La ciudad suiza de Lucerna ha sido el escenario elegido por la Agencia Espacial Europea para anunciar la continuidad del programa ExoMars para explorar el planeta rojo. La conferencia ministerial ha servido para felicitar a los científicos de la ESA por su trabajo, a pesar del accidente de Schiaparelli, además de impulsar la segunda parte de la misión, proyectada para dentro de cuatro años.
ExoMars 2020 tiene como objetivo lograr el aterrizaje de un rover en la superficie de Marte, un hito ya conseguido por la agencia espacial de Estados Unidos. La ESA quiere seguir el sendero abierto por la NASA y para ello ha contado con el apoyo unánime de todos los Estados miembro, incluido Reino Unido, cuya posición era una incógnita después del Brexit.
"Somos responsables de motivar a la próxima generación para que cree futuro", ha afirmado Jan Woerner, director general de la ESA, durante la rueda de prensa. Los Estados miembro han acordado una inversión de 10.300 millones de euros para la entidad, una cifra inferior a los 11.000 millones de euros solicitados por los investigadores. A pesar de la diferencia económica, Europa se compromete a apoyar el trabajo en la Estación Espacial Internacional hasta 2024.
El presupuesto asegura la continuidad de la misión ExoMars, aunque implica ajustes en algunos programas, como los de observación terrestre (pasan de 1.600 solicitados a 1.400 millones de euros concedidos), que incluyen investigaciones sobre el cambio climático. Durante la conferencia, Woerner ha afirmado que la misión de impacto en un asteroide "no está muerta", sino que tratarán de redefinir sus objetivos. En palabras de Woerner, la inversión comprometida durante el congreso de Lucerna "nos permite avanzar realmente".