estabamos tomandonos un descanso

NBC

Es innegable que una de las comedias de situación televisivas más famosas e influyentes de las últimas décadas fue Friends, creada por David Crane (Episodes) y Marta Kauffman (Grace y Frankie) **en 1994 para la NBC y emitida hasta 2004, diez años en los que asistimos a las hilarantes peripecias amorosas y cualquier otra clase de seis amigos en Nueva York. Ahora no hay duda de que es imposible que su público escuche la canción “I'll Be There for You”, compuesta por Michael Skloff y Allee Willis e interpretada por The Rembrandts, y no les asalte el recuerdo de las risas que les provocaron las ocurrencias de Ross y Monica Geller (David Schwimmer y Courteney Cox), Rachel Green (Jennifer Aniston), Chandler Bing (Matthew Perry), Phoebe Bufffay (Lisa Kudrow) y Joey Tribbiani (Matt LeBlanc).

Su éxito fue tal que Shana Goldberg-Meehan (Mejor contigo) y Scott Silveri (Sin palabras) idearon un spin-off con este último personaje como protagonista, Joey (2004-2006), buscando oportunidades como actor en Los Ángeles. No supuso ningún hito para los espectadores, pero Friends no envejece y continúa haciendo disfrutar con cada una de sus reposiciones o en plataformas de vídeo bajo demanda como Netflix. Aún la tenemos fresca después de veinticuatro años, de modo que a nadie le costará ser consciente de a qué nos referimos al decir que los guionistas no habían planeado en absoluto la ruptura sentimental de Ross y Rachel. La escena concreta e inolvidable del capítulo “The One the Morning After” (3x16) en la que ocurre no pudo menos que partirnos el corazón en mil pedazos.

Y hace poco, en una entrevista con Metro, el productor ejecutivo Kevin S. Bright (Jesse), que dirigió cincuenta y cuatro episodios de la serie —más de una quinta parte, sólo con Gary Halvorson (Todo el mundo quiere a Raymond, Two and a Half Men) por encima— ha contado por qué Crane y Kauffman no siguieron con los planes originales para la pareja: “Todos sabíamos que la audiencia quería mantenerles juntos a pesar de todo lo que les separaba... Pero nos dimos cuenta de que, cuando se juntaron, cuando se besaron la primera vez, fue como si todo el aire del balón saliese de golpe. Ya no había tensión sexual entre los personajes”. Así que optaron por resolverlo con su ruptura y sus divertidos vaivenes durante seis temporadas y media más, hasta que Rachel, finalmente, decidió descender de aquel avión.