Amazon duplicará su volumen de empleados en España. Así lo ha anunciado la compañía días antes de que se celebre uno de los momentos más tensos del año.

Por primera vez en su historia, Amazon España ha revelado cuánto ha invertido en España: 1.100 millones de euros desde que aterrizase en 2010. Asimismo, ha declarado que contratará a 1.600 empleados fijos duplicando su plantilla al cierre de 2018. La mayor parte de estos trabajadores estarán destinados a sus centros logísticos de El Prat de Llobregat, Martorelles en Barcelona y Getafe en Madrid. Además de algunos destinados a sus oficinas centrales de la capital y a su nuevo centro tecnológico de investigación en Barcelona. Para Douglas Harper, delegado sindical de Amazon, y cabeza de todos los movimientos del pasado de marzo, este anuncio supone "un lavado de cara que no responde a una novedad en el plan de la compañía, sino a su obligación de formalizar contratos fijos en vez de temporales estando, aún así, por debajo de la normativa".

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La clave de este anuncio está en el concepto de empleados fijos. Una de las mayores quejas de los trabajadores de la compañía, especialmente de los empleados de planta de San Fernando de Henares, era precisamente el elevado número de personal en calidad de temporal. Contratados a través de ETT, una de las mayores quejas de los sindicatos (concretamente de CC.OO.) era la de la precarización del empleo a través de trabajos temporales; una figura que, según los sindicatos, ha sido muy recurrente en las contrataciones dentro de la compañía. Añadían, además, que aquellos temporales que asistieron a la huelga del pasado mes de marzo no vieron renovados sus respectivos contratos.

Este anuncio, además, se realiza en uno de los momentos más sensibles para Amazon en España. Una vez superado el trance de haber perdido a su presidente, François Nuyts, en mitad del proceso de negociación con los empleados de planta, la tecnológica sigue teniendo la cuestión del convenio con los trabajadores. Es de suponer, que la nueva hornada esté bajo el convenio aprobado en abril de forma unilateral, una cuestión por la que siguen luchando los veteranos de la compañía.

Tras los paros de marzo de 48 horas, que tenían como objetivo desbloquear las negociaciones pendientes desde el 31 de diciembre de 2016 -momento en el que vencía el convenio de los empleados de Amazon-, la relación entre ambas partes ha sido más que tensa. Por un lado, se buscaba recuperar las condiciones de los trabajadores aumentando la cobertura de la baja por enfermedad; por parte de Amazon, se buscaba precisamente el efecto contrario. El bloqueo en las negociaciones terminó con la aprobación unilateral del convenio sectorial. Ese mismo que mantiene en pie de guerra a media plantilla en San Fernando de Henares.

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Precisamente en ese contexto, se anunciaban nuevos paros por parte del equipo de San Fernando de Henares, que sería secundado por los empleados de planta del resto de Europa. Uno de ellos buscaba atacar uno de los puntos débiles de la tecnológica: uno de sus días señalados en el calendario con más ventas. El Prime Day, que se celebrará presumiblemente el 16 de julio, tendrá un resultado similar al del Black Friday en algunas regiones de Europa: bloquear un momento de picos de venta y retrasar los envíos de miles de pedidos. Según explica el delegado sindical, "el paro se mantiene para esos días, aunque aún está por determinar si serán paros de tres días o para toda la semana". Respecto a la huelga de carácter europeo "no puede hacer declaraciones ya que supondría desvelar estrategia sindical".