SpaceX ha lanzado y aterrizado dos cohetes Falcon 9 en 48 horas, anotándose un nuevo tanto en la larga lista de éxitos de la compañía, mostrando su superioridad técnica no solo frente a otras iniciativas privadas de exploración espacial, también a entidades públicas como la NASA y de otros países.

La compañía ha dicho que la intención es incrementar el número de lanzamientos y reducir aún más el tiempo entre un lanzamiento y otro.

Una vez más, SpaceX hace historia con un Falcon 9

El cohete despegó desde la base aérea Vandenberg en California y puso diez satélites de Iridium en órbita. Este es el noveno lanzamiento de SpaceX en lo que va de 2017.

El aterrizaje del Falcon 9 se hizo en un ASDS (Autonomous Spaceport Drone Ship), básicamente un barco autónomo con una plataforma de aterrizaje bautizado Just Read the Instructions en el océano Pacífico.

Elon Musk, CEO de SpaceX, advirtió que el aterrizaje podría ser problemático debido a las condiciones extremadamente adversas. Afortunadamente, el cohete hizo la reentrada y aterrizaje con éxito.

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El Falcon 9 utilizado hoy es uno nuevo con aletas de rejilla hipersónicas de titanio más grandes y mejoradas. Musk también comentó al respecto en Twitter explicando que se trata de una sola pieza de titanio que en teoría podría aguantar el intenso calor de la reentrada sin necesidad de cubrirlos con capas de pintura de protección para altas temperaturas. Las aletas funcionaron mejor de lo esperado y probablemente podrán usarse para un número indefinido de vuelos sin necesidad de mantenimiento.

Los lanzamientos tan cercanos de cohetes Falcon 9 uno tan cerca del otro no fue intencional. La operación del viernes estaba programada para la semana pasada, pero se tuvo que posponer para reemplazar una válvula en el cono que alberga el satélite. Aún así, el contratiempo no parece haber puesto en aprietos a la empresa.