Parecía que la hegemonía de los Chromebooks, en un sector inaugurado por ellos, iba a ser para siempre. Y lo cierto es que hasta el momento nadie ha sido capaz de entrar en ese mercado, amén de los pocos que lo han intentando. El nicho, que se pensaba que iba a ser algo minoritario, ha empezado a convertirse en una de las opciones preferidas para el mercado educativo y emergente, por lo que muchos fabricantes están empezando a ver con buenos ojos un mercado que, mientras el del PC sigue en declive, está creciendo, aunque de forma muy limitada.
Y es que el mercado educativo es demasiado lucrativo, en términos de contratos gubernamentales y subvenciones (en casi todo el mundo) como para obviarlo; y en un momento en el que Microsoft parece que ha renovado su vena de fabricante (Surface y Studio entre otros), la compañía tiene planes de entrar en este mercado tan interesante y tan hostil, y hacerlo además poniendo por bandera las posibilidades de sus sistema.
La idea, como en el caso de los Chromebooks, es llevar su sistema operativo Windows 10 a la nube y convertirlo en un servicio que puede ser ejecutado desde un PC de bajo coste y potencia limitada. La idea de Microsoft, atendiendo a los documentos filtrados de la compañía, es presentar su propio equipo enfocado a esta plataforma en un evento especial a celebrar en la ciudad de Nueva York.
Si todo se confirma, Microsoft presentará tanto el nuevo hardware como la nueva versión de su sistema operativo, y podríamos ver la última guerra que le queda al PC por celebrar.