Empezó con unos movimientos muy silenciosos persiguiendo algo que muchas instagramers solicitaban a gritos: monetizar su actividad. Horas y horas rebuscando en webs de venta de ropa para aconsejar a sus millones de seguidores para al final obtener un simple "gracias". Muchas de ellas, y ellos, venían solicitando a la red social propiedad de Facebook un sistema que permitiese hacer link a las webs donde se vendía tal o cual prenda de ropa. El desarrollo no llegaba. Un primer intento con las stories acercaba esa posibilidad, pero con los comentarios no era suficiente.

Era 2015 y una startup, fundada en Barcelona de la mano de Marc Soler y Jaime Farrés (nativos del mundo de los negocios), veían ese nicho de mercado que, inexplicablemente, se le estaba escapando al gigante de Instagram. 21 Buttons nacía con la vocación de hacer que los profesionales de las redes sociales pudiesen ganar dinero con la venta de ropa: los famosos referidos de los que se nutre Amazon desde hace años. Nacía entonces una nueva red social que, ni corta ni perezosa, se hizo con algunas de las caras más populares del mundo de los influencers. Dulceida, probablemente la cara más conocida del sector en España, aparecía como la embajadora de la nueva red social, al mismo tiempo que la startup levantaba su segunda gran ronda de financiación -lograban una primera de 500.000 euros en 2016- con todas las letras: 3 millones de dólares en febrero de 2017 en la que, entre otros, participaba Samaipata Ventures y Mediaset, lo que implica un media for equity por todo lo alto. Un elenco liderado por el fondo de José del Barrio, fundador de una de las compañías que más ha resonado en el sector emprendedor español, cuando, de facto, ese mismo ecosistema no existía. El creador de La Nevera Roja venía de financiar compañías como OnTruck, CornerJob o Depor Village.

Ahora, la startup se une al grupo de las españolas con algunas de las rondas de financiación más altas del año, liderado por la reciente de Glovo o Cabify. En concreto, la compañía acaba de levantar 10 millones de dólares. Secundados, de nuevo, por Samaipata Ventures esta operación supone el salto definitivo para la tecnológica que, aunque funcione como una red social que podría competir con Instagram, lo cierto es que coexisten de alguna manera. En la inversión también han participado Breega Capital, 360 Capital Partners, Banc Sabadell Venture Capital, Sputnik y Mediaset. Fuentes cercanas a la operación confirman que dicha ronda estaba cerrada desde verano de este mismo año, pero ha sido ahora cuando el grupo de inversores internacionales ha decidido anunciarla. El objetivo de la misma es seguir creciendo en España, Italia y Reino Unido.

Los datos de 21 Buttons no están del todo claros. Sin cifras de facturación o beneficios, lo cierto es que lo único que puede adivinarse en esta startup es el origen de su monetización: de cada compra que un usuario de la red social hace a través de una foto, 21 Buttons cobra una comisión a la marca de entre el 9% y el 12% de la prenda. De este porcentaje, el influencer recibe una parte por haber contribuido a la venta.