El ingeniero Anthony Levandowski ha sido hasta ahora el eje central del caso de Waymo y Uber. La división de coches autónomos de Google denunció al servicio de transporte de privado de robar información sobre la tecnología LiDAR para los camiones autónomos de la compañía Otto. Este robo habría sido perpetrado por el ex empleado de Waymo Anthony Levandowski, quien presuntamente robó 14.000 documentos sobre la tecnología e intentó reclutar a personal para el proyecto de Otto. Hasta ahora, el acusado no ha respondido a estas afirmaciones y no afronta ninguna demanda penal, aunque una nueva denuncia puede poner el caso patas arriba.

Erika Wong trabajó en casa de Levandowski cuidando a sus hijos hasta junio de 2017 y en una demanda alegado varias faltas laborales por parte del ingeniero como el impago de salarios, violaciones del código laboral y de salud y la imposición intencional de angustia emocional. Además de estos delitos, la denunciante dio detalles sobre el comportamiento de Levandowski cuando Waymo presentó la demanda ante Uber y varias pistas sobre las relaciones laborales y personales del ingeniero en ese momento, informó Wired.

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A pesar de que las declaraciones de Erika Wong no son contundentes y podrían ser malinterpretadas o sacadas de contexto, las pistas que arroja sobre el ex empleado de Waymo crea nuevas evidencias sobre el presunto robo de la tecnología a Waymo.

Las conversaciones que escuchó Erika Wong y los nombres de otros trabajadores de Otto y Waymo que citaba el ingeniero en sus conversaciones fueron clave para arrojar más luz sobre la presunta venta de secretos comerciales, tecnología LiDAR y procesadores. En una llamada telefónica el pasado me de junio, Wong escuchó cómo Levandowski decía que no planeaba ir a prisión y que el dinero estaba en la venta de chips. En otra llamada semanas más tarde, el ex empleado de Waymo afirmó que se estaba haciendo rico con los acuerdos y la venta de microchips en todo el mundo.

Otra de las acusaciones afirma que el ingeniero estaba pagando a un ingeniero de Tesla, llamado Pat Green, por las actualizaciones de su programa de coches eléctricos, específicamente la tecnología no LIDAR de la compañía y el uso de chips Nvidia.

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El día en el que Waymo presentó la demanda contra Uber, el 23 de febrero de 2016, Levandowski estuvo caminando en círculos toda la noche, sudando y hablando por teléfono con su abogado, según relató Erika Wong. Al mes siguiente, Levandowski le envió un mensaje para avisarle que llegaría con su jefe. Posteriormente, apareció Travis Kalanick con documentos legales para que los firmara el ingeniero. En total, los dos pasaron más de cinco horas en casa de Levandowski, según la denunciante.

Lo que la babysitter de los hijos del ex empleado de Waymo escuchó durante su estancia llegó hasta unos posibles planes de huida. El acusado de robar los secretos comerciales a la compañía de Google llamó en una ocasión a su hermano para comentarle que podría llegar hasta Canadá en coche para evitar ir a prisión.

Erika Wong está buscando una recompensa de 6 millones de dólares por los delitos legales de Levandowski. A pesar de que estos no tienen relación directa con la acusación de Waymo, sí dan más pistas sobre cómo se comportó el ingeniero en ese momento y la posible relación que estos actos pueden tener para el litigio entre la división de coches autónomos de Google y Uber. Al parecer, los problemas legales de Anthony Levandowski no han hecho más que empezar.