Una de las series televisivas con mayor aclamación de la crítica especializada y por las que el público ha mostrado un interés considerable en los últimos tiempos es, sin duda, **Heridas abiertas, concebida por la yanqui Marti Noxon** (*Unreal*, *Dietland*) para la HBO y con la batuta en el rodaje del canadiense Jean-Marc Vallée (*C.R.A.Z.Y.*, *Dallas Buyers Club*) en la adaptación de la novela homónima escrita por Gillian Flynn. Sus ocho episodios nos han dejado sedientos, con ganas de más, de manera que **son muchos los espectadores que se preguntan si podrán disfrutar (o sufrir otro poco con) una segunda temporada**. Y, lamentablemente, no hay buenas noticias para ellos.
En una entrevista que Noxon concedió a *The Hollywood Reporter* y como no podía ser de otra forma, le plantearon la cuestión: **“Está fuera de la mesa en términos de que la gente está encarando sus próximos proyectos, y fue un equipo A bastante difícil de armar”, respondió la cineasta californiana**. “No es difícil imaginarlo desde el punto de vista de la historia, porque obviamente amamos a estos personajes, pero desde el punto de vista técnico parece una posibilidad remota”. Nuestro gozo en un pozo. Y, por si su respuesta no hubiese sido suficiente, **Casey Bloys, el jefe de programación de HBO**, ya le había dicho a *Deadline* lo siguiente: que la protagonista de *Heridas abiertas*, la angustiada Camille Preaker de Amy Adams (*Atrápame si puedes*), “es un personaje muy oscuro”, y **“Amy no quiere vivir en este personaje otra vez, y no puedo culparla; es mucho que asumir para una actriz”**.
Y remató sus declaraciones, tan lapidarias para las expectativas de los seguidores de la serie, asegurando sin remilgos que “no hay planes para una segunda temporada”, y que están “muy contentos” con la vida de esta miniserie. Nosotros también lo estamos, faltaría más, **pero siempre hay otras opciones** para no dejar morir una ficción que podría dar aún muchas satisfacciones a los seriéfilos de bien: **convertir a *Heridas abiertas* en una serie antológica a lo True Detective** (Nic Pizzolatto, desde 2014) con la implicación de Gillian Flynn para mantener su perturbadora esencia es posible con un esfuerzo conjunto para volver a reunir a ese “difícil equipo A” del que hablaba Noxon, e incluso ofrecer en esas condiciones **una continuación sin Adams pese a que la novela se haya adaptado por completo, tal como se hizo con la fascinante The Leftovers** (Damon Lindelof y Tom Perrota, 2014-2017). Ojalá lo reconsideren.