En julio de este mismo año, el Parlamento Europeo rechazaba la aplicación de las nuevas normas del Copyright, incluyendo el artículo 13 y su filtro censor para el contenido protegido que se sube a la red, por 40 votos. Pasado este punto, habría que esperar a septiembre para la revisión del artículo más polémico. Ahora, el texto de ese mismo artículo ha sido aprobado por el Parlamento.
Rechazada la Directiva del Copyright europeo y el fatídico artículo 13 por 40 votos
Por 438 votos a favor y 226 en contra, se ha dado el visto bueno a la propuesta de los artículos 11 y 13; los mismos que hacen referencia al control del contenido por parte de los propietarios y la responsabilidad de las plataformas. A partir de ahora, los 28 Estados miembro deberán aplicar legislación aprobada.
A la espera de que pase a trámite, esta cuestión cambia la concepción del uso de internet y las redes sociales. De hecho, es de esperar que las compañías europeas más afectadas por la medida recurran el texto a la espera de que quede bloqueado en los Tribunales europeos. ¿Por qué manifestarse en contra de los polémicos artículos? El artículo 13, obliga a que las plataformas tengan que incluir derechos de autor con un correcto funcionamiento. En este sentido, y con el artículo 11, a partir de su aprobación obligaría a compañías como Google o YouTube a revisar los contenidos que en ellas habitan. Es decir, de hacerse responsables de lo que sus usuarios cuelgan en sus respectivas redes, con la idea, entre otras, de que los derechos de autor no se dejen a un lado. No se descarta la opción de que, a partir de ahora, las grandes plataformas instauren una política de filtros para limitar la actividad de sus usuarios.
Sin embargo, los mayores afectados serán los agregadores de contenido, que deberán compensar por hacer uso de información de terceros. Sus mayores ejemplos son Google News o Menéame en España. Este primero afirma que “la gente quiere acceso a noticias de calidad y contenido creativo online. Siempre hemos sostenido que la innovación y la colaboración son la mejor manera de lograr un futuro sostenible para los sectores informativos y creativos europeos, y estamos comprometidos en una asociación cercana y continua con estas industrias”. ¿Y los memes y parodias? YouTube, plataforma para este contenido por excelencia será una de las más afectadas. Es complicado entender cómo funciona el humor y mucho más complicado explicárselo a un algoritmo. La tecnológica cortará por lo sano con algunas prácticas dentro de su red.
En términos generales, sería controlar cómo los usuarios suben y manejan la información y el contenido a las grandes plataformas de internet. No son pocas las organizaciones que se han quejado sobre esta medida, afirmando que es un atentado directo contra los derechos de los europeos.