La llegada de la tecnología wearable cambió la forma en la que las compañías desarrollan y conciben sus productos tecnológicos. El gusto y la invisibilidad se convirtieron en características casi tan importantes como la autonomía o la potencia del dispositivo. No basta con que sea rápido y funcional: debe ser atractivo, invisible y deseable. Una fusión de atributos propios de la tecnología y la moda.

Con su primer Watch, Huawei hizo un trabajo increíble. En una única pieza consiguió reunir belleza, potencia y comodidad, tres fundamentos que pocos fabricantes han logrado reunir en un reloj. El Watch, de hecho, fue considerado por muchos como el mejor reloj con Android Wear del mercado, superando a las propuestas de LG, ASUS o Motorola.

El Huawei Watch fue uno de los mejores relojes con Android Wear del momento. El listón estaba muy alto.

Cuando los rumores sobre un nuevo Huawei Watch comenzaron a llegar casi dos años más tarde, las expectativas se situaron, como era de esperar, a un nivel muy alto. La compañía que fabricó el mejor reloj inteligente con Android Wear estaba desarrollando un nuevo producto sobre la versión 2.0 de la plataforma, que mejora la experiencia de uso y solventa varias de las mayores dolencias de su primera versión. El resultado, observando el trabajo previo de ambas partes, podría ser un gran éxito.

En cambio, cuando Huawei mostró su nuevo reloj en Barcelona, la sensación fue la misma que he vivido muchas veces en partidos del Real Madrid: goles, progreso y victoria manchados por la ausencia de un juego atractivo, coordinado e igual de eficaz.

Un paso atrás como reloj, varios hacia delante como ordenador

El Watch 2 de Huawei abandona la estética minimalista, sencilla y lujosa de su modelo anterior. Apuesta, en su lugar, por un look más agresivo, deportivo y extravagante.

Las correas, por ejemplo, dejan atrás los materiales clásicos de la primera edición y apuestan por el policarbonato y las texturas clásicas de los relojes deportivos. Tan solo el Huawei Watch 2 Classic se aleja de esta nueva iniciativa e incluye una correa de piel más propia de un reloj tradicional.

Estéticamente, el Watch 2 es un paso atrás respecto a su predecesor. La versión Classic, afortunadamente, denota algo más de gusto y una mayor atención al detalle.

La caja también ha sufrido varios cambios. Ahora es más grande como conjunto y cuenta con varios elementos que convierten al Watch 2 en un reloj muy extravagante. Si la primera generación representaba la combinación de potencia, belleza y elegancia de un Aston Martin DB11, esta segunda versión se aproxima más a la imagen que un Hummer representa.

La única excepción es, nuevamente, el modelo Classic, que apuesta por el acero inoxidable y una construcción más premium —apreciable, sobre todo, en el tacto de los botones y en el acabado de la caja—. Sigue sin alcanzar la excelencia estética que Huawei estableció con su predecesor, pero sí genera un cierto atractivo que la variante estándar del Watch 2 no logra.

A nivel funcional, el progreso del nuevo reloj es incuestionable. Además de las características propias de Android Wear 2.0, el reloj estrena una serie de componentes respecto a su predecesor: chip NFC, pagos mediante Android Pay, GPS y GLONASS, conexión 4G LTE, una batería de 420 mAh, etc. Una base perfecta para que desarrolladores y usuarios puedan obtener lo máximo de la nueva versión de la plataforma.

Pero lo más importante de este avance a nivel tecnológico es que no implica un sacrificio importante en aspectos como el tamaño o la comodidad del producto, algo que sí ocurre en relojes como el LG Watch Sport. Huawei ha sabido recoger todo el potencial de la nueva plataforma y los nuevos componentes en un pack muy compacto y aceptable, pese a sus peculiaridades y deficiencias a nivel estético.

El Watch 2 que Huawei desveló en Barcelona supone, por lo tanto, un progreso indudable como ordenador corporal y herramienta: exprime al máximo las posibilidades de la nueva plataforma, introduce nuevos componentes y, sobre todo, apuesta por la autonomía e independencia del reloj. No ocurre lo mismo si se juzga como un reloj: el Watch 2 es menos atractivo y deseable, y eso juega en su contra considerando la gran relevancia que tienen la estética y la moda en la tecnología corporal.