El próximo 5 de julio el Parlamento Europeo votará en sesión plenaria sobre una propuesta de directiva sobre derechos de autor, conocido como el artículo 13 que de aprobarse perjudicarían de forma significativa a la libertad de expresión, colaboración y conocimiento en la web.
Se trata de un paquete legislativo adoptado por la Comisión de Asuntos Jurídicos que limitaría en tres puntos claves el desarrollo del internet en Europa:
1. La responsabilidad de los contenidos pasa a ser de quien los hospeda, no el que los produce
La reforma propone que las plataformas que hospedan inmensas cantidades de contenidos se conviertan en los vigilantes y responsables de los contenidos que se suben a las mismas.
La propuesta surge de la presión de la industria musical a la Comisión de Asuntos Jurídicos para introducir legislación que les permita negociar con más fuerza con Google. Las discográficas consideran que YouTube no paga la suficiente cantidad de regalías en comparación con servicios de streaming como Spotify.
Al hacer a las plataformas responsables de lo que hospedan, estas deben monitorizar cada uno de los contenidos que se suben, que a gran escala solamente se puede lograr con sistemas automáticos de detección y eliminación. La cita, las parodias y otros contenidos permitidos por las limitaciones de las leyes de copyright se verían afectados.
También amenazaría a plataformas de hospedaje de contenidos pequeñas y medianas, normalmente independientes, que no tienen recursos económicos para implantar sistemas de monitorización de gran escala que suelen tener costos inmensos, por lo que probablemente deban cerrar.
2. Otra vez los medios contra Google News y otros agregados
La reforma prevé el control por parte de editores de noticia sobre los clips o fragmentos de noticias que se pueden usar en otras plataformas y la forma en que se comparten. Es, de alguna forma, similar al Canon AEDE que hizo que Google News cierre en España y que podría terminar cerrando en todo Europa.
En su momento medios digitales españoles perdieron entre 10 y 15% de tráfico por el cierre de Google News, pero esta sección de la reforma podría tener efectos mucho mayores para medios digitales medianos o independientes como Hipertextual, que gran parte de su tráfico viene de la cita de otras plataformas.
Así mismo la naturaleza nativa de muchos medios implica en la libertad detrás de la cita de sus contenidos en diferentes plataformas, desde Flipboard hasta la Wikipedia.
3. Límites cada vez mayores en obras bajo dominio público
La digitalización de contenidos ha dado nueva vida a obras que entran en el dominio público una vez que sus derechos de autor expiran, lo cual ha molestado a actores que tienen derechos de explotación de obras a lo largo de todo Europa.
Por ejemplo, España ofrece una extensión de hasta 25 años en ciertos derechos exclusivos de explotación para algunos tipos de reproducción de obras, como pueden ser las fotografías.
Eso permite que algunos museos prohiban que medios digitales puedan mostrar fotografías de obras en exhibición bajo el argumento que diluye el interés del público en general a visitar la obra en persona.
Al mismo tiempo, este tipo de medidas restringe significativamente el acceso a información de la cultura y el conocimiento general. El dominio público existe para devolver a la sociedad las obras creadas a lo largo de los años y enriquecer la cultura por encima de argumentaciones económicas.
La medida, bajo la excusa de limitarse a lo digital, estaría limitando significativamente el acceso a contenidos culturales tan solo porque se publican en internet, que es, casualmente, el medio de información más común en la actualidad.