Normalmente los vídeos de la iniciativa #marcaEspaña suelen contener un buen nivel de contenido con tendencia propagandística, que deforman más o menos la realidad. Esperable y lógico. Pero a veces se raya el cinismo, el sacar pecho de lo que debería ser un motivo de vergüenza nacional. Como con el nuevo vídeo de Marca España para 2017, realizado por TVE. En él se ven diferentes actuaciones, productos y demás creados o con origen en territorio español y que han llegado a Pekín, Marrakech, Líbano, Mozambique, Roma o varios destinos más.
El problema llega en el 1:20 del vídeo, cuando se destaca la labor española a la hora de acoger refugiados. España tiene maravillosos y loables casos de apoyo a los refugiados, como la cantidad de voluntarios desplazados que los acogen y auxilian. El problema llega cuando quien se da palmadas en el pecho es precisamente quien menos ha contribuido a esta labor.
La operación Mare Nostrum, italiana, finalizó en octubre de 2014. Tenía como objetivo el rescate de imigrantes, y tras esa fecha confió sus esfuerzos a Frontex, iniciativa europea encargada de monitorizar y vigilar las fronteras de la Unión mediante las diferentes operaciones de los países más "afectados": Tritón en Italia, Poseidón en Grecia, y Minerva, Indalo y Hera en España.
El bagaje de la actuación española durante el pasado verano fue de 1.440 personas rescatadas mediante el uso de dos aviones, tres embarcaciones y algo más de un centenar de guardias, unas cifras unánimemente consideradas como insuficientes. Hasta este mismo mes, enero de 2017, España ha acogido menos de mil refugiados. Concretamente, 979, que se reparten en 690 a través de la reubicación y 289 vía reasentamiento. Con datos de apenas veinticuatro horas antes de la publicación del vídeo de Marca España, y según Amnistía Internacional, España sigue a la cola de Europa sobre solicitudes.
La propia Amnistía Internacional ha denunciado la descoordinación entre administraciones y autoridades locales, estatales y autonómicas. Hoy mismo, 17 de enero, los presidentes autonómicos deberían impulsar una discusión sobre la pírrica cifra de refugiados, inferior al millar, en contraste con las 17.000 a las que se había comprometido el Gobierno en 2015. Mientras tanto, solo en 2015 hubo casi 4.000 muertos, más de un millón de desplazados a Europa a través del mar y casi la mitad eran mujeres o niños. ¿Qué tiene que presumir exactamente el gobierno español sobre actuaciones con refugiados?