«¿Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de sus vicios propios una virtud? Pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará».
— Benito Juárez, (fragmento de carta enviada a Maximiliano, Monterrey, 28 de mayo de 1864).
Dado el momento histórico que vive la relación Estados Unidos-México y por que se habla tanto de la frontera entre estas dos naciones, vale la pena recordar el día que México perdió poco más de la mitad de su territorio: dos millones de kilómetros cuadrados que comprenden lo que hoy es el territorio de California, Texas, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y partes de Colorado y Wyoming.
El tratado Guadalupe Hidalgo
El nombre completo de este famoso tratado en el que México reconocía la secesión del territorio mencionado fue: 'Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América'.
Hasta el nombre mismo ha provocado discusiones desde entonces. Y es que si bien es cierto que el tratado significó el fin de la Guerra de México - Estados Unidos (que tuvo lugar en 1846-1848), también lo es que la firma del tratado se hizo entre dos naciones dispares y los acuerdos asentados en el documento se hicieron en una situación de desventaja para México.
Para comprender esta situación tenemos que reconocer que tras la época colonial, tanto Estados Unidos como México compartían situaciones económicas parecidas, tanto en retos como oportunidades y fortalezas. Sin embargo, mientras que Estados Unidos presentó un importante crecimiento económico y se declinó por el comercio de libre mercado; México se vio en un camino conflictivo y accidentado, tanto en su economía como en su situación social.
Es por esto que cuando la guerra entre estos dos países comenzó, en 1846, la desventaja militar y la situación económica era muy clara entre ambos. Los antecedentes indican como factor determinante las pretensiones expansionistas de Estados Unidos, que para entonces ya había conseguido la compra de Luisiana a Napoleón Bonaparte y consiguió que España le cediera la península de Florida con el Tratado Adams-Onís en 1819.
Otro hecho clave fue la independencia de Texas, llevada a cabo en 1836. El apoyo de Estados Unidos a los separatistas y la anexión a su territorio en 1845 friccionaron aun más las relaciones con México, con lo que se desencadenó la guerra, primero de México con Texas y luego Estados Unidos con México.
Villa de Guadalupe Hidalgo
El tratado que cedió poco más de la mitad del territorio de México a Estados Unidos fue firmado en la villa de Guadalupe Hidalgo, cerca de la ciudad de México, el 2 de febrero de 1848. La firma fue celebrada con misa solemne en la Colegiata de Guadalupe. Más tarde, el tratado fue ratificado por ambas naciones.
Algunos de los acuerdos más destacados son: la declaración de paz; el desbloqueo de los puertos mexicanos y la evacuación de las tropas de ocupación que hasta entonces invadían a gran parte del territorio mexicano; la frontera entre ambas naciones se estableció en los ríos Gila y Bravo. Además, se estipuló una compensación monetaria por la pérdida del territorio de 15 millones de dólares (3 millones de inmediato y el resto en pagos anuales con un interés del 6% anual).
"Artículo XVI: Cada República podrá fortificar su frontera". Así versa también este tratado que cambiaría para siempre la historia de ambos países; frontera que sigue teniendo una gran relevancia en las agendas de ambas naciones. A pesar de esta gran pérdida de territorio, el entonces presidente, Antonio López de Santa Anna vendería en 1853 la zona conocida como La Mesilla, una región de 76,845 kilómetros cuadrados del actual sur de Arizona y el suroeste de Nuevo México.
Cabe decir que el tratado, si bien fue ratificado por el entonces gobierno de James K. Polk, no todos estuvieron de acuerdo con este pues consideraron que se realizó bajo circunstancias desiguales contra una nación debilitada. Otros se habló de la posibilidad de anexarse todo el territorio mexicano, sin embargo, se consideró al grueso de la población de México como inferior, así pues, se ratificó la anexión de "solo" dos millones de kilómetros cuadrados a Estados Unidos y la historia cambiaría para siempre. Así pues, este hecho histórico, una vez más, colocó las piezas de nuestra actual realidad y trajo consigo una serie de situaciones sociales y económicas que hasta hoy en día son tan relevantes para ambos países.