El HomePod, la propuesta de altavoces inteligentes de Apple finalmente llega a España y México con Siri en español y mejoras vía software desde su lanzamiento original, incluyendo hacer y recibir llamadas, configurar varios temporizadores y soporte de Atajos de Siri."Oye Siri, quiero escuchar canciones felices". Así suelen arrancar las tardes o noches cuando llego a casa. Un comando de voz, muchas veces desde bastante lejos, es suficiente para que suene música acorde a mi estádo de ánimo, o el estado de ánimo que necesito en ese momento.

La llegada del HomePod a mi casa ha cambiado mi dinámica con el ecosistema de Apple, con la forma en que interactúa con la mayoría de mis dispositivos inteligentes y de cierta forma, la manera en la que escucho música.

HomePod es, al mismo tiempo, tanto el futuro como la mayor pesadilla de Apple. Es una "vista previa" de lo que significa tener siempre disponible un asistente de voz capaz de responder preguntas, hacer llamadas, contestarlas, encender, apagar luces y otros aparatos en casa, poner música, cambiarla o pausarla, pero también —al menos en su estado actual— demuestra los profundos e inexplicables fallos que sigue teniendo Siri y cómo Alexa de Amazon o Google Assistant siguen siendo muy superiores.

El HomePod finalmente llega a España y México, con Siri en español y funciones que no estaban disponibles durante su lanzamiento original, incluyendo el emparejamiento de dos altavoces para sonido estéreo, AirPlay 2 y otras cosas como hacer o contestar llamadas y fijar varios temporizadores, entre otros.

"El mejor altavoz que puedes conseguir por 350 dólares/euros"

Durante su lanzamiento original -y limitado a tres países (Australia, Reino Unido y Estados Unidos)-, la mayoría de los análisis publicados sorprendían por la calidad del sonido, considerando el precio y tamaño. Aquellos días un análisis publicado en Reddit se popularizó, pues el autor aseguraba que el HomePod se escuchaba mejor que altavoces de más de mil dólares. Phil Schiller lo mencionó en Twitter convirtiéndose en el héroe del mundo del sonido durante 24 horas. Horas más tarde, sin embargo, tuvo que retractarse, pues sus mediciones eran incorrectas.

La ciencia detrás de las reseñas de equipo de sonido de alta gama, a medida que aumenta el precio, deja de ser exacta y empieza a ser sumamente interpretativa. Es fácil detectar que un altavoz o unos auriculares de 20 dólares suenan mal, pero resulta muchísimo más complicado encontrar las diferencias en productos que oscilan los 1.000, 2.000 o 3.000 dólares de precio.

Una buena forma de entenderlo es con este video de Casey Neistat, donde explica cómo es muy fácil de detectar las diferencias de calidad entre una cámara de fotos de 300 dólares versus una de 1.000, pero es muchísimo más difícil verlas entre una de 3.000 versus una de 6.000 dólares.

Con el audio, además, las apreciaciones suelen ser extremadamente subjetivas, además de estar condicionadas por elementos externos y ajenos al producto. No es lo mismo escuchar música en una habitación de 10 o 15 metros cuadrados con buena insonorización y los altavoces posicionados correctamente, que en un lugar con ruido, eco o con paredes construídas con materiales poco absorbentes.

Ejemplo: Es habitual leer o escuchar recomendaciones donde se asegura que los auriculares con cancelación activa de sonido suenan mejor que otros. En realidad no es el caso, sino que una vez que se retiran sonidos externos, las personas son capaces de apreciar más matices, generando una sensación de mayor calidad.

Sin embargo, la realidad es que los auriculares con cancelación activa de sonido suelen sonar peor que aquellos que no la incorporan pero tienen precios similares —es decir, 300 o 400 dólares/euros—.

