Xiaomi acaba de desvelar el Black Shark, su smartphone dedicado al sector del gaming y que pretende rivalizar con el Razer Phone, el referente con el que se contaba hasta el momento y que fue presentado hace unos meses. A pesar del renombre que tiene Razer en la industria del videojuego, este nuevo terminal del fabricante chino viene cargado de argumentos con los que presentar batalla.
El mercado de los smartphones dedicados a los videojuegos no es, desde luego, uno de los principales en el radar de los principales fabricantes, ya que aún es demasiado pequeño como para poder asegurar unas ventas de números enormemente elevados. Sin embargo, la realidad es que los dispositivos que todos llevamos en nuestros bolsillos cada vez cuentan con más potencia y son capaces de responder mejor ante una elevada exigencia, lo cual los ha convertido en los últimos años en máquinas de juego altamente interesantes.
Es oficial, Razer Phone tiene Snapdragon 835 y 8GB de RAM
Así lo interpreta Xiaomi ahora con el Black Shark, un teléfono destinado a aquellos a los que les encanta jugar en su dispositivo móvil. Si algo caracteriza a este fabricante es el deseo por estar presente en cuantos segmentos sea posible, siendo esta otra muestra más de ello.
Que viene el tiburón
Black Shark es, desde luego, el nombre agresivo que uno pudiera esperar encontrarse dentro del panorama gaming, donde el simbolismo tiene gran peso. Un peso al que acompañan las especificaciones, las cuales vienen encabezadas por el Snapdragon 845 de Qualcomm, el procesador de los gama alta de 2018, que naturalmente no podía faltar en un teléfono del que se espera un gran rendimiento y que supone la primera gran diferencia respecto al Razer Phone, que cuenta con el 835. Viene de la mano también con un almacenamiento de 128 / 64 GB y una memoria RAM de 8 / 6 GB, según el modelo elegido. Quizá el almacenamiento interno se antoja algo insuficiente si se tiene en cuenta que el principal uso de este teléfono será dar vida a juegos de calidad, los cuales requieren de cierta capacidad para ser instalados.
Comparte con su competidor los 4.000 mAh de batería, alojados en esta ocasión en una trasera que, desde luego, no dejará indiferente a nadie por su aspecto físico. Bajo esta se encuentra un sistema de refrigeración líquida, uno de los aspectos más interesantes del terminal que permitirán aprovechar al máximo el rendimiento al evitar un sobrecalentamiento excesivo. Para rizar el rizo, Xiaomi venderá separado un mando con diferentes controles para hacer que la experiencia de juego sea aún mejor. Este se acopla en la parte izquierda del terminal, siendo el joystick y los botones superiores los principales controles.
Cuenta también con un sistema de sonido estéreo mediante el aprovechamiento del altavoz de llamadas superior y el micrófono está ubicado de tal manera que pueda hacerse uso de él mientras se tiene el terminal en posición horizontal sin peligro de ser obstaculizado. Al mismo tiempo, se hace énfasis en la experiencia de uso con el diseño trasero, donde su forma de "X" proporciona un mejor agarre.
Que sea un smartphone gaming, no obstante, no es óbice para desentenderse de las demás características del mismo, y en este caso Xiaomi monta una doble cámara trasera de 12 + 20 megapixeles junto a una frontal de 20 MP. Con esta premisa, es de esperar que la polivalencia de uso sea más que aceptable. El Black Shark ha sido presentado en China con unos precios de 380 y 450 euros, aproximadamente, para cada una de las versiones. Aún se desconoce si este terminal dará el salto fuera de Asia y el precio al que lo hará.