DJI siempre ha apuntado alto. Incluso con el Mavic Pro, el modelo más económico de su catálogo, el desembolso supera los 1.000 euros, una cifra que aleja sus productos de las masas y los deja al alcance de muy pocos. No obstante, la compañía busca revertir esa situación con el lanzamiento del DJI Spark, un drone de 599 euros con el que la compañía busca aproximarse a ese nicho de usuarios del que siempre se ha despegado con su catálogo.

El DJI Spark cuenta con un cuerpo más compacto que el Mavic Pro, aunque su formato es relativamente similar. Monta una cámara de 12 megapixeles y un sensor CMOS de 1/2.3 pulgadas, un conjunto capaz de grabar a 1080p con una gran estabilidad gracias al sistema de estabilización mecánica de dos ejes y la tecnología UltraSmooth.

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Para prevenir accidentes, el DJI Spark cuenta con el sistema FlightAutonomy que la compañía ya ha montado en algunos de sus principales drones. Este sistema está compuesto por una cámara principal, un sistema de posicionamiento visual orientado hacia abajo, un set de sensores 3D frontales, sistema de posicionamiento GPS y GLONASS, una unidad de medición inercial de alta precisión y una unidad de procesamiento formada por 24 núcleos. Este sistema permite al DJI Spark detectar obstáculos a una distancia de hasta 5 metros y realizar vuelos estacionarios de alta precisión a una altura máxima de 30 metros.

El Spark también cuenta con sistemas de protección autónoma que hacen regresar al drone al punto de despegue cuando la batería restante es insuficiente, la señal con el control remoto se ha perdido o, simplemente, el usuario presiona el botón de retorno al origen. Estas características ya estaban presente en drones como el Mavic Pro, aunque en el Spark —un drone orientado a personas más inexpertas— cobra un mayor sentido.

Gracias a su reducido peso (300 gramos) y tamaño, el Spark es capaz de alcanzar velocidades máximas de 50 kilómetros por hora con el modo Sport activo, una cifra que se aproxima a la registrada por drones como el Mavic Pro. Además, para los usuarios más avanzados, el DJI Spark también ofrecerá compatibilidad con las gafas FPV DJI Goggles.

El DJI Spark puede ser controlado desde un control remoto, desde un smartphone o por gestos, siendo el primer drone de la compañía capaz de operar única y exclusivamente mediante este tipo de operaciones. Para operar mediante gestos, DJI ha desarrollado el modo Gesture, gracias al cual basta mover las manos para indicar al drone qué debe hacer.

El Spark también estrena nuevos modos de disparo. Entre ellos se encuentran los nuevos Pano (que permite realizar fotografías panorámicas) y ShallowFocus (que permite realizar fotografías con una mayor profundidad de campo). A estos modos de disparo se suman modos de vuelo como ActiveTrack, gracias al cual podrás fijar un objeto de la escena y el drone le seguirá de forma plenamente autónoma.

Una vez en funcionamiento, el DJI Spark puede funcionar durante 16 minutos gracias a su batería LiPO. Además, puede transmitir vídeo en 720p en tiempo real a una distancia máxima de dos kilómetros.

El Spark se podrá adquirir a partir de junio en los principales mercados, entre los que se incluye Europa. Su precio parte de 599 euros, y asciende hasta 799 euros si se adquiere el pack Spark Vuela Más, que incluye un control remoto, un par de hélices extra, protectores para las hélices, una batería extra, bandolera, cables extra y un puerto de carga.