Uno de los mayores secretos ha sido desvelado: las cuentas de Uber en España, bajo su filial Uber Systems Spain, S.L, por fin se han hecho públicas. Según ha podido saber El Español, los resultados de la compañía en España acaban de ser presentados ante el Registro Mercantil con las cifras de 2014 y 2015. Sus dos primeros años de actividad real en el país, que dejan fuera al 2016; seguramente el mejor año de la serie para la compañía.
Uber declaró en España 1,2 millones de euros en ingresos en 2015, lo que le ha supuesto a la empresa unos beneficios netos de 63.000 euros y algo más del doble de lo que se generó en 2014; momento en el que la compañía tuvo que abandonar su actividad a través de UberPop a causa de la prohibición de juez tras la demanda del sector del taxi. El alto crecimiento de la compañía se debe, por tanto, al incremento de la actividad en España. No se conocen los datos de 2016, es decir, cuando Uber regresó a Madrid con UberX, —cumpliéndose hace escasos días su primer aniversario—, además de su experiencia con UberEats, pero todo apunta a que sus cifras doblen lo publicado hasta ahora.
Pero pese a todo, la compañía de Kalanick sigue siendo mucho más pequeña en el país que su versión made in Spain. Aunque Cabify generó unas pérdidas netas de 1,3 millones, sus ingresos alcanzan los 5,4 millones de euros y logró abarcar casi 600 conductores en la capital. No está claro cuántos coches de Uber están circulando en Madrid, pero el volumen de licencias, —pendientes y emitidas— apuntan a que la española tiene algunos años de experiencia más a su espalda.
Uber cuenta con una matriz en Holanda donde rinde cuentas de todos su servicios, mientras que Cabify ha optado por Delaware, en Estados Unidos, aunque sí tributa en España por su actividad de transporte. En el caso de Uber, su actividad en España no figura como algo vinculado al sector del transporte, sino que se enfoca en la gestión de la actividad de marketing y publicidad de las empresas en el país. O dicho de otro modo, las comisiones generadas por los conductores no forman parte de los beneficios de la empresa en España. Tema que se ha tratado en un debate entre Miguel Ángel Leal, presidente de la Federación Española del Taxi, y Carles Lloret de Uber España en Espejo Público:
☕@miguelalealc: “@Uber_ES tributa en Holanda 1% y el resto se lo llevan a Panamá” #CaféTaxiUber pic.twitter.com/oTt8I0YOtM
— Espejo Público (@EspejoPublico) April 4, 2017
☕@LloretCarles: “@Uber_ES no pide licencias, las piden los participantes como forma de llegar al mercado ”#CaféTaxiUber pic.twitter.com/krikNzrvfn
— Espejo Público (@EspejoPublico) April 4, 2017
Esta ha sido una estructura fiscal muy criticada, especialmente por sus mayores rivales en el sector del taxi, pero que tampoco ha sido objeto de demanda ni juicio hasta la fecha. Después de todo, estas compañías se cuidan mucho de tener sus cuentas al día; tanto así como BlaBlaCar, que generando miles de ingresos por su gestión de trayectos en el país, sólo tributa por su actividad de marketing dejando esos menesteres a su matriz en París.
Entonces, ¿ganan dinero?
Independientemente de los ingresos que perciban los conductores por su actividad al cobijo de la compañía, el sistema fiscal por el que está estructurado Uber en Europa les permite gozar de una buena salud financiera. No tanto así a su matriz en Estados Unidos. Las cifras, filtradas a finales de 2016, dejaban a la luz unos ingresos de 1.396 millones en el último trimestre de 2015, lo cual está muy bien, pero por el camino se dejaba 2.000 millones en pérdidas vinculadas a sus agresivas expansiones internacionales y altas inversiones en marketing, que sumadas a una amortización de capital de casi 13.000 millones dejan las cuentas de la compañía en un aprieto. Sin embargo, Uber está diseñada para ser una empresa a largo plazo, más que para ganar dinero en la actualidad, por lo que de momento su éxito está asegurado.
En cualquier caso, desvelado el misterio de cuánto ganan en España, queda saber cuántos conductores tienen: el segundo gran misterio.