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En Silicon Valley la meditación lleva tiempo imponiéndose como un recurso casi obligatorio para sobrevivir a las largas horas de trabajo y el alto nivel que exigen las compañías a sus empleados. Y reconozcamos algo: también está de moda. No es un mundo apto para nerviosos y la cafeína no cuadra con los nuevos estándares de vida que los emprendedores de las cálidas costas californianas. El nuevo café, el del siglo XXI y hasta que aparezca uno nuevo, es la meditación. Y esto lo saben hasta los inversores hasta el punto de haber perdido el norte en algunos casos.

La cuestión es que, por una vez, las locuras de Silicon Valley podrían tener algo de sentido; aunque se les haya ido las manos ligeramente. La meditación es una técnica que proporciona relajación e introspección y sus beneficios han sido analizados por diversos estudios científicos, pero también tiene visionarios y humo por todos lados. O lo que es lo mismo: utilizar una verdad para vender su historia. Porque lo cierto es que la meditación tiene su parte de verdad y ayuda a frenar los niveles de ansiedad, pero tampoco mueve montañas. Con un rápido vistazo a las apps stores nos damos cuenta de cómo muchos emprendedores se han subido al carro de lo "zen": cientos de aplicaciones dedicadas a ayudarte a meditar, a relajarte y a calmar los nervios. Una explosión en toda regla.

Pero aunque no haga milagros, lo que sí hace es mover millones de dólares. Una compañía en Estados Unidos, concretamente en Santa Mónica, tiene como lema promover la salud y la felicidad en el mundo. Este claim bien vale la friolera de 75,15 millones de dólares que es lo que, desde 2010, Headspace ha conseguido levantar en rondas de financiación. En cuatro rondas de las que la última acaba de anunciarse y por valor de 36,7 millones de dólares. Nunca la meditación había sido tan rentable, ni había logrado monetizarse más allá de las cuotas de suscripción a los centros de yoga. Mediante tres planes de pago, en el que el más caro es vitalicio por 419 dólares, puedes tener una vida apacible y sin estrés vía app.

La cuestión de todo esto es qué ha pasado para que una app dedicada a la meditación esté en el Olimpo de las rondas de financiación millonarias. Si nos ponemos desde el punto de vista comparativo, una una sola ronda de financiación de esta compañía supera en cuantía a cualquiera cerrada en territorio español en lo que llevamos de año. Y esto tiene dos vertientes: por un lado que los inversores ya no saben dónde meter su capital o que es un nicho de mercado con futuro y expectativas reales. Concretamente el dinero del músico Jared Leto y del CEO de LinkedIn, Jeff Weiner, entre otros muchos que se han querido subir al carro de la medicina de la nueva era. Y ha sido la promoción de los famosos de la zona lo que ha hecho subir el éxito de estas compañías: Arianna Huffington y Richard Branson se han reconocido usuarios de dicha aplicación e incluso han regalado suscripciones a sus empleados. ¿El resultado? Más de 8 millones de usuarios activos que disfrutan de una de las nuevas locuras de Silicon Valley y de la que cientos de inversores ávidos de un nuevo éxito están intentando sacar provecho.