Es una sensación un tanto irreal, difícil de explicar al hecho de tener dos pequeños aparatos en los oídos, independientes uno del otro, que prácticamente no se siente que están ahí, con los cuales puedo aislarme del mundo cuando yo quiera con un poco de música, mantener llamadas de voz o con los cuales puedo interactuar con mi smartphone, que no sale del bolsillo.Se siente como el futuro cuando abro ese estuche blanco, tan pequeño que no se nota que está en mi bolsillo, para sacar o guardar esos pequeñísimos auriculares. La vida con los AirPods es un poco como ***Her* de Spike Jonze, un paso más hacia una nueva forma de interactuar con la tecnología. Un poco más íntima, menos intrusiva, un tanto más invisible, un poco más cómoda, un poco más práctica.
Los AirPods son la propuesta de Apple para auriculares sin cables, ni siquiera entre ellos. El resultado es una especie de milagro técnico y uno de los mejores ejemplos en muchos años de lo que la compañía es capaz de lograr. Es la mejor forma de ejemplificar lo que la innovación realmente es* y cómo un producto que ha hecho poquísimo ruido en medios o en la opinión pública será determinante para el futuro de nuestro mundo post PC*.
Soy un entusiasta del sonido. He probado y he comprado decenas de auriculares de todo tipo. Tal vez antes era un producto limitado únicamente a, sobre todo, escuchar música, pero ahora son un accesorio importantísimo en nuestras vidas: consumimos mucho audio y video, hacemos llamadas de voz, enviamos y escuchamos mensajes de voz; todo esto mientras estamos moviéndonos, casi siempre desde nuestros smartphones o tablets. El acceso a la información es cada vez más unipersonal y eso naturalmente multiplica el tiempo que usamos auriculares.
Pero en épocas de movilidad los cables sobran. Desconectamos el cable de red del PC a Internet. Luego desconectamos el cable de electricidad del portátil, reducimos al mínimo el poder de computación y ahora todos cargamos un smartphone en el bolsillo. Era natural entonces que el accesorio que más usamos junto a nuestros teléfonos perdiera los cables.
De hecho es una “lucha” que muchos fabricantes llevan librando por décadas. El sueño de recibir audio de manera inalámbrica y de la forma más discreta posible no es nuevo, pero técnicamente siempre ha sido complicado. La tecnología Bluetooth supuestamente traería soluciones a una gran parte de los problemas inherentes al audio inalámbrico pero en la realidad no ha sido así.
Es importante tener contexto de los retos del audio inalámbrico para entender el “milagro técnico” que ha logrado Apple, los más importantes:
1. Los auriculares con cables reciben electricidad para funcionar desde el mismo puerto al que lo conectas. Cuando no hay cables, los auriculares necesitan una batería no solo para reproducir el audio, sino para mantener la señal de conexión. Esta debe tener capacidad para durar varias horas y al mismo tiempo ser lo suficientemente pequeña para que no sean un armatoste.
¿Por qué casi todos los auriculares inalámbricos eran circumaurales o supraaurales de diadema? Era la única forma de meterle una batería grande con buena autonomía.
2. Siempre estaban conectados físicamente uno con el otro. De esa forma, se recibe una señal única y se envía el audio izquierdo y derecho al auricular correspondiente compartiendo una única batería. Independizarlos implica enviar dos señales inalámbricas que nunca deben perder sincronía y que cada auricular debe tener su propia batería.
3. Antes, las transmisiones de audio inalámbrico (infrarrojas y por radiofrecuencia) eran lentas, requería de mucho poder de transmisión y eran poco prácticas. El bluetooth solucionó gran parte de este dilema pero introdujo algunos problemas técnicos: costó algunos años transmitir audio de buena calidad pero sobre todo el emparejar dispositivos siempre fue una pesadilla. Aquí es donde todo el trabajo de los ingenieros se cae. Es inmensamente más simple conectar un cable que encender los auriculares, esperar a que sean detectados, elegirlos desde un menú, escribir el PIN y rezar que el emparejamiento sea exitoso.
Estos son los tres grandes retos técnicos ya solucionados por los AirPods: son muy pequeños y livianos, cada uno es independiente del otro y no requieren de emparejamiento. De verdad, no hace falta poner contraseñas o elegirlos en un menú.