Es simple lógica matemática: unos auriculares de diadema de 300 dólares/euros tendrán componentes superiores a aquellos con cancelación de sonido activa, pues estos necesitan un mayor número de componentes para eliminar el sonido. Si además establecemos un margen de ganancia similar en ambos productos, la única forma de resolver la ecuación implica comprometer sensiblemente la calidad del sonido en los auriculares con cancelación de ruido.

Estas dos condiciones, es decir, la percepción de calidad con precios altos y la subjetividad a la hora de apreciar el sonido hacen que productos de audio hacen que evaluar este tipo de productos siempre sea complicado.

En el caso del HomePod, hay un condicional extra que hace aún más difícil compararlo con otros productos, y es que Apple está haciendo con el sonido lo mismo que hizo con la fotografía en el iPhone: manipulación computacional. Me explico: las fotos en los smartphones de la compañía son tan buenas porque hay asistencia desde el procesador. En el iPhone XS se realizan un billón de cálculos cada vez que se toma una foto -para la estabilización, para elegir el momento adecuado, para balance de blancos y para tomar decisiones del rango dinámico que se use en la foto-. Con los altavoces de la compañía ocurre algo parecido. Cada uno tiene un procesador A8 de Apple (el que está en los iPhone 6) que hace una serie de cálculos en tiempo real con los que toma diferentes decisiones e intenta que el sonido se escuche mejor independientemente del lugar en el que esté el dispositivo y la posición desde la que se escucha.

Entonces, claro, todo cambia: ya no se trata únicamente de la calidad de los componentes que emiten sonidos en el HomePod. Ahora hay una serie de cosas —y no son pocas— que suceden durante la reproducción de audio.

1. Detección espacial: es decir, el HomePod hará un cálculo de dónde está posicionado en una habitación, distancia con paredes, techo, suelo y objetos presentes.
2. Basado en lo anterior hace un balance acústico para intentar que el sonido se escuche bien independientemente de dónde estás escuchando.
3. Separación de sonidos: se intenta que las voces e instrumentos principales se dirijan a los sonidos centrales; los demás se tiran hacia los lados para que reboten en las paredes y causen sensación ambiental.
4. Si se emparejan dos HomePod en modo estéreo, se encarga de detectar la posición física entre uno y otro para balancear correctamente el sonido.

Esta "manipulación" —en el buen sentido de la palabra— computacional hace que la percepción de calidad sea bastante superior, porque la experiencia general de escuchar música es mejor. La mejor forma de describirlo sería que, la primera vez que escuches una canción en un HomePod notarás mucho mejor la separación individual entre instrumentos y la voz. Eso siempre es bueno, porque te ayuda a apreciar mejor lo que suena.

En otros componentes de otras marcas -o en sistemas de sonido surround de cine en casa-, la calibración del sonido en base a la posición física de los altavoces es un proceso largo y sumamente engorroso, tanto que pocos lo hacen. Audyssey es uno de los más comunes, y requiere el uso de un micrófono posicionado donde "habitualmente se escucharían los sonidos" con un largo cable conectado al amplificador y una serie de pasos que no son del todo exactos. ¿Mueves un componente? Empieza la configuración desde cero.

Sonos tiene un paso medio llamado TruePlay que requiere un iPhone y mover el smartphone hacia arriba y hacia abajo caminando pot toda la habitación. Nuevamente, pocos lo hacen.

Con el HomePod nada de esto hace falta, pero el proceso aún así se hace, tantas veces como sea necesario. Debido a que tiene un acelerómetro, si detecta que se ha movido, inicia en silencio la configuración, y así mantiene la calidad del sonido.

Apple no ha escatimado en componentes de hardware. El HomePod tiene siete altavoces de agudos, cada uno con su propio amplificador. Están posicionados en la parte baja del dispositivo para intentar que las ondas no reboten en la superficie. El altavoz de graves, en cambio está en al parte superior, dirigido hacia arriba con el objetivo de buscar mayor amplitud. Además le han incluido seis micrófonos apuntando hacia afuera y un séptimo interno que hace de ecualizador y así ajustar siempre la respuesta. Además tiene un diafragma que se mueve hasta 20 milímetros, lo cual ayuda a que destaque más, independientemente del volumen.

