Será el primer fabricante alemán, que tras se salpicado también por el escándalo en algunos de sus modelos más reconocibles, ha anunciado que, definitivamente, dirá adiós al diésel definitivamente para centrarse, por un lado, en sus modelos de alta gama de gasolina y, por otro, en el próspero futuro que le augura el eléctrico, de confirmarse los datos de su primer modelo de superdeportivo libre de emisiones.
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Para Porsche será un transición tranquila, tanto que desde febrero de este mismo ya no ofrece ningún modelo diesel en su catálogo, tampoco los SUVs de alto rendimiento que, históricamente, han encontrado en este tipo de combustible una forma de contener su consumo, algo que desde luego no suele preocupar al usuario de deportivos de alta cilindrada.
El punto de vista de la compañía es interesante respecto al diesel. La compañía no demoniza a este tipo de combustible, como se ha anticipado a confirmar su CEO, Oliver Blume, pero lo cierto es que dados los escándalos y el cambio en la percepción del consumidor ha desplazado la demanda hacia otro tipo de vehículos, lo que ha supuesto una caída en las ventas de los diesel y un aumento significativo en los modelos híbridos.
"No demonizamos al diesel" - Oliver Blume, CEO de Porsche.
Por ejemplo, más del 60% de los Panameras que la compañía vende en Europa, uno de sus principales mercados, son híbridos. Esto permite a la compañía transicionar hacia otros tipos de motores sin necesidad de que se traduzca en una caída en sus cuentas de resultados de forma inmediata, ya que no tienen tanta dependencia como sí tienen otros fabricantes alemanes como VW o Audi.
De momento es un buena noticia para la compañía y para el planeta, al menos hasta que abrace definitivamente el eléctrico, aunque eso es un hito a largo plazo. Además, las limitaciones que muchas ciudades están imponiendo al diesel no hará más que impulsar a que otros fabricantes hagan lo mismo. Estamos, por tanto, en las primeras fases de decir adiós, como ha hecho Porsche, para siempre al diesel.