Ford tenía pensado invertir 1.600 millones de dólares en la nueva planta en México. Iba a estar construida en 2020 e iba a generar 2.800 empleos. Pero llegó Donald Trump con su nueva política económica y todo se fue al traste.
La amenaza de imponer un arancel del 35% a los coches fabricados en Mexico y vendidos a Estados Unidos fue suficiente para que Ford decidiese abortar la construcción de la planta.
General Motors ha sido el siguiente en alejarse de México y anunció una inversión de mil millones de dólares en las plantas ubicadas en Estados Unidos.
La inversión implicará la creación de 1.500 puestos de trabajo en Estados Unidos, y la pérdida de 100 en México.
"Estados Unidos es nuestro mercado y estamos comprometidos con su crecimiento, el cual es bueno para nuestros empleados, distribuidores y proveedores, y soporta nuestro esfuerzo por seguirle dando el mayor valor a nuestros accionistas", afirmó Mary Barra, presidenta y directora ejecutiva de General Motors.
La inversión a Estados Unidos supone el traslado de la producción y de un proveedor de componentes de las furgonetas pick-up de México a Michigan, lo que dará empleo a 450 personas en el estado.
Los proyectos concretos, que incluyen la fabricación de nuevos vehículos, componentes y desarrollo de tecnología avanzada, se revelarán a lo largo del año, según informó El Universal.
Por otro lado, la cadena de supermercados Walmart informó sobre un plan de inversión de 6.800 millones de dólares y la creación de 10.000 empleos durante el 2017 en Estados Unidos.
A través de la construcción y renovación de supermercados Walmart y Sam's Club, la empresa sostiene que dará empleos indirectos a 24.000 personas. La cadena emplea a 1.5 millones de estadounidenses.
Amazon anunció también que llegará a los 100.000 empleados en Estados Unidos en los próximos 18 meses.
A pesar de las amenazas de Trump, algunas automotrices como BMW, Audi y Honda han decidido seguir apostando por el mercado mexicano.