Apple asegura que, en caso de que se emparejen dos dispositivos, hay "mayor amplitud de graves y una reproducción más potente y precisa de las frecuencias bajas".

En nuestras pruebas, durante varios días escuchando música con un solo HomePod la mejora en percepción de calidad general era buena, pero con dos equipos conectados entre sí, la experiencia se eleva a otro nivel. Un nivel que, claro, cuesta 700 dólares o euros. No obstante, esa cifra se relativiza si se compara con otros equipos cualitativamente similares, cuyo precio supera los 1.000 dólares/euros -y, además, prescinden de elementos inteligentes como lo anteriormente descrito o Siri-.

En relación a otros altavoces inteligentes, es decir, comparado con Google Home, Amazon Echo o Sonos, no hay mucho que decir: Apple es superior con un amplio margen. Algunos dicen que el Google Home Max suena bien, pero en realidad se trata de la percepción errada que "mucho bajo" es "buena calidad de sonido", y no.

En el mismo lugar donde he estado probando los HomePod tengo dos Sonos Play:1, un Sonos Beam funcionando con un Sub, un Sonos One y un par de Sonos Play:5. Los únicos capaces de acercarse en calidad de sonido son estos últimos, que casualmente han sido mi elección de altavoces "conectados" durante siete años y a los que le tengo mucho cariño y aprecio porque en muchos sentidos fueron pioneros. Pero, claro, requieren de calibración TruePlay y cuestan casi 200 dólares/euros más – y sin asistente virtual, además–.

"Oye Siri, me voy a dormir"

Así como es casi mágico decir "Oye Siri, quiero escuchar canciones felices" también lo es decir "Oye Siri, enciende las luces del salón" u "Oye Siri, apaga el ventilador". Es sumamente cómodo tener un dispositivo que es capaz de escucharme en casi toda la casa y al que le puedo dar comandos, no solo de lo que quiero escuchar, sino que también sea capaz de manipular dispositivos inteligentes, siempre y cuando sean compatibles con HomeKit.

También es lo suficientemente inteligente como para entender cuando se le pide que reproduzca algo en algún altavoz particular de la casa, sea o no sea un HomePod. Solamente necesita ser compatible con AirPlay 2. Por ejemplo, le puedo decir a Siri "reproduce esta canción en la habitación", donde hay un Sonos One, y lo hace de manera natural.

Cada vez son más las compañías que hacen altavoces y reproductores de audio e integran AirPlay 2, incluyendo a Bang & Olufsen, Libratone, Naim, Denon, Pioneer y algunos productos recientes de Sonos.

Otra cosas, como hacer o recibir llamadas en el HomePod y aprovechar sus micrófonos, funcionan bastante bien. Esto es algo que, como explicaba al inicio de esta reseña, llegó por medio de una actualización de sistema. El poder caminar por toda una habitación y hablar sin alzar la voz es bienvenido.

También han activado, finalmente, la opción de tener varios temporizadores configurados con su propio nombre. Simplemente hay que pedírselo a Siri y se encarga de avisarte.

Sin embargo, la magia y la comodidad se acaba rápido con Siri, y ese es el mayor problema que tiene el HomePod. Hay cosas en las que el asistente de voz de Apple es muy efectivo, sobre todo con el lenguaje natural, pero hay momentos de frustración que son mucho más frecuentes de lo que me gustaría -y que ponen en evidencia algunas limitaciones muy profundas en el ecosistema de Apple-.

Siri es capaz de encender y apagar luces, ventiladores, termostatos, aires acondicionados e incluso subir y bajar persianas por toda la casa, pero, por ejemplo, es incapaz de encender el Apple TV. "Oye Siri, abre Netflix en el Apple TV" es un comando que no entiende, en contra de toda lógica. En realidad cualquier comando que tenga que ver con el Apple TV, como encender o apagarlo. Nada.

