Cuando más difícil parecía entrar en el mercado de la música en streaming, Apple lo consiguió lanzando un Apple Music sin complejos que no ha hecho más que mejorar a lo largo de los años. Aunque Spotify es un rival duro y que, muy posiblemente, la compañía de la manzana nunca llegue a superar debido a la base de usuarios con la que ya cuenta, el servicio de Apple se sitúa ahora la cola tan solo dos años después de haber sido lanzado.

Esto se está traduciendo en enormes beneficios para el área de Servicios de Apple, un río de dinero cuyo caudal no deja aumentar trimestre tras trimestre y que puede verse incrementado ahora con la llegada de nuevos modelos de iPhone. A más ventas de dispositivos, más potenciales clientes que pueden acceder de manera nativa a la plataforma de música y, por consiguiente, más terreno ganado a rivales como Spotify.

Pero la cosa no queda ahí, sino que gracias a esta posición en el mercado Apple puede ahora seguir mejorando Music entrando al juego de las grandes corporaciones. Hoy se desvela que se ha llegado a un acuerdo con Warner Music para mantener a los artistas que trabajan con ellos disponibles en el servicio (quién sabe si también para algún futuro lanzamiento en exclusiva, como ya ha pasado con Taylor Swift y Frank Ocean), pero lo más importante es que Apple ha conseguido reducir el porcentaje de derechos que pagaba a Warner Music de un 58 a un 55 por ciento.

Este es el primer acuerdo que Apple firma con una compañía discográfica desde que el servicio de música en streaming se puso en marcha, no pretendiéndose que sea el último. Estos tratos dan la posibilidad a Apple de reinvertir ese dinero en la propia plataforma y producir así contenido que sirva para marcar la diferencia con la competencia, como puede ser Carpool Karaoke.

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