Una de las consecuencias más temidas del avance del calentamiento global es la fusión de los casquetes polares y el consiguiente aumento que se daría en el nivel del mar. Aunque se trata de un fenómeno lógico, nunca se ha introducido como un factor más en los modelos computacionales que se usan para predecir la evolución del cambio climático en el planeta.

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Por eso, investigadores de la Universidad de Arizona, trabajando en el marco del Proyecto de Modelización y Observaciones Climáticas y de Carbono en el Océano Antártico (SOCCOM por sus siglas en inglés), han modificado estos modelos, añadiendo como factor la fusión de la capa de hielo de la Antártida. Sus resultados, que han sido publicados hoy en Nature, confirman algo que ya se sabía, pero también añaden nuevas consecuencias hasta ahora desconocidas.

Un nuevo participante en la batalla del cambio climático

El calentamiento global se rige como un ciclo en el que algunas de sus consecuencias se convierten en factores desencadenantes de nuevos resultados. Este es el caso de la fusión de la capa de hielo de la Antártida. A causa del aumento de las temperaturas del planeta esta capa congelada se está derritiendo cada vez más deprisa, dando lugar a un aumento paulatino del nivel del mar. ¿Pero cómo afecta a otros parámetros implicados en el cambio climático?

Esta es la pregunta que se planteó resolver el equipo de Joellen Russell, al añadir este nuevo factor a una de los modelos computacionales más actuales sobre el cambio climático. A través de este programa, se analizó la evolución global del clima, desde 1950 hasta 2100. El proceso se realizó dos veces, teniendo en cuenta la fusión de la capa de hielo y sin hacerlo, con el fin de poder comparar resultados.

De este modo, observaron que se daría el ya conocido aumento del nivel del mar, pero también se modificaría el calentamiento atmosférico, que se ralentizaría aproximadamente unos diez años. Esto puede parecer una buena noticia, y en parte lo es, pero se debe tener en cuenta que el aumento del nivel del mar sería aún más intenso de lo que se había predicho con anterioridad. Concretamente, calcularon que para 2100 el nivel del mar podría aumentar un metro, en vez de los 76 centímetros que vaticinan los modelos anteriores. Aunque la diferencia puede parecer poca, lo cierto es que las consecuencias serían realmente preocupantes.

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Por otro lado, también cambiaría el régimen de las precipitaciones, ya que el cinturón de lluvia tropical se desplazaría hacia el hemisferio norte, de modo que el clima en este hemisferio sería un poco más húmedo de lo previsto, mientras que el del sur sería un poco más seco.

Un aislante de agua dulce

Según los autores del estudio, este bloqueo de las temperaturas atmosféricas podría deberse al hecho de que el agua dulce que se va situando sobre la capa de hielo actuaría como barrera para el calor del océano, de modo que no pasaría hacia la atmósfera.

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Otro equipo, también del SOCCOM, ha liberado flotadores robóticos en todo el océano Antártico, con el fin de medir parámetros como la salinidad y la temperatura, a la vez que se analiza información biológica y química de interés. Una vez que estos terminen de realizar las mediciones, el equipo de Russell utilizará sus resultados en busca de nuevos factores para añadir a los modelos. Gracias a estas mediciones más precisas, los científicos y la población sabremos a qué nos enfrentamos realmente. Y ese es un paso muy importante para combatir el cambio climático.