¿Sueñas con ser propietario de un terreno, tener tu propio pedazo de tierra para construir tu hogar o una casa de retiro? ¿Qué tal en la Luna? Según el Tratado sobre el espacio ultraterrestre (Outer Space Treaty) ningún país puede reclamar los planetas o cuerpos celestes como suyos. ¿Pero qué tal una persona?
Con esta pregunta Dennis M. Hope se aventuró a reclamar la Luna como de su propiedad. Un resquicio legal por la que ha colado todo un negocio. El asunto no iría más lejos, acaso sería la historia de un señor osado y locuaz que decidió vender parcelas lunares, si no fuera porque su empresa ha resultado bastante lucrativa. Personas y empresas de la Tierra han comprado sus terrenos en la Luna; también en Marte Venus y Mercurio. Así es, el negocio de Hope se ha expandido y sigue en crecimiento.
¿A quién le pertenece el espacio exterior?
¿Cómo es que alguien puede ser propietario de la Luna?
En realidad no le pertenece aunque tampoco puede decirse lo contrario. Hope contó a Vice que comenzó a vender parcelas de la Luna en 1980. En esos momentos se encontraba recién divorciado y sin dinero. Tal vez en un momento de reflexión o derrota vio la Luna por la ventana y se dio cuenta que ahí había bastante terreno para sacarle provecho, literalemente.
A pesar de que en el Tratado Sobre el Espacio Ultraterrestre se indica en el artículo II lo siguiente:
El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera.
Hope alega que la ley no aplica para personas pues ahí claramente sólo habla de países o naciones. Es por esto que escribió a la ONU para solicitar la propiedad de la Luna y ocho planetas, también les contó sus intenciones de negocio. Ante la nula respuesta de la ONU, Hope se ampara en ella para afirmar que no encontraron elementos legales para impedirle su plan de negocio y, que de haberlos, no ha sido notificado.
Con cada capítulo de la historia de Hope parece que estamos leyendo una historia de ciencia ficción, ni más ni menos. A la fecha, su negocio Moon Estates, ha vendido a 6,011,311 clientes y acumulado ventas millonarias. Lo más sorprendente es que los clientes no sólo son personas sino empresas como Hilton o Marriot, por ejemplo ( ¿por si acaso?) así como expresidentes de los Estados Unidos como Jimmy Carter y Ronald Reagan.
Cuando compras una propiedad con Hope, el paquete incluye un mapa con la ubicación de tu terreno. La Constitución Lunar, un documento que confeccionó por años este empresario, una transcripción de la declaración de derechos (estos son los documentos que Hope envió a la ONU, así como al gobierno de Estados Unidos y Rusia reclamando los derechos sobre la Luna y 8 planetas), un documento con los detalles sobre los derechos sobre los recursos minerales de la propiedad adquirida y un formato de registro para a la Embajada Lunar.
Además de lo anterior, Hope creó el "Gobierno Galáctico", del cual es el presidente, claro, con la intención de proteger los intereses de sus clientes. Es por ello que tienen armada su propia constitución (desde 2004) y también cuentan con su propia moneda y bandera. Creen vehementemente que si los avances tecnológicos siguen como hasta ahora será posible comenzar a colonizar la Luna en 2020. Su proyecto incluye un plan para construir una inmensa pirámide en donde se alojarán unas 70,000 personas. Contarán con hospitales, restaurantes y áreas para la ganadería y la agricultura.
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Denis Hope ha vendido al menos 611 millones de acres (cada acre equivale a 4046.86 metros cuadrados). Si sacamos cuentas sabremos por qué este hombre sigue al frente de su negocio y se dedica de tiempo completo a este desde 1995. Su expansión de ventas a otros planetas también va viento en popa. Sobre todo ahora que Marte está de moda. ¿Será que Elon Musk está tomando en cuenta a los propietarios en sus planes de colonizar el planeta rojo o se convertirá en cliente de Hope?