Gustavo Minas

París, Atenas y Ciudad de México prometieron luchar contra la contaminación. Acordaron que para el año 2025, las tres capitales prohibirían la circulación de vehículos diésel en sus calles y promoverían los vehículos híbridos y eléctricos en las calles.

La iniciativa se pactó durante la Cumbre de Alcaldes C40: Ciudades liderando acciones climáticas, celebrada en la Ciudad de México en diciembre de 2016.

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ha empezado a cumplir su palabra al respecto y sus planes para la implementación de vehículos híbridos y eléctricos en el transporte de la ciudad han empezado.

Su primera acción en contra de la contaminación ha traído, sin embargo, muchas críticas por parte del principal colectivo implicado en estos cambios: los taxistas.

El Gobierno capitalino pretende, a través de la Secretaría de Movilidad de la ciudad (Semovi), reemplazar 10.000 taxis por nuevos coches híbridos o eléctricos. La medida empezó a aplicarse en 2016 pero, hasta la fecha, solo 200 taxistas han cambiado su vehículo por uno nuevo más sustentable.

Los taxistas de la metrópoli mexicana argumentan que el cambio de coche híbrido cuesta más del doble que uno tradicional pero que los ingresos sigue siendo lo mismos.

"Un Chevrolet Aveo cuesta unos 140.000 pesos y el Toyota Prius unos 339.000 pesos. Nos dan muy pocos apoyos para sustituir nuestros taxis", explica a Hipertextual Daniel Medina, representante de la organización Génesos y portavoz de la asociación de Taxistas Organizados de la Ciudad de México.

El único apoyo que tiene el colectivo para remplazar sus vehículos es el plan de chatarrización, que consiste en entregar el coche con mínimo diez años de antigüedad y recibir 45.000 pesos para su reemplazo. Tal y como explica Medina, la cantidad podría ser de ayuda para empezar a pagar un carro tradicional de gasolina, pero no para un vehículo eléctrico o híbrido.

Los 45.000 pesos de la chatarrización incluyen una letra a cinco años de 7.854 pesos mensuales, además de los gastos de mantenimiento del taxi y las otras cantidades a pagar mensualmente dentro de la economía familiar.

Los taxistas, en crisis

 maximalideal
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Los gastos son todavía más difíciles más afrontar tras la bajada de ingresos de los taxistas en los últimos años, la cual se dio, según Medina, por la circulación de vehículos ilegales que ofrecen servicios de transporte sin tener concesiones ni permisos.

Los taxis pirata son aquellos que traen placas particulares pero que están pintados de taxis y los dejan circular en vez de sancionarlos como lo manda el reglamento. En la Ciudad de México hay entre 10.000 y 15.000 taxis pirata circulando de manera ilegal.

Por otro lado, se encuentran los mototaxis, cuyos conductores ofrecen servicios en ocho delegaciones de la capital mexicana. Según la Ley de Movilidad del 17 de julio de 2014, este tipo de transporte es ilegal y no tiene permiso para circular por las calles de la ciudad. Sin embargo, el portavoz de Taxistas Organizados de la Ciudad de México afirma que siguen ofreciendo servicios de transporte unos 10.000 mototaxis.

Las empresas de transporte privado como Uber y Cabify son el tercer grupo que ha afectado más a los taxistas, quienes se han enfrentado más de una vez con los conductores de Uber en el juzgado y en trifulcas callejeras. La aplicación está regulada en la Ciudad de México desde 2015, pero los taxistas siguen reconociendo el servicio de transporte privado como competencia desleal.

A pesar de que la flota en la capital es de 140.000 concesiones, Daniel Medina calcula que las pérdidas de los taxistas a causa de los servicios de transporte alternativos superan el 40%.

Antes con ocho horas de trabajo hacíamos de promedia unos 14 viajes. Ahora para conseguir eso tenemos que estar en el taxi de 12 a 14 horas.

Los pocos recursos para conseguir un automóvil que contamine menos en una de las capitales con más contaminación en el mundo es una de las principales críticas de los taxistas que operan en Ciudad de México.

