Es el primer astronauta con nacionalidad española que llegó al espacio. Minutos antes de que participase como ponente en un simposio organizado por la Fundación Ramón Areces, Hipertextual tuvo la oportunidad de charlar con Pedro Duque. El ingeniero nacido en el barrio madrileño de San Blas voló tan alto como su imaginación. Ahora, de vuelta a la Tierra, es optimista respecto al futuro de la exploración espacial. **Nuestra primera pregunta seguramente sea una curiosidad para muchos lectores… ¿Qué se siente al estar en el espacio?

Muchas cosas juntas y unidas. La sensación física de ingravidez, al estar flotando por ahí, una cierta desorientación respecto a lo que estamos acostumbrados y además, como los motores están apagados, no hay mucho ruido, sólo el que produce el aire acondicionado. Cuando no tienes trabajo, puedes mirar por la ventana y da mucha paz y tranquilidad.

¿Qué ha cambiado desde que estuvo en el espacio?**

Ha habido cambios cuantitativos y cualitativos. Por un lado, ahora hay más gente ahí arriba, más cantidad de sitio en la Estación Espacial Internacional, más laboratorios y experimentos. Y por otro, China ha introducido los programas espaciales tripulados, que ha sido algo importantísimo. También han aparecido nuevos actores que tienen una relación comercial diferente en Estados Unidos entre las industrias y la NASA. Es una relación distinta que está estableciendo y consiguiendo desarrollar negocio alrededor del espacio.

Ahora mismo, ¿cuál cree que es el reto más importante de la exploración espacial?

Seguir con ella. Sólo se ha conseguido llegar hasta la Luna y, por tanto, falta volver a salir de la órbita cercana terrestre y realmente volver a explorar… sea en la Luna o en otras partes, que obviamente tiene que ser un planeta o un satélite. Entonces lo más cerca y lo primero que se podría imaginar sería Marte.

Hablaba antes de la misión tripulada de China, que justo acaba de regresar, ¿piensa que ha vuelto la competición o la carrera espacial?

Nunca ha habido un momento en que no hubiese. No es desde luego la competición tan fuerte de antaño, que tenía hasta connotaciones políticas y militares durante los sesenta y setenta, pero siempre hay cierta disputa entre los países. De los que participamos en la ISS, todos queremos que nuestras industrias desarrollen las partes de la Estación de mayor valor en investigación y desarrollo, que proporcionen más entornos… Siempre hay un poco de competición. Pero claro, como ahora existe un programa completamente independiente, el de China, pues está claro que se tiende otra vez a que haya y que esté imbricada con todas las demás competiciones que existen a nivel político e incluso algún día podría llegar a ser de tipo militar… No lo sé.

**Entre los próximos objetivos, ¿qué piensa que es más factible: Marte o Venus?**

Llegar, más o menos, sería lo mismo. Pero aterrizar ahora mismo es más difícil en Venus. Tiene unos 400º en la superficie, ahí no aguanta ningún material que no sea metálico. Incluso las sondas automáticas de control remoto que se han enviado, que eran robustísimas, duraron minutos u horas. Venus tiene problemas técnicos infinitamente mayores. Pedro Duque

¿Cree que es posible colonizar el planeta rojo?

Colonizar quizás signifique… incluso hay quien lo ha mirado en el diccionario… [Risas] Colonizar algo significa, me parece, que tienes que hacer crecer cosechas y estar viviendo allí de la tierra. No me atrevo a decir que se pueda ahora mismo. Pero llegar y volver, hacer una expedición razonablemente larga, sí que se puede hacer. Durante la era boyante de la exploración espacial, que fue la del programa Apolo y la competición que decíamos, había entre 300.000-350.000 personas trabajando en Estados Unidos en ello. Si tuviéramos ese tipo de recursos, por supuesto que podríamos ir a Marte en un tiempo que sería más o menos cercano.

¿Qué opinión le merecen proyectos como los presentados por Elon Musk? ¿Es factible desarrollar una ciudad en Marte dentro de varias décadas?

Todo depende de los recursos que se pongan en ello. La tecnología básica, aunque no sea del todo eficiente, está presente. Ese tipo de cohetes o naves y con dos o tres cosas nuevas, como la tecnología para frenar allí, está. Cuanto más ambicioso sea el programa, más recursos se deben invertir. Pero no es algo en lo que necesitemos descubrir una nueva ley de la Física o algo para conseguirlo. Todo es cuestión de ponerse.

¿Y en cuanto al problema de la radiación?

Es un desafío. La verdad es que, dependiendo de cómo se proteja a los tripulantes, pudiera incrementar bastante la complejidad técnica porque aumentaría el tamaño y la masa de la nave que llegaría a Marte. Existen ciertas ideas y tecnologías para proteger de la radiación. No es descabellado pensar que se consiga reducir a unos niveles que todavía son bastante malos para la salud, pero que es como lo que hacemos nosotros ahora fuera del planeta. Nosotros nos pasamos ya de los límites de radiación [que puede recibir] cualquier trabajador, de un hospital o algo así. Tenemos unas normas diferentes, digamos… [Risas]

¿Apuesta por una colonia en la Luna o en Marte?

