Para el usuario corriente o para iniciarse en Linux, una de las mejores distribuciones a tener en cuenta es Ubuntu. Con más de 10 años a sus espaldas, Ubuntu Linux ofrece todo lo necesario para disfrutar de Linux en nuestra computadora sin necesidad de acudir al terminal.
Fácil de instalar, de configurar y actualizado constantemente, Ubuntu es un sistema operativo para todos los públicos que, además, puede convivir sin problemas con Windows.
Hay muchas maneras de instalar y de usar Ubuntu: instalarlo en tu computadora junto con Windows en discos o particiones separadas, usarlo desde un CD/DVD, pendrive o disco externo o, la opción que trataremos hoy, a través de una máquina virtual.
Las principales ventajas de usar Ubuntu en Windows mediante una máquina virtual es que no necesitas particionar ni tocar el disco duro principal, y puedes usar ambos sistemas operativos al mismo tiempo.
La desventaja es que el rendimiento de Ubuntu no será tan rápido como si funcionara en solitario, pero con un equipo decente apenas se nota la diferencia.
Veamos cómo instalar Ubuntu en las máquinas virtuales gratuitas más recomendables. Partimos de la base que tienes una computadora con Windows instalado, no importa la versión.
Ubuntu en Windows con VirtualBox
Personalmente, VirtualBox es la máquina virtual más completa, gratuita y compatible con cualquier sistema operativo.
Por otra parte, en el caso de sistemas operativos populares como Windows, Ubuntu y otras distribuciones, si contamos con una computadora actual y/o potente podremos aprovechar las novedades gráficas y ver el escritorio de Ubuntu como lo veríamos si lo instaláramos directamente en nuestro ordenador.
Tras instalar VirtualBox, la preparación de la máquina virtual es muy simple. Abrimos VirtualBox, en la ventana principal elegimos Nueva, le damos un nombre y seleccionamos Linux y Ubuntu (32 o 64 bits según tu procesador).
Con dejar marcadas las opciones por defecto es más que suficiente (RAM, disco duro y memoria gráfica). Ten en cuenta que si te excedes con los recursos de la máquina virtual, tu computadora se resentirá. Con las opciones mínimas por defecto Ubuntu funcionará bien. Además, siempre estás a tiempo de cambiar esos parámetros cuando la máquina virtual esté apagada.
Una vez la máquina ha sido creada, tendremos que descargar el instalador de Ubuntu y cargarlo en la máquina desde Parámetros > Almacenamiento > Unidad óptica.
Luego encendemos la máquina virtual y veremos cómo arranca como un PC real y lee la unidad CD/DVD virtual, donde está el instalador de Ubuntu.
A partir de aquí sólo tenemos que seguir las instrucciones de Ubuntu. A diferencia de una instalación real, no tenemos nada de que preocuparnos. Seguimos los pasos sin miedo a perder archivos ni configuraciones, pues Windows y tus documentos seguirán intactos.
Una vez hemos instalado Ubuntu, ya podemos desactivar la unidad óptica o quitar el instalador de Ubuntu y, si queremos aprovechar todas las opciones de integración de Ubuntu en Windows deberemos instalar las VirtualBox Guest Additions. Las encontrarás en la ventana de la máquina virtual, en el menú Devices > Install Guest Additions CD image.
Desde Ubuntu tendrás que abrir el ejecutable si no lo hace automáticamente. Lo encontrarás en la unidad de disco óptico virtual. Tras instalar ese software y reiniciar, si tu tarjeta gráfica lo admite, verás Ubuntu con todos sus efectos gráficos activados.
Ubuntu en Windows con VMware Workstation Player
Junto con VirtualBox, VMware es una gran herramienta de virtualización. Su versión gratuita, VMware Workstation Player, nos permite crear máquinas virtuales en un entorno más sencillo que en su versión profesional y de pago. Eso sí, esta versión Player es gratuita solo para uso personal, no comercial.
Tras instalar VMware Workstation Player, deberemos crear una máquina virtual. Para ello, basta con ir a la ventana principal y hacer clic en Create a New Virtual Machine.