Las dos preguntas siguientes sólo funcionan con Siri en inglés, pero, con el tiempo, llegarán a la versión en español:

"Oye Siri, quiero ver Stranger Things en el Apple TV del salón"
"Oye Siri, quiero ver la película Arrival en el Apple TV del salón"

Sin embargo, si tomo el control remoto del Apple TV y le hablo a Siri desde ahí, pidiéndole exactamente lo mismo, ¿qué creen? Funciona. Que Apple no haya integrado ese tipo de comandos tan naturales en el HomePod es algo que me supera.

Pedir en voz alta a Siri que haga cosas en el Apple TV es algo tan natural, que me he visto a mí mismo, en innumerables ocasiones diciendo "Oye Siri, enciende el Apple TV" mientras camino hacia el sofá. Más una vez lo he dicho varias veces, pensando que no me ha entendido, solo para recordar que en realidad es algo que el HomePod es incapaz de hacer.

Si voy caminando hacia mi salón pidiéndole a Siri en voz alta que apague las luces, es lo más normal del mundo que, acto seguido, le pida que encienda el Apple TV y vaya poniendo una serie. Es importante aclarar que Google Assistant y Alexa sí son capaces de hacer lo anteriormente descrito con sus dispositivos conectados a la TV.

Durante los primeros día de prueba tuve un problema importante: Siri en español era incapaz de reconocer la mayoría de canciones en inglés que quería escuchar. Mencionar nombres de grupos o artistas en inglés era un problema, y pedirle canciones largas como Where The Streets Have No Name de U2 o The Road Leads Where It's Lead de Secret Machines fianlizaba, el 100% de las veces, con Siri diciendo que no lo entiende.

Después de estar en contacto con Apple y explicar esta situación, el problema ha sido resuelto. Nuevas pruebas con canciones largas, cortas, artistas conocidos, indies, poco conocidos y hechas por diferentes personas en Hipertextual, nos dejó claro que Siri en español es, ahora sí, mucho más eficiente en el reconocimiento de canciones en inglés. Así que, tras su lanzamiento el viernes 26 de octubre en España y México, los consumidores no tendrán ese problema.

Otro de los errores que tiene Siri en el HomePod es la incapacidad de reconocer a diferentes personas y el no poder emparejar más de un smartphone. El dispositivo es capaz de leer y contestar mensajes, recitar pendientes o mencionar las citas que tengo en mi calendario. Pero es un atentado a mi privacidad, pues cualquier persona podrá hacerlo, no solo yo.

Da igual si mi iPhone está en otra habitación. Al estar conectada a la misma red local, si algún visitante sabe que puede escuchar mis mensajes desde el HomePod si yo estoy en otro lado de mi casa, solo tiene que pedírselo a Siri, la cual responderá porque no tiene capacidad de diferenciar entre voces.

Es una limitación que no entiendo, porque el HomePod es, básicamente, una computadora. Tiene un sistema operativo y el A8, el procesador dentro del iPhone 6, el cual ya era capaz de aprender del tono de mi voz para solo responderme a mí. El motivo por el cual no han implementado el mismo sistema en un dispositivo que no es portátil y está el 100% del tiempo conectado a la energía, sobre todo considerando la importancia que Apple le da a la privacidad, es algo que también me supera.

Mi recomendación es desactivar la función hasta que lo resuelvan -y evitar así más de un disgusto-.

Sólo funciona con el ecosistema Apple, pero no con todos los dispositivos de Apple

Usar el HomePod equivale a usar Apple Music. Es el único servicio de música en streaming soportado por el altavoz. Está totalmente integrado al dispositivo de la forma en que lo está en dispositivos iOS. Suscriptores de Spotify, Tidal, Amazon Prime Music o Google Play Music tendrían que reproducir el audio desde un iPhone, iPad o Mac vía AirPlay, lo cual limita mucho lo que se puede y no se puede hacer. Obviamente Siri queda fuera de la foto.

