Era abril y una de las OMVs más populares en el mundo anglosajón anunciaba que aterrizaba en España. Parece que suena lejano, pero sólo ha pasado algo más de un año desde que FreedomPop se estrenase al sur de los Pirineos con algo que nunca antes se había visto y que seguro gustaba al público español: un servicio de telefonía móvil gratuito bajo el modelo freemium.
Todos se preguntaban lo mismo: ¿cómo es posible que mi operadora de toda la vida me cobre tarifas ciertamente desorbitadas mientras esta nueva me ofrece una tarifa a cero euros? Truco seguro. Sin duda alguna este era el primer pensamiento de muchos. Pero las bases estaban claras: 100 minutos en llamadas, 300 SMS, 200 MB de datos gratis y WhastApp ilimitados –digan adiós a la neutralidad de la red–. Luego vendrían las tarifas de pago, pero a precios mucho más económicos que el resto de compañías. Atendiendo a que la oferta de datos es ínfima en comparación con el consumo medio de la población, la estrategia estaba clara: empujar a la mayor parte de los usuarios a que solicitasen una tarifa de pago para cubrir sus necesidades con el móvil, pero una media de un 30% más barata que una compañía de toda la vida. Los que no necesitasen tantos servicios, que los hay, estarían igualmente contentos por no tener que pagar algo que no usan.
La operadora que regala llamadas, SMS e internet móvil: ¿dónde está el truco?
Con el tiempo llegaron nuevas actualizaciones: su propio smartphone made in China por 59 euros, nuevas tarifas, portabilidad o una asociaciones con Skype. Esto último era de esperar ya que Niklas Zennstom, fundador de la tecnológica, es uno de los mayores inversores de la OMV.
Y llegaron los problemas
Una de las peculiaridades de FreedomPop es que su red de voz, es decir, sus llamadas de teléfono, no pasaban por la red tradicional. Estas se realizaban a través de VoIP. Lo cual, en términos de gasto es una ventaja para la compañía puesto que no tiene que alquilar más redes de terceros, pero que implica que si un teléfono quiere estar operativo al 100% tiene que disponer siempre de una buena conexión.
Yoigo, Movistar, Orange y Vodafone fueron desde el primer momento los proveedores de señal de la compañía estadounidense. Especialmente Orange y Movistar, siendo el primero el que se instalaba por defecto con la SIM, y que sólo permitía una red de datos 3G (como el resto de redes).
En este contexto, desde febrero de este mismo año, muchos de los usuarios que tenían instalado por defecto la red de Orange en sus dispositivos se quedaron sin conexión. Ni SMS, ni llamadas, ni, por supuesto, Internet. La única manera para ellos de conectarse con el mundo era activar una red Wi-Fi. Curiosamente este caso era bastante común para aquellos que habían optado por la tarifa de datos gratuita, lo cual hizo pensar a muchos que era una estrategia de la compañía para que se pasasen a una tarifa de pago. En este momento, más del 50% de los usuarios españoles de FreedomPop no pagan ni un céntimo al mes a cambio de su servicio móvil totalmente gratuito, lo cual es una cifra bastante alta.
Nada más lejos de la realidad. Según explicaron desde la compañía, el origen del problema estaba en el servicio de unos de sus proveedores: Orange. Simplemente había que cambiar las preferencias del teléfono predeterminadas a una red de Movistar y arreglado. Sin embargo, el funcionamiento seguía siendo deficitario. FreedomPop necesitaba mantener, como poco, una red de voz de calidad si quería seguir atrapando a los usuarios y aumentarlos con el tiempo.
Llegó el cambio
Ante esta situación, FreedomPop se ha visto obligada a gestionar un cambio. Con casi 100.000 suscriptores (curiosamente los mismos que hace unos meses), anuncia oficialmente que trasladada su servicio único de móvil gratuito a un nuevo socio de red. Este cambio les da la posibilidad de alcanzar, por fin, velocidades de 4G y utilizar la red de voz tradicional para asegurar la calidad de las llamadas que tantos quebraderos de cabeza les había traído en los últimos meses. La compañía no ha querido hacer declaraciones sobre el operador con el que han cerrado su nuevo acuerdo, que seguro no es Orange, por las cláusulas del contrato, pero el CEO de la compañía, Stephen Stokols, ha confirmado que este cambio no supondrá coste adicional alguno para sus clientes y que "se trata de un acuerdo directo de modo que no depende de terceros y por tanto el servicio ahora garantiza la fiabilidad total y el rendimiento máximo". El representante ha añadido también la confirmación de su crecimiento.
“Estamos muy satisfechos de poder lanzar este nueva servicio con la nueva red asegurando una calidad y una fiabilidad enormemente mejoradas. Nuestros antiguos socios forcejaron con la abrumadora demanda del mercado español, pero nosotros ahora ya podemos asegurar la mejor experiencia y servicio móvil en España a mitad de precio”.
Con esta modificación, sensiblemente necesaria, prevén alcanzar entre los 300.000 y el millón de usuarios antes de fin de año. Añadiendo, además, una nueva tarifa de voz y textos ilimitados además de 5GB de datos móviles de alta velocidad gratuitos durante los primeros 30 días, y todo por tan sólo 14,99 € al mes con la que quieren romper los esquemas de las operadoras de toda la vida.