollan detrás de firewalls* o tienen que ejecutar una serie de comandos antes de reconectarse a un servidor de desarrollo entenderán a lo que me refiero.

Se lo que muchos de ustedes están pensando: ¿Por qué no usar Atajos de Siri? Sería una solución, sí, pero resulta que los Atajos tienen un tiempo máximo de ejecución: 170 segundos, para ser exactos.

Parte básica y clave de que una app de desarrollo funcione es la extensibilidad. Voy a un ejemplo particular pero que miles de desarrolladores comparten conmigo: yo uso **Atom**, combinado con un automatizador de tareas que funciona en segundo plano para compilar Saas automáticamente o combinar archivos, minificarlos, entre otros. Son dos partes básicas e importantísimas para muchas personas que hacemos desarrollo web frontend.

Tanto Atom como este tipo de automatizador de tareas —Grunt, por ejemplo— requieren la instalación de dependencias, extensiones y plugins para adecuarse a particularidades del desarrollo. En el estado actual de iOS esto es imposible. Pero tengo un procesador A12X que es más rápido que el 92% de todas las portátiles vendidas el año pasado. ¯_(ツ)_/¯

Llegados a este punto: Apple debería bifurcar el desarrollo de iOS en dos, uno normal para los iPhone y una versión "Pro" para los iPad, adecuado al hardware y a lo que deberían ser las posibilidades del dispositivo.

Adios Lightning, hola USB-C

Sorprende cuánta polémica puede causar un cambio de puerto en un dispositivo, sobre todo cuando se trata de Apple. El iPad no está exento de controversia y ha causado todo tipo de conversaciones a favor y en contra de esta pequeña pero importante modificación.

Desde un punto de vista “computacional” el puerto USB-C hace mucho sentido. Si el iPad no es sólo una pantalla grande para consumir contenidos, sino un dispositivo capaz de reemplazar un portátil, entonces es buena idea que se comunique con todo tipo de accesorios y periféricos.

Es una decisión que requiere cierto nivel de valentía, sobre todo considerando el inmenso y muy maduro ecosistema de accesorios Lightning. Dicho eso, el cambio abre el dispositivo a un mundo de posibilidades que crece cada vez más rápido y que se ajusta mucho más a la “universalidad” y “expansibilidad” que Apple pretende con este iPad Pro, después de todo, es una computadora, que hace más que una computadora.

Conectas un teclado USB-C y funciona, adaptadores con tarjetas lectoras de memoria y otros soportes más, que normalmente usábamos en un Mac o en una PC ahora funcionan, sin más. Sin configuración extra, con un detalle importante: el puerto soporta salida de audio digital, pero también analógica, que es clave para ciertos usos.

También se puede conectar monitores externos con resolución de hasta 5K. Esa es la buena noticia, la mala es que iOS limita mucho su uso y es decisión del desarrollador lo que se muestra en la pantalla secundaria. Algunas apps han hecho implementaciones, la mayoría no, en ese caso, es simplemente un espejo. Nada de escritorios expandidos y decidir qué enviar al monitor conectado como hace cualquier Mac desde hace 20 años.

La pregunta número uno que he recibido con relación al puerto USB-C, naturalmente, es: ¿qué sucede si conectas una memoria externa? La respuesta: nada. Es un ejemplo más de lo extremadamente frustrante que puede llegar a ser iOS.

Ejemplo: Estás de viaje, trabajando, necesitas acceder a archivos que solamente que están en una memoria USB-C, sacas el iPad Pro, esta maravilla de la tecnología, más rápida que el 92% de los portátiles usados en la actualidad no es capaz de entenderse con una simple memoria externa: lo conectas y no pasa nada. La aplicación Archivos no muestra el dispositivo externo y mucho menos accede a sus contenidos. Hay que buscar, descargar y usar una app de terceros que sea capaz de hacerlo.

Lo que sí es capaz de hacer es importar fotos que estén en la memoria, pero sólo a la aplicación de Fotos por lo que usuarios de Lightroom y otras apps tendrán que complicarse un poco. Todo lo anterior puede ser resuelto con actualizaciones de sistema, pero no tenemos idea cuándo sucederá, o si llegarán a levantar estas restricciones extrañas.

Smart Keyboard Folio

Apple ha rediseñado el teclado del iPad. Se resume en:

1. Mejor sujeción. El nuevo Smart Keyboard también cubre la parte posterior del iPad y se sujeta de forma muchísimo más firme con decenas de imanes. Es una gran noticia para quienes tecleamos horas y necesitamos un “modo laptop” que no sea inestable cuando está sobre las piernas. (No por nada lap top en inglés significa, literalmente, “sobre las piernas”).
2. Dos ángulos de visión para escribir. Bien, pero en comparación con la competencia, se queda corto, tanto Google en su Pixel Slate como Microsoft en sus Surface permiten cualquier ángulo.

