La historia de la fotografía móvil es la de reto constante a la física y a las limitaciones que sus leyes imponen a los minúsculos sensores con los que los terminales siguen contando. En ese sentido, Samsung está haciendo grandes avances con su tecnología propia ISOCELL, y acaba de anunciar un nuevo paso para la división de imagen con ISOCELL Plus, una tecnología con la que brindar al usuario mejor representación de color y mejor rendimiento en baja luz gracias a una mejora en la captación de luz y sensibilidad.

Hasta la aparición de ISOCELL Plus, que por plazos parece ser una tecnología que el Samsung Galaxy Note 9 puede estrenar, existía una barrera metálica entre los píxeles del captor para minimizar la contaminación de color de unos a otros. Ahora, con ISOCELL Plus, Samsung ha eliminado el metal y lo ha sustituido por un nuevo material diseñado por una compañía histórica en el sector de la fotografía, Fujifilm. Con él, el aislamiento del píxel mejora, reduciendo la interferencia, la pérdida óptica y los reflejos.

Más allá de mejores fotografías, ISOCELL Plus proporcionará grandes ventajas a los terminales que implementen esta tecnología, pudiendo ser el Samsung Galaxy Note 9 el primero. Samsung afirma que sensores con un tamaño de píxel tan pequeño como 0,8 micrómetros (los del Samsung Galaxy S9 son de 1,4 micrómetros) pueden ofrecer resultados sin pérdidas respecto a otros más grandes, aunque no especifican la equivalencia.

Tal y como la compañía explica, se convierte en la solución ideal de sensores de muy alta resolución, como 20 megapíxeles, cuyo gran problema suele ser que captan bastante menos luz que los de menor resolución, motivo por el cual la propia Samsung bajó de los 16 megapíxeles de los Note 4 y Galaxy S6 a 12 megapíxeles, en los que llevan desde el Galaxy S7 con resultados excelentes en baja luz.

En ese sentido, ya vimos avances con ISOCELL Slim, sensores que bajaban hasta los 0,9 micrómetros sin perder demasiado, pero finalmente no los hemos visto en la gama alta. Donde ISOCELL Plus podría aportar mucho con esas resoluciones es en las cámaras frontales, cuyo mayor problema suele ser el bajo detalle a causa de la baja luz con que cuentan. A menudo cuentan con tamaños de píxel de ese tamaño, pero sin estas mejoras.

El Samsung Galaxy Note 9 puede ser el primero en recibir estas mejoras en cualquier de sus cámaras, aunque es poco probable que sea en las traseras, pues es difícil que 0,8 micrómetros compensen lo que logran 1,4 en el Galaxy S9. Históricamente, las grandes cámaras de los Galaxy han llegado en los S, pero con el Note 4, Samsung ya dio el paso de adelantarse incluyendo por primera vez estabilizador de imagen. Será interesante ver qué depara el Samsung Galaxy Note 9 en ese sentido. Ya queda menos para su presentación.