No hace mucho tiempo que Uber se adentraba en un nuevo modelo de negocio que nada tenía que ver con los coches, ya fuesen voladores, autónomos o tradicionales. En enero de este año, la compañía dirigida por Dara Khosrowshahi anunciaba que había llegado a un acuerdo para probar el servicio de bicis de JUMP, una startup con permisos de explotación en San Francisco. De la prueba a la compra pasaron solo un par de meses. En abril de este mismo año, Uber anunciaba la compra de la pequeña compañía de bicis eléctricas conformando un nuevo servicio: UberBike.
Oficialmente, Uber entra en el negocio de las bicis eléctricas
250 vehículos de dos ruedas que seguirían circulando por San Francisco, pero que pronto crecerían hasta llegar a Portland, Oregon, Phoenix o Arizona. Y la idea no quería quedarse dentro de las fronteras de Estados Unidos. A diferencia de los coches con conductor para servicios profesionales, la cuestión de las bicis no requiere permisos ni licencias en Europa. Más allá de algún permiso a los ayuntamientos, la realidad es que es un negocio que, aunque requiere una gran inversión en lo que a bicis se refiere, está exento de todas las problemáticas de su hermano mayor.
En todo este contexto, el CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, ha hablado en Berlín en la Conferencia NOAH sobre la expansión de UberBike. JUMP comenzará a operar en la capital alemana bajo el modelo UberGreen con bicis eléctricas. Según ha explicado el CEO, el servicio estará disponible a finales de este mismo verano.
La cabeza de Uber no quiere quedarse solo en Alemania. El objetivo es estar presentes en todas las ciudades de Europa (en las que cuentan con alguna delegación) en los próximos meses. Incluida España. Se sumarían, al menos en Madrid, al resto de servicios de bicis; un sistema de transporte que ya se está convirtiendo en un problema para las calles del centro de la ciudad. El Ayuntamiento de la capital, por su parte, ya ha confirmado que está pendiente de aprobar una regulación que controle la presencia de estos vehículos en las calles de Madrid, al menos en los anclajes de bicis disponibles para uso particular. En cualquier caso, se sumarían a las ya disponibles del Ayuntamiento de Madrid, con las que compartirían su característica de bici eléctrica, a OFO, OBike y otros modelos made in China.