A no ser que lo tengamos muy claro, a la hora de comprar un coche muchas veces nos vemos envueltos en un mar de dudas sobre cuál elegir. Si un coche grande, uno pequeño, uno deportivo, uno familiar, de combustible diésel o gasolina, híbrido... Estas dudas suelen aparecen porque las necesidades son distintas en función de nuestro día a día.

En los últimos años, los resultados sobre tendencias del mercado muestran como los coches compactos van ganando cuota de mercado, sobre todo entre personas que viven en grandes ciudades. Este tipo de vehículos se ven rodeados de una importante cantidad de mitos que reducen sus ventajas a una sola: su tamaño. Puede parecer que encontrar un coche compacto y cómodo, pero sin renunciar a otra serie de importantes prestaciones, sea complicado, sin embargo no es imposible.

En primer lugar, hay que tener en cuenta otro de los principales beneficios asociados a la compra de un coche pequeño: un precio reducido que puede rondar los 9.000 euros. Una cantidad bastante atractiva sobre todo comparado con el de otros vehículos de otros segmentos.

A la hora de tomar la decisión, uno de los aspectos que tenemos que tener en cuenta es qué uso queremos darle a nuestro coche. Quizá lo que necesitamos es un coche pequeño para movernos por ciudad habitualmente, pero no queremos renunciar al espacio. Lo deseado es que puedan viajar cómodamente hasta cinco personas y que tenga un maletero donde poder guardar los objetos que manejamos a diario. En un maletero como el del Kia Picanto, con una capacidad de 255 litros, podemos guardar el equivalente a más de 770 latas de refresco. Ahora sólo hay que traducir esa cantidad por el espacio que puede ocupar, por ejemplo, la compra de la semana o por el equipaje de unas vacaciones para hacernos una idea del volumen que tiene.

Los coches compactos tienen fama de tener menos potencia que un coche de mayor tamaño. Sin embargo, las nuevas motorizaciones de los vehículos actuales permiten reducir el tamaño de los motores sin renunciar a la potencia. Más cilindrada ya no es exclusivamente significado de más potencia. Influyen otro tipo de aspectos que ayudan a sacar el máximo partido a los motores, de una manera sostenible y sin poner en peligro el vehículo. A día de hoy podemos encontrar en el mercado algunos motores en vehículos compactos con potencias que van desde los 67 a los 101 c.v, más que suficiente para darle un uso diario.

Otro punto positivo de los nuevos motores que se comercializan en los vehículos compactos es que, además de mejor el rendimiento, ofrecen datos de consumo que los convierten en un gran aliado en el uso diario.

Otro de los mitos que se les atribuyen a los coches compactos, y que puede afectar a la hora de comprar uno, es que su equipamiento es tan básico que no incorpora las tecnologías que puedan tener otros coches de mayor tamaño y precio. La creencia generalizada es que un coche pequeño justifica su precio reducido por el sacrificio de tecnologías que ayudan al conductor a mejorar su experiencia al volante. La realidad es que esto cada vez sucede menos ya que es posible encontrar vehículos con ayudas a la conducción y con los sistemas necesarios para, por ejemplo, conectar nuestro smartphone e interactuar con él desde nuestro coche o poder consultar una ruta en el navegador de la pantalla de manera segura mientras conducimos. En el aspecto de seguridad tampoco se reduce hoy en día y es posible ver cómo algunos vehículos también incorporan sistemas como DRIVE WISE de Kia, con frenado de emergencia autónomo que ayuda a reducir el riesgo de colisión.

En resumen, aunque parezca que no exista el coche perfecto que se ajuste cien por cien a nuestras necesidades, la elección de un coche compacto es bastante acertada ya que ofrece una experiencia de uso notable en el día a día y con la que no es necesario renunciar a otros aspectos que se creían contrarios a este tipo de vehículos.