Un fuerte seísmo ha sacudido la frontera montañosa entre Irán e Irak, provocando centenares de fallecidos y miles de heridos. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto de magnitud 7,3 ha ocurrido a 32 kilómetros al sur de Halabjah (Irak). El temblor se produjo a las 21:18 h (hora local) del domingo 12 de noviembre, a una profundidad de 23,2 kilómetros de la superficie.
El fuerte temblor ha dejado al menos 415 muertos y 7.000 heridos, según las primeras informaciones publicadas por los medios locales. El seísmo se ha producido por el movimiento de las placas tectónicas ubicadas en la región.
Dichas placas son las porciones de la litosfera que flotan sobre el manto terrestre, como si fueran galletas por encima de unas natillas. ¿Pero cuáles fueron las causas del terremoto entre Irán e Irak?
La placa de Arabia se desplaza hacia Eurasia
La histórica sismicidad registrada en Oriente Medio y sus alrededores se debe al desplazamiento de cuatro placas tectónicas principales (Arabia, Eurasia, India y África) y de un bloque tectónico de menor tamaño (Anatolia). El desarrollo geológico de la región se explica por diferentes procesos que afectan a estas placas tectónicas, como la subducción (un movimiento por el que una placa se introduce debajo de otra) o las fallas de transformación a gran escala, entre otros. La variedad de mecanismos geológicos observados en esta zona producen no solo fuertes terremotos, sino también la aparición de sistemas montañosos, entre los que se encuentran algunos de los picos más altos del mundo.
En la región donde se ha producido el seísmo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, la placa de Arabia se desplaza hacia el norte con respecto a la placa de Eurasia, introduciéndose por debajo de ella mediante el proceso de subducción a una velocidad aproximada de 26 milímetros por año. El movimiento convergente de ambas placas tectónicas se produce a lo largo de un límite de placa en las proximidades del lugar del terremoto. En esta región, como consecuencia del desplazamiento de la placa de Arabia, también se promueve el levantamiento de Zagros, la cadena montañosa más extensa de Irán e Irak, con una longitud de 1.500 kilómetros.
"Algunas fallas o rupturas en el subsuelo se mueven y responden a las tensiones del terreno, como consecuencia puede liberarse dicha tensión y que se rompa la roca o se desplace por la ruptura, lo que provoca el terremoto", explicó a Hipertextual la Dra. María José Jurado Rodríguez, investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC). Según los primeros datos, el terremoto en la frontera de Irán e Irak se produjo como resultado de una falla de empuje oblicuo. En este tipo de fallas, de acuerdo con expertos de la Universidad Autónoma de Madrid, el movimiento se produce tanto en el plano vertical como en el horizontal.
Durante el último siglo, la región afectada por el nuevo terremoto ha experimentado al menos otros cuatro seísmos de magnitud superior a 6. El más reciente de este tipo fue un temblor de magnitud 6,1, registrado en 1967, que hizo temblar una zona situada a cien kilómetros de la frontera entre Irán e Irak. En noviembre de 2013, un par de sismos de magnitud 5,6 y 5,8 sacudieron una región diferente, localizada a 60 kilómetros del terremoto detectado a última hora del domingo. Mayores, sin embargo, fueron los sismos ocurridos entre los años cincuenta y los sesenta, que se produjeron a 200 kilómetros al sudeste de la frontera con magnitudes superiores a 6. Ninguno de estos eventos causó daños significativos personales o materiales.
En junio de 1990, sin embargo, se registró un terremoto de magnitud 7,4 en un lugar ubicado a una distancia de 400 kilómetros al noroeste del hipocentro actual. Se estima que este fuerte seísmo, sucedido en la región iraní de Rasht-Qazvin-Zanjan, causó entre 40.000-50.000 muertos, más de 60.000 heridos y dejó a aproximadamente 600.000 personas sin hogar. Hace solo unas horas la frontera entre Irán e Irak ha vuelto a temblar por un intenso terremoto, que también podría haber provocado un potencial deslizamiento de tierra, según un experto de la Unión Americana de Geofísica, extremo no confirmado por el momento. Lo que sí sabemos, por desgracia, es que este reciente seísmo ha vuelto a dejar numerosas víctimas y cuantiosos daños materiales.