Medio siglo después de escuchar por primera vez su enunciado, la vigencia de esta norma queda más que comprobada. Aunque en los últimos años todo tipo de expertos, y la evolución del mercado, ha puesto en cuestión la validez de la misma. Esta es la la ley de Moore y su reflejo en el mundo tecnológico.

Más que una ley, se basa en una predicción del propio autor. Una vez sintetizada, nos quedaríamos con la siguiente observación:

La complejidad de los componentes se ha multiplicado aproximadamente por 2 cada año. A corto plazo, se puede esperar que esta tasa se mantenga o incluso que aumente. (...) Es decir, en 1975 el número de componentes en cada circuito integrado de bajo coste será de 65.000. Creo que un circuito tan grande puede construirse en una única oblea de silicio.

Explicado de manera más simple, la ley de Moore intentó —y acertó— al predecir la evolución de los procesadores, introduciendo el concepto de la miniaturización en la tecnología. Conforme se iba reduciendo el tamaño de los procesadores y aumentaban su potencia, la tecnología pudo hacerse cada vez más pequeña, mientras aumentaba su rendimiento de manera exponencial.

Como Intel suele ilustrar, la ley de Moore aplicada a otros ámbitos nos llevaría a, por ejemplo, tener coches del tamaño de una hormiga si su tamaño se redujeran al mismo ritmo que los transistores de los procesadores. O a comprar casas al mismo precio que un caramelo si sus precios experimentaran una bajada de similares características.

Historia y aplicación de la ley de Moore

Antes de fundar una de las compañías de tecnología más importante del mundo, Intel Corporation, Gordon Moore enunció esta ley que durante 50 años ha sido un pilar fundamental para entender el paradigma actual. El 19 de abril de 1965 un joven Moore escribió un artículo en la revista Electronics donde mostraba su visión sobre el futuro de los componentes en los circuitos integrados.

Después de haber observado el desarrollo de la tecnología en los años anteriores, Moore descubrió que cada año se duplicaba el número de transistores que formaban parte de un circuito. Al mismo tiempo, aumentando la capacidad de los mismos. Una observación que se adelantó casi 10 años a los primeros microprocesadores que se fabricaron.

Esta observación prosiguió cumpliéndose, haciendo que la ley de Moore se convirtiera en un modelo de crecimiento de la tecnología. El gráfico muestra cómo cada hito de evolución de procesadores ha coincidido con la predicción. Desde 1970, año de lanzamiento del Intel 4004, hasta 2010.

Ley de Moore
Evolución del número de transistores de procesadores Intel vs la ley de Moore (WIkipedia)

En 1975, 10 años después de que su observación, George Moore tuvo que reformular —o al menos, puntualizar— su ley debido al crecimiento vertiginoso de la tecnología de los circuitos integrados. De tal forma que, cambió el factor de crecimiento en el tiempo para ajustarlo al crecimiento real del mercado, quedándose en dos años en vez de uno.

Pero al igual que con la ley de Metcalfe, todas las leyes tienen sus críticos e incluso barreras que las invalidan por completo. El propio Moore se encuentra entre estos, ya que desde sus inicios advirtió que, a largo plazo, la tasa de crecimiento no es tan predecible.

Él estableció que la constante tan solo se daría hasta diez años vista. Recientemente, Gordon Moore incluso reapareció para explicar que su ley estaba más que muerta. Sobre todo por las limitaciones técnicas de la fabricación de los microprocesadores actuales. Esto hace que sus arquitecturas tengan un techo de evolución. Aunque la aparición de procesadores ARM de Apple y Qualcomm ha puesto patas arriba a la industria. Fue entre 2015 y 2020 donde la ley de Moore perdió validez, y un poco de importancia, tal como predijo su propio autor.

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Aunque difícil de comprender por su aparente complejidad, la ley de Moore es uno de esos pilares básicos para entender la tecnología. ¿El futuro? Aunque no se cumpla lo dicho por Moore, los procesadores seguirán miniaturizándose incluso con saltos cuantitativos nunca vistos, utilizando entre otras tecnologías la computación cuántica.