Soy un firme defensor de las máquinas virtuales, la manera más segura de probar aplicaciones, configuraciones y sistemas operativos sin miedo a que tu computadora o sistema operativo principal sufra un percance.

¿Que algo va mal? Pues recuperas la instantánea que creaste y todo volverá a estar bien en la máquina virtual.

Las soluciones más conocidas para crear máquinas virtuales son VirtualBox y VMware pero hay más opciones, como la tecnología Hyper-V de Microsoft, integrada en Windows.

Una máquina virtual permite ejecutar software en un entorno estanco y seguro, ideal para desarrolladores y programadores. Y pensando en ello, Microsoft ofrece sus propias máquinas virtuales ya configuradas.

Sin letra pequeña

El propósito de estas máquinas virtuales es probar sus navegadores Microsoft Edge y las versiones 8 a 11 de Internet Explorer. En la práctica, también es posible probar Windows en sus versiones 7 a 10. No todas las características disponibles pero sí las más importantes.

Y aunque el límite de tiempo de la máquina virtual es de 90 días, la propia página de descarga nos recomienda crear instantáneas o snapshots en inglés para que el tiempo de testeo se alargue un poco más.

La descarga es gratuita y adaptada a la herramienta que utilices para virtualizar, como VirtualBox (Windows, Mac, Linux), VMware (Windows, Mac), Hyper-V (Windows), Parallels (Mac) o Vagrant (Windows, Mac, Linux). Además, a diferencia de otras iniciativas de Microsoft para desarrolladores, no necesitas registrarte. Descargar y punto.

De esta manera, basta con descargar la máquina que elijas, extraerla del archivo ZIP, colocarla en la carpeta correspondiente e importarla desde tu herramienta de virtualización, en Windows o macOS.

Requisitos y licencia

Por lo demás, deberás tener en cuenta las especificaciones de las máquinas virtuales, como tener espacio suficiente para albergar varios gigabytes en tu computadora. Por ejemplo, la máquina virtual de Windows 10 ocupa más de 4GB comprimida.

Por otro lado, la máquina debe tener capacidad para emular entre 1024 y 2048MB de RAM, por lo que deberíamos tener más del doble de RAM real para que ambos sistemas operativos funcionen de manera fluida.

En caso de duda sobre la configuración de la máquina virtual y de la instalación, Microsoft nos facilita un breve manual de instrucciones.

Si echas un vistazo al documento, notarás que gran parte del mismo contiene las habituales licencias de usuario, donde se estipula que el propósito de las máquinas virtuales debe limitarse a realizar pruebas. Es decir, en principio no puede usarse en el día a día y menos en entornos profesionales como sistema operativo principal.