El huracán Katrina en 2005 fue uno de los desastres naturales con peores consecuencias en Estados Unidos y también el más costoso. En total, los daños por el huracán llegaron a los 108.000 millones de dólares y, en el caso del huracán Sandy, las pérdidas económicas tuvieron un costo de entre 50.000 y 70.000 millones de dólares. Sin embargo, estas grandes cantidades parecen no superar una de las mayores amenazas de nuestro tiempo: los ciberataques. Un informe de la aseguradora británica Lloyd's y la empresa de análisis de seguridad cibernética Cyence aseguró que la amenaza de hackeos en Estados Unidos podrían llegar a costar 121.000 millones de dólares.
NotPetya utiliza un modus operandi mucho más sofisticado que WannaCry
Desde que el ransomware WannaCry y el malware NotPetya pusieran en jaque la seguridad cibernética, las empresas han invertido grandes cantidades de dinero para evitar violaciones a su seguridad. Según la investigación, este temor a ser hackeado provocó una inversión anual de 450.000 millones de dólares para las compañías en todo el mundo. El reporte de Lloyd's destacó:
La amenaza cibernética está aumentando y se espera que continúe haciéndolo a medida que la economía mundial continúe digitalizando las operaciones, las cadenas de suministro y las transacciones comerciales, así como los servicios a los empleados y al cliente.
Según Lloyd's, la situación no está en vistas de mejorar y los ataques globales podrían aumentar hasta cien veces más en la próxima década, poniendo en peligro la seguridad tanto de las empresas como de los gobiernos.
En este contexto, la aseguradora recomendó a las empresas tomar las precauciones necesarias y subrayó la necesidad global de mejorar la seguridad y centrar los esfuerzos en evitar los ciberataques. En este sentido, la empresa aseguradora informó sobre los nuevos tipos de seguros para cubrir este tipo de amenazas, una nueva modalidad que surgió hace pocos años.
A pesar de la publicidad de los seguros de Lloyd's, el informe pone de relieve la falta de seguridad en la mayoría de las compañías, las cuales podrían sufrir pérdidas de miles de millones de dólares por un ataque cibernético. Todavía hay miles de empresas que no tienen contratado ningún seguro para evitar este tipo de ataques, quizá porque lo veían como un caso aislado o porque no son conscientes de las consecuencias.
Los últimos hackeos a nivel global han provocado que muchas compañías sean conscientes de los peligros de un ciberataque y quizá esta sea la manera de que empiecen a tomar las precauciones necesarias, ya sea a través de un seguro o a través de nuevos protocolos de seguridad en sus sistemas.
El ataque de ransomware WannaCry ya es un problema global