La llegada de Fornite a Swtich ha sido un éxito sin precedentes. En las primeras 24 horas, más de dos millones de usuarios descargaron el Battle Royale en la consola portátil de Nintendo, pero muchos de ellos se encontraron con una desagradable sorpresa: su cuenta de Epic Game (necesaria para jugar a Fortnite) estaba bloqueado si antes habían jugado a Fortnite en PS4, haciendo imposible el llevarse su progreso a la portátil de Nintendo.

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Epic Games lo avisaba: la cuenta ha sido usada en otra plataforma que no permitía el crossplay, y por tanto, el usuario debería crearse una cuenta nueva para poder jugar en Switch, dejando de lado todo los cosméticos comprados en PS4, su progreso y todo su contenido. Si quería disfrutar de su contenido, debía volver a PS4 donde todo lo que habían obtenido en el juego había quedado bloqueado. Sí, solo en PS4, puesto que las otras plataformas permitían llevarse su contenido independientemente del lugar final de juego.

Las críticas no se hicieron esperar: Epic Game fomentar el crossplay entre plataformas, pero PS4 se niega a dar soporte a esta característica para su competencia directa: ni Xbox One ni Switch. Solo PC, Mac, iOS y Android. El problema de fondo es que en ningún momento se avisó a los usuarios de que si jugaban en PS4 su cuenta quedada bloqueada en esa consola a perpetuidad. Si querían mudarse a Xbox One o echar una partida rápida en Switch, tenían que crear una cuenta nueva.

Ahora Sony ha respondido a las críticas de una forma bastante laxa, haciendo caso omiso a las críticas de los usuarios y sin dar ni una sola indicación de si van a cambiar su comportamiento a corto plazo. Y es que dadas las ventas de PS4, Sony tiene ganada la partida y no tiene ninguna necesidad de sacar músculo limitando la libre decisión del usuario. Y no, el "escuchamos a los usuarios" parece que no tiene un resultado tangible en estos.

La decisión de abrir también el crossplay con las consolas es una decisión, que dadas sus cifras esta generación, no restaría ni un ápice de negocio. Sony se escuda en que dan soporte de crossplay para el PC y el móvil y que además hay 80 millones de PS4 en el mundo, lo que representa la mayor comunidad para jugar:

"Siempre estamos abiertos a escuchar lo que la comunidad de PlayStation está interesada para mejorar su experiencia de juego. Fortnite ya es un gran éxito entre los fanáticos de PS4, ya que ofrece una verdadera experiencia gratuita para que los jugadores puedan saltar y jugar en línea. Con 79 millones de PS4 vendidos en todo el mundo y más de 80 millones de usuarios activos mensuales en PlayStation Network, hemos creado una gran comunidad de jugadores que pueden jugar juntos a Fortnite y a todos los títulos en línea. También ofrecemos la compatibilidad de cross-play en Fortnite con PC, Mac, iOS y dispositivos Android, ampliando la oportunidad para que los fanáticos de Fortnite en PS4 puedan jugar con más jugadores en otras plataformas".

Una respuesta en la que no se menciona a las consolas que, de nuevo, y dado los número de Sony representan menor competencia que, incluso, los móviles. Limitar el crossplay del título de moda es un decisión tan injusta para el usuario como incomprensible en una industria que se le llena la boca con buenas palabras hacia su comunidad pero que, al final, en los detalles más importantes, les da la espalda a sus usuarios. Usuarios que pagan religiosamente una cuota mensual para, precisamente, jugar en línea.