Por supuesto que es mucho más factible hacer un primer intento en la Luna, porque se llega y se vuelve enseguida, se pueden mandar repuestos... No hay color, por la cercanía. Y además porque en Marte la atmósfera tampoco es que sea de mucha utilidad. Es una cuestión de hacer exploración científica a gran escala. Ahora mismo hay un aparato, que le llaman robot, pero realmente es un carro de control remoto, que creo que en cuatro años ha hecho once kilómetros. Si conseguimos llevar una nave suficientemente grande para transportar gente, eso lo hacemos en una mañana. El ir a Marte es por estudiarlo, por la ciencia y, por supuesto, para incrementar los límites de la exploración. Y hay una esperanza de que incluso se pudiera colonizar.

Pedro Duque

¿Qué opina de los viajes que propuso, por ejemplo, Elon Musk, sin retorno para esos hipotéticos primeros colonizadores? ¿Es posible desde un punto de vista ético o legal hacerlo?

Ni es ético ni es legal. Y técnicamente imposible. Tú no puedes mandar gente allí y que se queden por la sencilla razón de que eres incapaz de mandarles las fábricas para que hagan tornillos, por ejemplo. Es una idea que se deberá construir a base de pasos intermedios, de enviar gente que se tendrá que volver. Eso está claro. Al final ni los tornillos… Si rompes un tornillo allí en Marte, ¿qué haces? ¡No hay ferreterías! [Sonríe] Es técnicamente imposible enviar a la gente allí y que no vuelvan. Dentro de muchos años, cuando ya hayan ido varias expediciones de astronautas profesionales, que hayan montado allí unas ciertas estructuras, a lo mejor sí.

En cuanto a la reciente misión ExoMars, ¿cree que la sociedad percibe el fallido aterrizaje de Schiaparelli como un fracaso?

Bueno, sí. La verdad es que a veces es difícil para nosotros ponernos en la mente de la gente que no está todo el día en las cosas del espacio y explicárselo bien. Quizás lo hubiéramos podido hacer mejor. Está claro que casi nueve euros de cada diez euros o recursos que hemos puesto han funcionado perfectamente. En realidad la gente está contenta [risas] Pero en un determinado punto del aterrizaje ha habido un fallo que yo personalmente desconozco, aunque los técnicos probablemente ya lo saben y saldrá el informe completo dentro de poco. Es posible que haya sido un fallo técnico pequeño, pero sí, desde luego la respuesta a la pregunta es “sí”. La sociedad lo ha percibido como un fallo a pesar de que no ha sido así. ¿Por qué? La gente está sesgada hacia las grandes campañas mediáticas que hace la NASA, cuya última gran campaña decía que todo lo que se enviaba a Marte llegaba a la superficie. Eso era la única cosa en la que había que fijarse. Aquí es al revés.

Para alguien que no esté familiarizado, ¿qué pudo fallar en el amartizaje de Schiaparelli? Aunque aún no sepamos los detalles técnicos, ¿cuáles son los desafíos para poner una sonda en Marte?

El reto es algo que todo el mundo puede entender. La atmósfera [de Marte] es solamente cien veces menos densa que en la Tierra. Entonces es como que los paracaídas prácticamente no hacen fuerza y por lo tanto las velocidades que se alcanzan son muchísimo mayores. El segundo problema es que también resulta difícil de probar. Ese es el otro tema: ¿cómo hacemos la prueba? Lo hacemos lanzando algo a la atmósfera de la Tierra, muy alto, muy alto, hasta que nuestra atmósfera se parezca a la de Marte y así hacemos unas pruebas. Pero no es tan fácil hacer las pruebas. Son dos cosas, por tanto: una que toda la aerodinámica de los paracaídas es completamente distinta y hay que diseñarlos de forma diferente. Y la segunda, casi lo más importante, es que resulta complicadísimo y carísimo hacer una prueba así. Hay que probar unos métodos y otros, para que poco a poco… bueno, no es poco a poco. Es que nosotros hemos probado este… [Se ríe]

Y hemos tenido el problema de que ha fallado…

Claro, es que no tenemos los recursos suficientes como para hacer varias pruebas. O sí que los tenemos, pero a lo largo de los años. Y la gente no está acostumbrada a que las cosas sean tan difíciles. Estamos acostumbrados a cosas de la Tierra, que si te falla algo, te pones y mañana pruebas otra cosa. Pero aquí, ya solo hasta que llegas a Marte…

Pedro Duque

¿Piensa que este tipo de problemas pueden hacer que la sociedad no perciba como importante la exploración espacial?

