ZTE cancela el proyecto Hawkeye, un teléfono móvil diseñado por la compañía asiática cuyo principal rasgo diferencial era la forma en la que llegaría al mercado: mediante crowdfunding en Kickstarter.

El proyecto alcanzó 36.245 dólares, menos de un 10% de la meta fijada por la compañía inicialmente (500.000 dólares). Fue anunciado en enero de 2016, cuando ZTE comunicó que serían los propios usuarios de la marca los que decidieran las características diferenciales del teléfono. Un año más tarde (CES 2017), el fabricante confirmó algunas de las características del smartphone e inició la campaña de crowdfunding en Kickstarter.

Una compañía multinacional recurriendo al crowdfunding para financiar un proyecto muy cuestionable. ¿Quién pensó que sería una buena idea?

Días más tarde, ZTE reveló alguna de las especificaciones técnicas del teléfono, las cuales resultaron insuficientes para atraer al público. La compañía acabó reconociendo su error tanto por lanzar un teléfono con estas características como por aplicar el modelo de crowdfunding a este proyecto.

Tras los anuncios del CES 2017, en Hipertextual cuestionamos la viabilidad del proyecto, así como la forma de materializarlo (crowdfunding). Un mes y medio más tarde, la compañía cancela definitivamente la iniciativa.

El ZTE Hawkeye no es el único teléfono que fracasa en aplicar el modelo de crowdfunding a los smartphones. Canonical ya intentó en el pasado un modelo similar con sus teléfonos Ubuntu, muy atractivos sobre el papel, pero fracasó en el proceso de recolección de fondos —pese a una gran tracción inicial del proyecto—.