Esto último es particularmente importante porque finalmente escuchar música con auriculares inalámbricos es tan simple como lo era conectar un cable. Con los AirPods lo único que hay que hacer, literalmente, es acercar el estuche al iPhone. Una ventana aparece indicando que están conectados y cuánta batería les queda. Eso es todo. Apple también se encarga de enviar la información de emparejamiento a mis otros dispositivos de la marca, de tal forma que si quiero escuchar audio en mi iPad, Mac e inclusive mi Apple Watch solamente debo de indicarlo en el panel de audio, no tengo que configurar los auriculares con cada dispositivo.
En ese sentido, la experiencia también ha sido positiva. Es bastante cómodo seleccionar los AirPods en mi Mac para escuchar algún video en mi portátil. En ese caso la música que estaba escuchando desde mi iPhone se pausa, se hace el cambio al Mac en un par de segundos y listo. Si quiero volver a escuchar desde mi iPhone, hago la selección desde el panel de fuente de audio y listo, se desconecta del Mac. Históricamente, los dispositivos Bluetooth suelen dar bastantes problemas haciendo este tipo de acciones, pero con los AirPods es realmente simple y sorprendentemente funciona.
Durante los días que he estado probando los AirPods jamás noté el más mínimo desfase o desincronización entre un auricular y otro. Desconozco la técnica que usa Apple para que no ocurra pero hasta el momento no he detectado fallo alguno en este sentido.
Gran parte de la magia detrás de los AirPods está en su simpleza y sencillez de funcionamiento. Detrás de la magia está el chip W1 que se encarga de varios aspectos del funcionamiento de los auriculares.
Si quiero usar los AirPods solo debo ponerlos en mis oídos, se encienden automáticamente y se reconectan (indicado por un sonido sutil). Los dispositivos de Apple son lo suficientemente inteligentes para detectarlo y enviar el audio a los auriculares, como si los conectara por cable, vaya.
En caso que esté escuchando música y me quite los auriculares la música se pausa. Si vuelvo a ponérmelos la música continúa, todo de forma automática.
Todos esos procesos de detección de cuando tengo, o no, los AirPods en mis oídos son gracias a sensores ópticos controlados por el chip W1. Los auriculares también incluyen acelerómetros que son capaces de detectar si estoy hablando. En ese caso se encienden los micrófonos, uno en cada auricular que, además, son capaces de filtrar el ruido de fondo, de forma bastante efectiva, debo aceptar.
En varias ocasiones al hacer o recibir una llamada, he hablado con un solo auricular en el oído, en este caso el funcionamiento es correcto. Si en algún momento me pongo el otro auricular en mi otro oido, simplemente empieza a funcionar, no tengo que cambiar configuración o hacer ninguna interacción por mi parte.
Con productos inalámbricos es natural cuestionar la autonomía. Apple asegura cinco horas de uso con una carga. El estuche donde los guardas dan 24 horas más de batería. 15 minutos de carga y tienes tres horas más de uso.
En el día a día es poco habitual escuchar cinco horas de audio o cualquier tipo de música de forma seguida. Una carga de los AirPods da para dos días de uso normal, dependiendo de qué tanta música escuches o qué tantas llamadas hagas y recibas. De todas formas, cuando dejas de usarlos y los guardas en su estuche, vuelven a cargarse.
En mi experiencia personal los AirPods ofrecen esas cinco horas de uso por carga prometidas. El uso del micrófono naturalmente consume más batería pero tampoco es considerablemente notorio. Apple asegura que puedes hablar dos horas seguidas con una sola carga. En mis pruebas es un poco más: con unos 40 minutos de llamada telefónica sólo consumí 20% de la batería.
Hay una desventaja curiosa de que los AirPods tengan buena autonomía: olvidas cargar el estuche. Estamos tan acostumbrados a la carga diaria que, con dispositivos que debes hacerlo una vez por semana, por decir algo, es más probable que te olvides.
El estuche se carga por medio de puerto Lightning, el mismo cable de cualquier dispositivo iOS actual. En el peor de los casos lo conectas a tu portátil y lo cargas desde ahí o a una batería externa. No es realmente un problema.
