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Los años de la crisis fueron complicados para todos los sectores, incluído el de moda. O mejor dicho, para el retail fueron años sumamente duros ya que, la ropa, es un producto del que se puede prescindir en primera instancia. Esto trajo consigo una nueva tendencia: el predominio de actores centrados en el low cost, a la vez que otros ganaban terreno en el lujo. Los polos opuestos de un mismo juego. Como no podía ser de otra manera, y según el Observatorio de la Moda dependiente del Ministerio de Educación, Inditex ha sido el mayor representante del negocio antes, durante y después. Y no sólo eso, ha marcado "la clave del sector mediante su cadena de valor rápida e integrada".

En todo este proceso cabe preguntarse, especialmente ahora, el lugar que ocupan las startups vinculadas al sector de la moda. En España, la mayor parte de las compañías tecnológicas de la industria de la moda se perfilan como marketplaces: portales que, aprovechando el tirón del sector, se quieren hacer un hueco en un mercado lleno de posibles clientes.

Las startups no pasan de la moda

Pero detrás de ese sector, controlado por las grandes figuras tecnológicas, existe otro mundo "silencioso y pequeño". David Luquin Urtasun, fundador de Atelier, "te piden referencias, tennología, bases, uinfraestructuras y demás...", explica que "es un ecosistema que tiene que ir creciendo rápidamente". Pero, ¿cuál? El nicho de mercado que existiría en las cuestiones vinculadas al tallaje único, conocimiento de las costumfatelierres de los clientes en sus compras offline, big data, seguimiento logístico... o chips que sustituyen las etiquetas de la ropa (todo un sueño hecho realidad) es inmenso, opina Luquin. Todos con el objetivo de mejorar los procesos y reducir costes. El problema es la fase de emprendimiento de este tipo de proyectos:

"Los marketplaces pueden empezar con 50.000 euros y con eso tiran, pero este tipo de compañías requieren 200.000 euros. Es un riesgo, pero es una forma de decir que si estás en esto tienes muchas más posibilidades de éxito".

Lo que ahora se conoce como fashtech aún tiene un largo recorrido en España. Algunos por miedo al reto y otros porque tienen la idea de los grandes, véase El Corte Inglés o Inditex, ya controlan el negocio. En un contexto en el que existen aceleradoras para prácticamente cualquier tipo de negocio, una enfocada únicamente a este tipo de negocios estaba tardando en llegar. Atelier ha nacido con la idea de dar cabida a aquellos con este tipo de tecnología y, especialmente, de testarla con clientes de peso. Aristocrazy, Camper, El Corte Inglés, El Ganso, Mayoral Cortefiel son sólo algunas de las marcas que acogerán, una vez seleccionadas, las startups que se integrarán en sus procesos diarios y, con un poco de suerte, llegar a cerrar negocios a futuro. Las barreras de entrada en todos los negocios son grandes, pero para los pequeños de la moda el muro es complejo. "Te piden referencias, tecnología, bases, infraestructuras..." explica Luquin, que la mayor parte no tienen. El objetivo, por tanto, sería abrir esa puerta a todas esas compañías que impulsen el negocio textil al sur de los Pirineos.