Yo creo que la sociedad está mucho más a favor de la exploración espacial que las autoridades. Todo el mundo está muy interesado y muy entusiasmado, sobre todo con esto que hacemos nosotros. Le explicas que son dos o tres euros por contribuyente y año en Europa, y entonces dicen “anda, ¿nada más que con eso ya hacéis todas estas cosas?” A mí no me preocupa la gente, yo creo que todo el mundo está entusiasmado con la exploración espacial. Está claro que hay que explicarlo bien, y decir que en este demostrador que ha fallado se había gastado relativamente poco.

Respecto a las autoridades… ¿cree que la elección de Donald Trump puede afectar a la NASA? ¿Se limitará su actividad o, por el contrario, cree que impulsará algún programa de exploración espacial?

Es como todo en Estados Unidos ahora. ¿Y quién lo sabe? Ya nos lo contarán. Porque no se puede extrapolar tampoco lo que uno haya dicho durante la campaña electoral. En Europa sabemos la diferencia que hay entre lo que cuentan en la campaña y lo que hacen luego. Y sobre todo si son cosas muy radicales que tal vez después se suaviza todo. No lo sé. La posibilidad es que dé un cambio de dirección. Pasar de unas ramas de la NASA y fijarse más en otras. ¿Cuáles serán? No lo sé. Pero existe incluso la posibilidad de que la exploración se vea beneficiada porque se decida dedicar más recursos a otras cosas.

¿Qué le parecen iniciativas privadas como la de SpaceX?

Siempre parafraseo al administrador de la NASA, que dice que nuestros cohetes los ha fabricado la industria privada. Esto simplemente es un tipo de contrato diferente. Lo único que ha cambiado es el tipo de contrato. Y sobre todo que ahora los contratos son para que la industria desarrolle y después si quiere se aproveche de ello. No para que la industria desarrolle y sólo nos aprovechemos nosotros. Esa es la única diferencia. ¿Por qué ahora nos parece distinto? Porque existe alguien que piensa que puede sacar dinero de explotar cohetes y naves espaciales. Antes no. Lo que falta es preguntarse de dónde va a sacar el dinero. Si es de la NASA, pues va a ser el mismo. Lo que puede ocurrir es que estas empresas, como SpaceX singularmente y otras dos o tres más, logren desarrollar el mercado. Quizás ahí empiece la exploración espacial a depender menos de los fondos públicos. Pero ese escenario todavía está un poquito lejos.

¿Hay proyectos similares en Europa?

Creo que no. Lo que pienso que no hay en Europa, al menos que yo haya visto, es una iniciativa similar desde el punto de vista de la diferente relación contractual. No hemos puesto en marcha un programa por el cual alguien se dedica a desarrollar su propio cohete y luego tú lo explotas como quieres, dándote este poco de dinero al principio para el desarrollo y ya te compraremos nosotros billetes para llevar a nuestros astronautas o a nuestros satélites. El sistema de Arianne no es como en Estados Unidos. Está en esa línea, pero no es igual. No se puede comparar, no es un sistema puramente de explotación comercial.

Pedro Duque

¿Descubriremos vida extraterrestre algún día?

Espero que sí. Vamos a lanzar dos misiones grandes de la ESA buscando planetas. Y después de tener esos millones de planetas catalogados, intentaremos lanzar satélites y telescopios que sean capaces de estudiar esos planetas de forma más detallada. Es posible que seamos capaces de plantear que a distancias determinadas en cierto sitio casi seguro hay vida. Ir a otro planeta de otra galaxia, o de otra estrella, aunque sea la más cercana, para eso seguramente sí que haya que hacer algún desarrollo tecnológico que ahora mismo está solo hilvanado.

¿A Próxima b, por ejemplo, podríamos llegar?

Ahora mismo no tiene sentido, la verdad. Tenemos unos cohetes que ponen en órbita el 5% de su carga. Y para impulsarlos a otro planeta, también necesitaríamos otro pequeño porcentaje, porque necesitas combustible para hacer la ida y la vuelta.

Si tuviera que elegir un descubrimiento científico de los últimos años, ¿cuál sería?

Buf… no sé. Ha habido tantas cosas, en medicina por ejemplo, que nos han hecho la vida mucho más cómoda y larga. Dentro de lo que estudian nuestros satélites de astronomía, se podría decir que el descubrimiento fehaciente de planetas. Hoy podemos afirmar estadísticamente que hay muchos más planetas que estrellas. Eso nos ha abierto los ojos a muchísimas otras cosas.

Y la última pregunta… ¿volverá al espacio?

No lo sé. No quedan muchos años para decidirse, pero de momento estoy ahí, en la lista de gente que puede viajar al espacio, mantengo las calificaciones, y hago los exámenes. Dependerá de la Agencia si me necesitan para ir al espacio o no dentro de los próximos cinco años.