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Pero no todo puede ser bueno. Sin cables se han perdido los botones que acompañaban al micrófono de los EarPods. Subir o bajar el volumen e ir a a la canción anterior o siguiente no es posible en los AirPods y para hacerlo debes recurrir a Siri haciendo dos toques sobre alguno de los auriculares. Se le puede pedir que vaya a la siguiente canción, anterior, subir o bajar el volumen. Es poco práctico y en mi opinión una solución a medias.
Tal vez futuras versiones de los AirPods soporten gestos que den más posibilidades, deslizar hacia arriba o abajo para subir/bajar el volumen, por ejemplo.
Importante aclarar que sí que es posible configurar qué hacer con los dos toques sobre los AirPods, pero por el momento sólo se puede elegir entre pausar la música o invocar a Siri.
Algunas de las preguntas más habituales sobre los AirPods que he recibido en los últimos días:
¿Qué calidad de sonido tienen?
Básicamente igual que los EarPods. Diría que hay una mejora sutil, pero puedo estar equivocado y necesitaría más tiempo de uso.
159 dólares o 179€ tal vez sea un precio muy alto para la calidad que ofrecen. Pero aquí estás pagando por mucha tecnología en empaques pequeñísimos.
Sí, me encantaría que Apple contrate ingenieros de sonido capaces de mejorar sustancialmente la calidad de sonido de sus productos o que adquieran una compañía que sea capaz de hacerlo.
Mientras tanto, tenemos uno de los mejores wearables del mercado por menos de 200 dólares/euros con una calidad de sonido más que aceptable. De todas formas, no debemos perder de vista que cualquier auricular con calidad de sonido realmente buena se vende por más de 400 dólares/euros.
**Se caen si haces ejercicio?
No. Al no tener cables, no hay tensión y el peso es tan mínimo que por mucho que sacudas la cabeza o saltes no se mueven de los oídos. No tienen por qué tomar mi palabra como cierta, realmente hemos intentado que se caigan, pero no lo conseguimos.
¿Qué sucede si pierdo uno de los auriculares?
Apple lo reemplaza por 69 dólares. Mismo costo si pierdes el estuche.
Aún no hay información de costo de reemplazo en Latinoamérica o España. Actualizaremos la información cuando esté disponible.
¿Sólo funcionan con el iPhone 7?**
No. Además del iPhone 7, los AirPods funcionan con los siguientes dispositivos iOS:
- iPhone 5
- iPhone 5c
- iPhone 5s
- iPhone SE
- iPhone 6
- iPhone 6 Plus
- iPhone 6s
- iPhone 6s Plus
- iPad Mini 2
- iPad Air
- iPad Air 2
- iPad mini 3
- iPad mini 4
- iPad Pro (todas las versiones)
- iPod Touch de sexta generación
También funciona con cualquier Mac que tenga Bluetooth 4.0. Eso sí, el emparejamiento automático sólo funciona en iPhone 6, iPhone 6S y iPhone 7. La sincronización con otros dispositivos funciona siempre y cuando estos tengan iOS 10 o macOS Sierra.
**¿Se pueden usar con dispositivos que no sean de Apple?
Al ser auriculares Bluetooth, sí, pero se pierden las funciones de emparejamiento automático con sólo acercarlos. En caso que quieras emparejarlos con, por ejemplo, un teléfono Android, debes hacerlo presionando el botón en el estuche.
¿Qué pasa si llueve? — ¿Resistirán el sudor?**
Puedes hacer ejercicio sin preocupaciones, resiste al sudor como cualquier otro auricular. En lluvia tampoco tendrás problemas, pero no debes sumergirlos en el agua.
Conclusión
Los AirPods son unos de los mejores dispositivos que Apple ha lanzado en años. No solo dan un paso muy en firme hacia adelante en el campo del audio inalámbrico, también demuestran la inmensa importancia de la experiencia de usuario desde un punto de vista de ingeniería.
No son los auriculares con mejor calidad de sonido, no son los más cómodos, pero en términos técnicos y de uso son el antes y después en el mundo del audio.
Lamentablemente es el tipo de innovación que llama poco la atención porque es invisible. Pero si este es el nivel de calidad y utilidad podemos esperar de Apple en términos de wearables, el futuro es muy pero que muy interesante.
Pros
- Livianos Buena autonomía Muy prácticos Invisibles
Contras
- Podrían tener mejor calidad de sonido No poder controlar el volumen con toques o gestos