En el asistente para crear la máquina virtual nos pedirá el instalador del sistema operativo a virtualizar. Si ya lo tenemos, podemos crear la máquina con Ubuntu instalado, dos pasos en uno. Tan sólo nos preguntará un nombre y usuario para crear la cuenta principal de usuario.
Otra opción es indicarle que instalaremos Ubuntu más tarde marcando I will install the operative system later. Así, configuramos la máquina virtual y luego ya instalamos Ubuntu.
Tal y como hicimos con VirtualBox, dejamos las opciones por defecto que nos ofrece VMware. Más tarde ya cambiaremos los parámetros si vemos que la máquina virtual no funciona tan rápido como quisiéramos.
Ubuntu en Windows con Virtual PC
Aunque ya no se actualiza, Microsoft también tiene su propia herramienta para crear máquinas virtuales. Compatible con Windows XP, Vista y 7, Microsoft Virtual PC está pensado para crear principalmente máquinas virtuales de Windows dentro de Windows, pero también nos servirá para instalar Ubuntu.
Una vez instalado Virtual PC, tendremos que ir a la carpeta de máquinas virtuales (Virtual Machines) desde el Explorador de Windows. En la barra de opciones veremos Create virtual machine o Crear máquina virtual.
Se abrirá una nueva ventana donde veremos los elementos de hardware que VirtualPC simulará mediante software. Podemos dejar las opciones por defecto. Simplemente, en la unidad DVD deberemos abrir la imagen ISO de Ubuntu que hemos descargado previamente.
La máquina virtual se iniciará y mostrará el asistente de instalación de Ubuntu. Seguimos los pasos con la configuración por defecto y, al finalizar, tendremos Ubuntu virtualizado en Virtual PC. Si algún elemento no funciona, sólo tendremos que cambiarlo en la configuración de la máquina virtual hasta encontrar la opción adecuada.
Ubuntu en Windows 10 con Hyper-V
Las versiones más recientes de Windows, básicamente Windows Server 2008 y Windows 10, integran su propia herramienta de virtualización.
La tecnología Hyper-V sustituye Virtual PC para emular una máquina virtual con Windows o Linux.
Para usarla, deberemos contar con Windows 10 de 64 bits en sus versiones Enterprise, Professional o Education (Home no sirve) y activar la opción, que por defecto viene desactivada. El modo más rápido es desde la consola de comandos CMD en modo Administrador (clic derecho en PowerShell y elegir la opción correspondiente) y teclear la orden Enable-WindowsOptionalFeature -Online -FeatureName:Microsoft-Hyper-V -All. Si todo va bien se abrirá una ventana para instalar Hyper-V.
Otra opción es ir a Panel de Control > Programas > Programas y características > Activar o desactivar las características de Windows y marcar la carpeta Hyper-V. Tras hacer clic en Aceptar se instalará.
Una vez instalado Hyper-V, ya podemos crear una máquina virtual. Abrimos Hyper-V Manager y vamos a Action > New > Virtual Machine. Seguimos los pasos para darle un nombre, le asignamos memoria (2GB es el valor recomendado en RAM y 50GB en disco duro) y en Installation Options podemos elegir entre instalar ya Ubuntu o dejarlo para luego.
Una vez creada la máquina virtual podemos arrancarla e instalar Ubuntu siguiendo las instrucciones del asistente, como hemos visto en los apartados anteriores.
Bonus: Ubuntu en Windows 10
Recientemente, Microsoft ha incluido la posibilidad de instalar Ubuntu en Windows 10 a través de la Windows Store. Sin embargo, hay mucha letra pequeña en este anuncio.
En primer lugar, no instala Ubuntu entero, solo el Terminal para ejecutar algunos programas en modo texto como bash, ssh, git o apt. Además, necesitas Windows 10 de 64 bits y habilitar la opción Windows Subsystem for Linux desde Panel de Control > Programas > Programas y características > Activar o desactivar las características de Windows.
Para el usuario corriente, esta opción de poco sirve. En el futuro, quién sabe, si Ubuntu en modo texto funciona en Windows por qué no algún día habilitar el modo gráfico y así usar aplicaciones Linux en modo prácticamente nativo.
En cualquier caso, si quieres usar Ubuntu en Windows sin reiniciar ni particionar, las máquinas virtuales que hemos visto son las mejores opciones y a coste cero.