Tesla no puede cumplir las expectativas fijadas respecto al Model 3. La compañía liderada por Elon Musk está encontrando múltiples dificultades en la producción de sus baterías, causando retrasos en la entrega de los vehículos a sus compradores.

El equipo directivo de Tesla esperaba alcanzar una producción de 5.000 unidades semanales antes de finalizar 2017, pero los problemas con las baterías han llevado a retrasar este logro hasta marzo de 2018.

Tesla está encontrando varios problemas con la fabricación de baterías para el Model 3.

Según Musk, el problema con la producción del Model 3 nace en Nevada, donde Tesla produce las baterías que nutren a sus vehículos. Debido a una serie de incidentes con un subcontratista, Tesla se ha visto forzada a reescribir todo el software y modificar elementos de producción de un área de la planta.

Tesla gastó más de 1.400 millones de dólares durante el último trimestre con el objetivo de expandir y mejorar sus plantas de producción de cara al Model 3, un producto crítico para el futuro de la empresa.

Los retrasos en la producción del Model 3 y la drástica reducción de los flujos de caja de la compañía durante el último trimestre han generado cierta preocupación entre los inversores.

Los retrasos en la producción del Model 3 y la drástica reducción de los flujos de caja de la compañía durante el último trimestre han generado cierta preocupación entre los inversores. El valor de la acción cayó ayer un 10% y el escepticismo aumenta alrededor de la compañía que cotiza a unos niveles muy superiores a los que debería —según sus resultados financieros y poder en el sector del automóvil—.

El Model 3 es, en muchos sentidos, el vehículo más importante de Tesla. De su éxito depende parte del futuro de la compañía y, sobre todo, la percepción que tendrán los inversores durante los próximos años.

Tesla no cumple las expectativas con el Model 3, pero bate records con el resto de vehículos