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¿Cómo percibe la sociedad los cambios tecnológicos que se avecinan en el futuro? Para responder a esta pregunta, la Fundación Cotec ha presentado los resultados de una encuesta que refleja la percepción social de la innovación en España. El estudio, realizado por Sigma Dos a través de 2.400 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad en un ámbito geográfico nacional, sostiene que el 89,6% de los españoles tiene una visión positiva de la innovación y que los principales ámbitos donde se debería innovar son la salud y la educación.

Los resultados de la encuesta de la Fundación Cotec demuestran que los participantes asocian el término innovación con la ciencia (47,3%) y la creatividad (45,5%). El 79,8% de los españoles está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la inversión pública en I+D+i es insuficiente, una opinión unánime entre los votantes de diferentes partidos políticos (Ciudadanos, 87%; Podemos, 87%; PSOE, 85%; PP, 74%). El resultado es coherente con los datos de la VIII Encuesta de Percepción Social de la Ciencia realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Este análisis, sin embargo, reflejaba que la I+D era una prioridad de tercera para el bolsillo de los españoles en comparación con otras partidas presupuestarias.

El 59,7% de los encuestados por la Fundación Cotec y Sigma Dos opina además que en España hay "poca cultura de la innovación", aunque defienden de forma mayoritaria que las PYMES y las grandes empresas son innovadoras. Los participantes creen que sí existe un "espíritu innovador arraigado" y echan la culpa a la legislación actual, ya que el 67,3% de los participantes afirma que las leyes no favorecen la innovación. Las consecuencias hipóteticas de que nuestro país dejase de innovar, según el estudio, serían la fuga de cerebros, la pérdida de empresas, empleos y competitividad o el deterioro de la calidad de vida.

El impacto tecnológico en el empleo

La encuesta recoge una impresión desigual de los efectos de la automatización en el mercado laboral. El 66,6% de los españoles opina que los robots y ordenadores sustituirán muchos o bastantes empleos actuales durante los próximos años, realizando, según defiende el 34,3% de los participantes, tanto tareas rutinarias como creativas. Los encuestados confían en un 50,7% de los casos que el trabajo que desempeñan hoy en día no será realizado "de ninguna manera" por robots u ordenadores, aunque el 32,2% piensa que las máquinas podrían sustituirles parcialmente a la hora de llevar a cabo tareas rutinarias.

El miedo hacia el impacto de los cambios tecnológicos en el empleo se compensa, según la Fundación Cotec, con una confianza mayoritaria de los participantes en que los puestos de trabajo que se destruirán serán sustituidos por funciones y tareas nuevas. Según la encuesta, el 64% de los españoles se muestra capacitado a la hora de afrontar un mercado laboral cada vez más automatizado, mientras que el 33,6% piensa que no está preparado debido a múltiples razones, que van desde no sentirse capaz a adaptarse (51%) a no tener recursos económicos para reciclarse (39,8%). Según el trabajo de la Fundación Cotec, el 71,6% de los españoles defiende que se otorgue una renta compensatoria a aquellos empleados que pierdan su puesto de trabajo por la robotización y la automatización.

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Por otro lado, el 56,5% de los encuestados señala que la innovación tecnológica aumenta la desigualdad social. Los resultados están más igualados a la hora de valorar el impacto de la tecnología en la reducción de la brecha laboral entre hombres y mujeres. Mientras que un 45,3% opina que la innovación ayudará a mejorar la participación y el salario de las trabajadoras, el 43,6% es pesimista respecto al efecto de los cambios tecnológicos para disminuir la brecha entre ambos sexos. Además, el 56% cree que la automatización ayudará a mejorar la conciliación entre la vida privada y la laboral.

La percepción del impacto de la tecnología en el empleo es diferente según el género. El estudio refleja que los hombres tienen una mayor confianza (68%) que las mujeres (64%) en sus propias capacidades ante los cambios en el empleo que se avecinan como consecuencia de la innovación. Asimismo, los trabajadores se muestran más convencidos (53%) que las trabajadoras (48%) en que "de ninguna manera" una máquina podrá sustituirle en su puesto de trabajo actual. La diferente percepción también varía en función de la edad: el 73% de las personas menores de treinta años, los llamados millenials, cuentan con una confianza del 73%, que se reduce al 55% entre los individuos mayores de 45 años.