Pocos productos, tal vez ningún otro en todo el tiempo que llevo cubriendo a Apple había generado tanta expectativa… por el nombre. Sí, el nombre. El verano de 2018, en lo que a tecnología se refiere, se caracterizó por las idas y venidas de los nombres filtrados de los iPhone que Apple anunció en su evento del 12 de septiembre. "¿iPhone XS? ¿Eso como se pronuncia?", "¿ya no van a usar Plus, ahora Max?", "¿iPhone XR? ¿Qué significa la R"?, "¿Será en mayúscula o minúscula?".
Han sido momentos surreales, graciosos, por momentos ridículos, sí, pero un testamento más de la importancia que tiene Apple para la industria de los smartphones, en donde todos estamos esperando a entender el siguiente movimiento de la empresa para saber hacia dónde se va a dirigir.
Finalmente Apple lanzó tres nuevos modelos, dos de los cuales son la evolución natural del iPhone X. Tal y como se especulaba, se llaman iPhone XS y iPhone XS Max. El "apellido" *S* suelen dárselo a los modelos intermedios, donde no cambia significativamente el diseño pero se agregan nuevas funciones, a veces nuevos colores y mejores características internas. Phil Schiller, durante la presentación justificó el uso de "Max" porque la pantalla del nuevo teléfono de 6,5 pulgadas, es la más grande que han hecho jamás, de ahí que Plus no sea suficiente.
Vuelve el oro
El iPhone 5s nos trajo el color oro, y con él llegaron las opiniones dispares. Algunos consideran que fue un acierto, otros creen que es una cosa fea, poco atractiva y un testamento al "Apple intenta ser algo que no es".
Yo estoy en el primer grupo, creo que los modelos color oro son un ejemplo del buen gusto que Apple tiene a la hora de diseñar tecnología, una forma bastante buena de separarse de la competencia y darle un toque de exclusividad a sus productos.
Con el iPhone XS y XS Max vuelve el color oro como un acabado del acero inoxidable de los bordes del smartphone y en un tono bastante discreto para la trasera. Es muy bonito, y debido a la combinación de materiales, da una mayor sensación de lujo que modelos anteriores.
Apple presenta los iPhone XS y XS Max
Max es mejor que Plus
El modelo de 6,5 pulgadas es el iPhone más grande que Apple ha construido, sí. Yo use todos los modelos Plus que hizo la compañía por dos motivos:
1. Más autonomía, que era significativamente superior a los modelos más pequeños.
2. La cámara en los modelos más grandes era siempre mejor.
Los dos motivos, como para muchos otros, eran suficientes para ir por los Plus, pero siempre fueron demasiado grandes y, tal vez, demasiado anchos. Con el iPhone XS Max sucede una cosa curiosa: no se siente así. De hecho, poniendo un teléfono y otro lado a lado, la diferencia no es tan obvia.
Esto ocurre por las proporciones de la pantalla, que son similares a las proporciones totales del teléfono —cosa que no sucedía con los Plus porque había que ubicar el botón de Home en la parte inferior y el altavoz junto a la cámara frontal en la parte superior—. Es difícil de explicar más allá de que, aún siendo muy grande, no se siente así en la mano.
Siempre consideré que el tamaño de 5,8 pulgadas era el tamaño perfecto, pero una vez probado el iPhone XS Max, me lo he replanteado.
Mejoras significativas en la cámara
He tenido oportunidad de probar el nuevo efecto bokeh y la capacidad de editar la profundidad de campo de las fotos con modo retrato. Se nota que Apple ha entendido lo popular que es este tipo de fotografía y lo importante que es trabajar en que se vean lo mejor posible. Hay un salto cualitativo importante, aunque las pruebas que he realizado eran con fotos previamente tomadas durante las primeras demos que nos hicieron a la prensa después del evento.
Tocará hacer pruebas en el mundo real con situaciones más complicadas y diferentes sujetos para entender las verdaderas posibilidades —y sobre todo limitaciones— que tiene. Dicho eso, Apple con su procesador A12 Bionic ha pisado el acelerador de la "fotografía computacional" y cada vez se está diferenciando más —para bien— de la competencia.
