Imagen: © European Union 2014 - European Parliament

La postura final del Parlamento Europeo para la nueva regulación del Copyright pasa, irremediablemente, por la implantación del la línea dura del artículo 13 y el filtro de internet. La cámara europea ha aprobado, por una diferencia de 15:10, el polémico artículo 13 que ahora tendrá que pasar al pleno del Parlamento para el desarrollo final de los pormenores de la regulación y para su entrada en vigor, que se espera en los próximos meses.

Hoy el Parlamento Europeo ha dado un paso adelante con su reforma de la regulación del Copyright. El nuevo cambio normativo viene a actualizar algunos de los aspectos de la normativa actual en materia de propiedad intelectual, con un especial hincapié en lo que se refiere a la titularidad de derechos de autor en la red. La cuestión más importante es la que tiene que ver con los artículos 11 y 13, para los que los diputados del Parlamento Europeo decidían sobre dos versiones, que son las que han puesto en alerta a la red.

"Las plataformas de Internet que alojan "grandes cantidades" de contenido subido por el usuario deben supervisar el comportamiento de los usuarios y filtrar sus contribuciones para identificar y prevenir infracciones de derechos de autor."

Aunque la creencia popular es que la nueva normativa va a terminar con los memes o va a limitar enormemente el campo de acción de los Wikis públicos como Wikipedia, lo cierto es que todavía están por ver los límites a los que la nueva regulación se enfrentan, ya que en algunos aspecto replica el ordenamiento interno de algunos estados de la Unión. No obstante, el cambio de la normativa en materia de Copyright si que implanta algunos límites en lo que a derechos de autor se refiere y limita las libertades para generar contenidos alternativos de aquellos protegidos con derechos de autor, o al menos limita su subida libre a la red.

Además, la mayoría de las propuestas de limitación del contenido en internet tienen que ver con la presión de un grupo de europarlamentarios alemanes que quieren extender el modelo del impuesto al enlace para beneficiar, en parte, a los grandes grupos de medios, una normativa similar a la que se siguió en España con la tasa google. Aunque la mayoría de los otros grupos buscan una remuneración justa para el enlace, independientemente del tamaño del medio. Pero lo grave del asunto es la implantación del filtro de internet.

Y es que la implantación de esta medida al que se refiere el artículo 13, un filtro para analizar el contenido que suben los usuarios al internet (el centro de la polémica), y proteger así de forma automática el contenido protegido por derechos de autor, y por ende, las obras derivadas (memes) que no suponen una modificación sustancial del original, es lo que puede echar por tierra parte de la libertad en la red.

Hace daño directamente a proyectos pequeños o libres como la Wikipedia

En este sentido, la entrada en vigor de la nueva normativa supone que las compañías pequeñas no puedan afrontar este tipo de sistemas, puesto que la implantación de este tipo de filtros solo podrían realizaras grandes compañías norteamericanas como YouTube, Facebook o la propia Google o, europeas como Spotify, limitando el ámbito de actuación de las pymes y provocando que, al no poder asumir el coste de este tipo de filtrados, acabarían en la quiebra por la vulneración de derechos de sus usuarios.

Y es que el problema en sí no está en la propia regulación, sino en la poca especificad de la misma: generalmente este tipo de filtros lo que hacen es una retirada indiscriminada sin que se pare a analizar si las obras derivadas constituyen en sí una modificación suficiente como para generar una nueva obra, y por tanto, lo que hacen es limitar la libertad de expresión, acceso a información y pluralismo en la red, sin ni siquiera lograr sus objetivos declarados, puesto que la tecnología suele ir un paso por delante de la normativa.

Es probable que los proyectos comunitarios como Wikipedia necesiten implementar dichos filtros, aunque solo acepten servicios con licencias libres y gratuitas, esta forma, y al igual que con los depositarios científicos abiertos, puede provocar una socavación de los principios libres de la red.