En la última década, Boeing ha estado trabajando en una nave espacial que transportará a los astronautas hacia la Estación Espacial Internacional. Se trata de la CST-100 Starliner, la cual ya se encuentra en un programa de pruebas desde hace algunos meses y que podría iniciar operaciones en 2020.
Desafortunadamente para la compañía, la cronología de planes podría verse afectada debido a un problema detectado el pasado junio durante una prueba realizada en Nuevo México. El informe publicado por el portal ArsTechnica señala que la Starliner sufrió un inconveniente en el motor para abortar el lanzamiento, utilizado únicamente en situaciones de emergencia y que podría salvarle la vida a los tripulantes.
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Aunque la nave no tuvo ningún problema con los motores de arranque, al finalizar la prueba se pudo descubrir una fuga de propelente en el motor para abortar. Desde aquel entonces, Boeing ha estado investigando el problema en conjunto con ingenieros de la NASA. La multinacional estadounidense expresó lo siguiente:
Confiamos en que encontramos la causa y estamos avanzando con medidas correctivas. La seguridad del vuelo y la mitigación de riesgos son la razón por la cual llevamos a cabo estas pruebas rigurosas, y las anomalías son una parte natural de cualquier programa de prueba.
Este motor se encarga de impulsar la Starliner lejos del cohete, hacia un lugar seguro en caso de presentarse una emergencia durante o después del lanzamiento. Por ello la importancia de encontrar una solución a la avería encontrada, ya que como se mencionó anteriormente, podría ser la clave para salvar la vida de los astronautas en acontecimientos no previstos.
Por supuesto, se requiere que la nave espacial funcione en perfectas condiciones para poder certificar que se encuentra lista para transportar humanos. Por fortuna para Boeing, no será necesario rediseñar la Starliner para darle solución al problema.
Aunque la compañía ya encontró la causa de la anomalía y trabaja en resolverla, no se sabe cómo esta circunstancia afectará el cronograma de la nave espacial, la cual tiene prevista una prueba durante agosto y una más con tripulación en diciembre de este mismo año.
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SpaceX es otra de las compañías involucradas con la NASA para proporcionar naves espaciales dedicadas a la tripulación. Algunos expertos del sector señalan que la compañía de Elon Musk, además de Boeing, no serán capaces de cumplir con las fechas establecidas, pues el calendario ha sido demasiado agresivo para ambas.
Lo anterior generaría que los vuelos tripulados de las involucradas se pospusieran hasta el 2019, pero se espera un pronunciamiento oficial por parte de la NASA en las próximas semanas, el cual ayudará a salir de dudas y especulaciones.