Pero el hecho que funcione solo con el ecosistema Apple (Music, HomeKit, etcétera) no significa que funcione bien con todos los dispositivos de la compañía. Muchos nos preguntamos si podría funcionar como altavoces para el Apple TV: la respuesta es no.

Bueno, en realidad sí, pero lo hace extremadamente mal. Desde el Apple TV se pueden seleccionar los altavoces de la compañía como dispositivo de salida —por medio de AirPlay 2—, pero si escuchas música, se desconectan. Un fallo totalmente desconcertante que realmente espero que resuelvan muy pronto con una actualización de sistema.

Atajos de Siri: Buenas noticias para el HomePod

En el mar de limitaciones que ha sido Siri a lo largo de los años llegan los Atajos de Siri, los cuales programas y configuras en un iPhone o iPad pero también puedes invocar desde el HomePod.

Esto extiende significativamente las posibilidades de Siri en el HomePod. Por ejemplo, yo he creado un atajo que activo solo cuando me voy a dormir, el cual apaga casi todas las luces de mi casa, enciende la del pasillo, pone una iluminación muy tenue en mi habitación y, después de unos minutos, apaga todo.

Es el típico atajo que tiene todo sentido de invocar simplemente diciendo "Oye Siri, me voy a dormir" desde cualquier lugar sin tener necesariamente el iPhone cerca. Fue algo que tardé unos pocos minutos en hacer, y además sin apenas investigación previa.

También hay atajos que permiten iniciar, desde el HomePod, acciones en un iPhone, lo cual es súper interesante y puede dar mucho juego en el futuro. Por ejemplo:

Con este atajo, desde un comando hecho al HomePod, se interactua con una que está app instalada en el iPhone, en este caso Overcast. Es importante recalcar que por medio del atajo no hace falta que la aplicación esté abierta, aunque en el video así sea.

Dicho eso, no todas los Atajos de Siri funcionan en el HomePod. Obviamente cualquier atajo que necesita interacción desde una pantalla simplemente no se ejecutará. Aún así, es un cambio importante que agrega mucho valor a las posibilidades del HomePod.

Conclusión

En términos de calidad de sonido, disfruto muchísimo del HomePod. El trabajo de ingeniería detrás de la calidad de audio del dispositivo debería ser un ejemplo para muchas otras marcas.

Aquellos que busquen la mejor calidad de audio posible en un altavoz inteligente, no tienen mucho que pensar, este es el indicado. Aquellos que ya viven dentro del ecosistema de Apple tampoco tienen mucho que valorar, el HomePod es el que ofrece la mejor integración posible.

Pero no todo es perfecto. Hay mucho trabajo que hacer aún en el lado de Siri, y lamentablemente no solo en el HomePod. Es el propio asistente virtual el que necesita un cambio grande. Y al estar omnipresente en mi casa, sus debilidades se han hecho aún más patentes.

Afortunadamente muchas de las mejoras que necesita el HomePod se pueden hacer por medio de actualizaciones de software, y en ese sentido Apple suele ofrecer soporte y mejoras durante muchos años. Recordemos que en su lanzamiento original el HomePod no tenía acceso a Atajos de Siri o la posibilidad de hacer y recibir llamadas; pero, tras medio año, el dispositivo hace mucho más de lo que era capaz cuando se puso a la venta por primera vez.

Sin embargo, si Apple realmente quiere que el HomePod sea el *Jarvis* de nuestras vidas, todavía queda muchísimo trabajo por hacer.

Pros

  • Calidad de audio sorprendente Diseño físico del dispositivo * Siri es capaz de escucharme a gran distancia o con mucho ruido

Contras

  • Siri sigue siendo limitada y sigue fallando Completamente restringido al ecosistema de Apple, solo Apple Music * No se pueden configurar diferentes voces con diferentes iPhones