Después de los días más convulsos de su vida, Kevin Spacey es suprimido de la película –ya rodada– All the money in the world, cuyo estreno está previsto el próximo día 22 de diciembre. Las escenas en las que aparecía serán vueltas a grabar de nuevo de manera apremiante con el objetivo de mantener la fecha de estreno fijada desde un primer momento.
El cineasta Ridley Scott, junto con el elenco de actores y la productora Sony Pictures, ha tomado la decisión de rehacer las partes de All the money in the world (Todo el dinero del mundo) en las que actuaba Spacey con el objetivo de neutralizar el impacto que el escándalo en el que se ha visto envuelto el actor pudiera tener en la película. Según la publicación *Deadline*, el director estaría preocupado por ver el filme desprestigiado y no siendo valorado por el público, lo cual sería injusto teniendo en cuenta el trabajo que hay detrás.
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La decisión llega días después de ser cancelada la proyección de la película en el festival AFI de Los Ángeles, que iba a servir para poner el broche al evento. El papel en el que Spacey interpretaba a J. Paul Getty, el conocido millonario del petróleo que se negó a pagar el rescate tras el secuestro de su nieto, será tomado ahora por Christopher Plummer, que deberá rehacer las escenas en tiempo récord.
A pesar de que el papel de Spacey no contaba con demasiadas apariciones en la película, sí componía parte del peso fundamental de la misma, por lo que no puede ser simplemente eliminado. Esto supone también costes en la campaña de la productora mediante la cual Spacey iba a ser propuesto al Oscar como mejor actor de reparto.
Esta supresión por completo de la película es una de las estocadas que más daño producen a la carrera del actor, que ya ha quedado manchada de manera irrevocable. Netflix también ha anunciado de manera reciente que su relación con él ha terminado en lo que a su serie *House of Cards* respecta.
Las víctimas de Harvey Weinstein
Mientras todo esto ocurre, las acusaciones contra el artista continúan sucediéndose en lo que ya se ha convertido en un efecto en cadena imposible de parar. Resulta inevitable establecer similitudes con los recientes escándalos del productor de Hollywood Harvey Weinstein, acusado de numerosos maltratos, abusos y violaciones durante sus años como figura reconocida de la industria.