El Smart Keyboard es sujeto de muchísimas críticas. No es un teclado convencional y el recorrido de las teclas no es el que se espera porque el material es distinto y el mecanismo general es diferente.

Pero a mí me resulta de los teclados más cómodos que he usado en mucho tiempo. Me encanta cómo se siente la textura, que pesa poquísimo y cómo funciona como protector del iPad. Esta nueva versión hace que la sensación de recorrido de las teclas sea aún mejor, es poco perceptible, pero definitivamente se siente mejor.

Apple Pencil

El nuevo iPad Pro incluye un nuevo Apple Pencil con una nueva forma de emparejar, nueva forma de cargar y nueva forma de guardar. Visto en retrospectiva parece que es la forma correcta en que debió funcionar desde el día uno. El modelo anterior totalmente cilíndrico, recordaba a un bolígrafo. El modelo actual es claramente un lápiz con uno de sus lados plano, para que no ruede por toda la mesa.

El diseño también se ha simplificado en el sentido que no le hace falta tapa para el puerto Lightning, porque por obvios motivos, ya no lo puede usar. Ahora por medio de imanes, queda sujeto a un borde del iPad Pro y al mismo tiempo se carga. De hecho es la forma en que se empareja por primera vez, lo cual ocurre en, literalmente, tres o cuatro segundos. Además, es un poco más pequeño.

Hay tres mejoras evidentes en relación al nuevo Apple Pencil:

1. Sin puerto Lightning no hace falta una tapa, por lo tanto es una parte menos que seguramente se va a perder
2. Ahora el Apple Pencil está mucho más accesible, siempre sujeto al iPad Pro. Deja de ser un accesorio que está "por ahí", con probabilidades de que se pierda o no tenerlo a mano cuando lo necesitas.
3. Debido a que está siempre sujeto al iPad Pro, siempre está cargado pues se hace de forma inductiva. Adios a esa forma super torpe de conectar el Pencil al puerto Lightning del tablet.

Detalle importante: los viejos Apple Pencil no son compatibles con los nuevos iPad Pro, pero esto no debería ser sorpresa para nadie, al tener diferentes puertos, ya no se puede cargar ni emparejar.

Notas Extra

* Face ID funciona aún mejor que en el iPhone. Además de modo horizontal, funciona un poco más rápido y tiene indicadores visuales si, al sostener el iPad, tapas una de las cámaras
Apple parece estar poniendo mucha más atención a la calidad de sonido en todos sus dispositivos y este iPad Pro no es la excepción. Ahora los altavoces agudos (tweeters) y graves están separados además de ofrecer estéreo de gran amplitud.
La cámara trasera es totalmente nueva. No corresponde a ningún iPhone previamente lanzado, lo cual es curioso. No tiene modo retrato como el XR pero sí soporta SmartHDR, gracias al A12X.
La cámara delantera sí que tiene modo retrato.
Apple ha eliminado el jack de 3.5mm para conectar auriculares.

Conclusión

Me pregunto si iOS 13 traerá todas esas mejoras que esperamos, si tanto poder de procesamiento, además de ese cambio a USB-C —con todas las nuevas posibilidades que brinda—, tendrá una justificación futura en forma de sistema operativo que nuevamente ponga en sincronía hardware con software.

Durante años hemos justificado, en parte, las limitaciones del iPad en los desarrolladores de apps que no parecen tener interés en hacer software profesional para la plataforma, pero el tiempo ha evidenciado que el problema está del lado de Apple y un sistema operativo que se queda pequeño para tanta máquina.

Recomendar la compra de un iPad Pro, sobre todo con la subida de precios que ha traído esta generación, basado en lo que podría llegar con iOS 13 sería una irresponsabilidad. Aquellos interesados en el producto tendrán que analizar qué tipo de actividades realizan en su día a día y así tomar la decisión de si vale la pena reemplazar la computadora o el portátil que actualmente usan.

Dicho eso, es imposible no tomar en cuenta que por 799 dólares u 879 euros se puede obtener uno de los productos más rápidos, más bonitos, más redondos y más completos del mercado, en términos de hardware. Me parece una muy buena relación calidad/precio.

Hoy el iPad Pro está limitado por sí mismo, pero no siempre tiene que ser así. Es posible que en unos meses estemos hablando de un cambio significativo que haga de este producto el reemplazo definitivo al Mac y un representante digno del futuro de la computación. Esperemos que así sea.

Pros

  • Extremadamente potente Uno de los diseños más bonitos jamás hechos por Apple El muevo Apple Pencil es aún mejor USB
  • C

Contras

  • iOS, en su actual forma, limita un dispositivo tan poderoso Esas limitaciones son extremadamente frustrantes * USB
  • C capado * El aumento de precio

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