Hay imbéciles que dicen que mi obra es abstracta; lo que llaman abstracto es lo más realista, porque lo que es real no es la forma exterior, sino la idea, la esencia de las cosas.
Un escultor al que debo admitir que no conocía, Constantin Brancusi poseía una gran verdad en sus palabras —lo mismo digo con todos aquellos que piensan que estos artículos son abstractos—.
Su obra está llena de figuras infinitas, alegóricas y simples. Y por cierto, también es famoso por su diminuta escultura de un miembro masculino dorado. Pero además del miembro hay alguien que se ha sentido inspirado por su trabajo.
Hemos hablado anteriormente en Hipertextual sobre las fotografías de luz, donde se toma una fotografía de larga exposición mientras se dibuja con una fuente de luz, por lo que no existe el uso de Photoshop y todo se ejecuta en una sola toma. Picasso lo ha hecho, y desde entonces fotografías sorprendentes de otros artistas salen a diario.
Como forma de prestar homenaje Stefan Socaciu, ha decidido realizar una serie de fotografías que capturaran la magia del escultor rumano y lo ha logrado con una excepcional técnica. Una combinación de Tron con un poco más de drogas alucinógenas, nos muestran visiones psicodélicas de las maravillosas esculturas. A continuación la serie de "Visiones de Brancusi".