Sin embargo existe un punto que molesta todavía más al colectivo. La medida de la Secretaría de Movilidad de la ciudad (Semovi) para el remplazo de los automóviles no incluye a los coches de Uber, Cabify u otros servicios de transporte privado.

A pesar de que alguna de estas empresas ya cuenta con vehículos híbridos, los reemplazos se han realizado por cuenta propia y no existe por el momento un plan concreto para ampliar la medida a todos sus coches disponibles.

De nuevo, las asociaciones de taxistas han criticado esta decisión tachándola de competencia desleal y afirmaron combatirla cuando se ratificara.

La medida para que 10.000 taxis de la metrópoli sean renovados por vehículos híbridos o eléctricos no ha sido publicada todavía de manera oficial por la Semovi. Según explica Medina a Hipertextual, los taxistas fueron informados de la iniciativa por el secretario de Movilidad, Héctor Serrano.

En el momento en el que se publique y se haga oficial, algunas organizaciones como los Taxistas Organizados de la Ciudad de México tienen pensado analizar la medida y, si no se cumple con el soporte jurídico, "interponer un recurso de amparo o de nulidad ante las instancias correspondientes porque están violentando nuestros derechos", sostiene el portavoz.

Por qué los taxis eléctricos son la peor opción

Las concesiones otorgadas en la capital mexicana permiten rutas sin un itinerario fijo y sin restricciones y, si un taxista sale de los límites de la ciudad para trasladar a un cliente, no necesita ningún permiso especial.

En el caso de tener un taxi eléctrico, los taxistas deberían prever los kilómetros que van a circular para tener el automóvil suficientemente cargado. De lo contrario, el conductor podría no llegar hasta el destino final del cliente, ya que las estaciones de carga en las autopistas alrededor de la capital son prácticamente inexistentes.

En la Ciudad de México, 30 estaciones de carga son responsables del abastecimiento de todos los coches eléctricos. Daniel Medina subraya que el primer paso es la creación de una infraestructura para el mantenimiento de los vehículos eléctricos. Por otro lado, el portavoz ve el precio de los coches eléctricos desorbitado, que "con la subida del dólar no bajan de medio millón de pesos", además de poco práctico para las calles de la ciudad:

El problema es que cuando cargas tienes que esperarte quizá una hora. Las cargas rápidas a la larga deterioran la pila de los carros y lo ideal es que les des su tiempo de carga.

Tablets vs. Taxímetros

eduardo.meza
eduardo.meza

Otra de las iniciativas que se llevaron a cabo desde el Gobierno de la Ciudad de México fue la implementación de tablets de la marca Huawei en los taxis de la metrópoli, con el objetivo de suprimir los taxímetros y añadir GPS a los servicios de transporte. Hasta el momento, se han repartido 500 tabletas para las 140.000 concesiones que existen en la capital.

El programa no ha sido efectivo y el taxímetro sigue operando. No se han difundido bien las ventajas y los taxistas en general no han apoyado la medida. Además, existe el peligro de robo. Un taxímetro tiene un solo uso pero una tablet pueden utilizarla para muchas cosas.

Tal y como expone Medina, las medidas para combatir la contaminación a través del transporte público y la actualización de sus servicios no han sido aceptadas por el colectivo de los taxistas. A pesar de que las iniciativas están dedicadas a mejorar la situación del transporte, "primero tienen que crear las condiciones para proponer medidas y que se lleven a cabo".

En una de las ciudades más contaminadas del mundo, es necesario hacer todo lo posible para frenar la mala calidad del aire causada, entre otras cosas, por los millones de coches que circulan diariamente por la ciudad. La renovación del transporte público a una energía sustentable es una tarea necesaria pero, sin una gestión de los recursos, los resultados pueden verse eclipsados por la falta de condiciones.

Si la Ciudad de México quiere formar parte de la lucha contra el cambio climático sin sacrificar los empleos de los taxistas regulados, deberá ofrecer condiciones para una competencia sana con apoyos e infraestructura.